lunes, junio 30, 2008

En este mismo segundo…

…alguien esté durmiendo, soñando, tiene insomnio está tomando una taza de leche caliente sentado en su sofá o se pasea a pie o en su coche por la ciudad. También hay quien está comiendo o pasa hambre, quien vive por comer o come para vivir o incluso muere por comer o come para morir.

En este mismo segundo alguien está haciendo el amor y disfruta con ello; puede que sólo, o en compañía de otro o de más personas; puede que del mismo o de diferente sexo. En este mismo segundo hay quien tiene su primera experiencia sexual o su última hay quien esté sufriéndola violentamente o la este cobrando por tenerla; también en este preciso segundo hay quien está probando nuevas experiencias sexuales, cosas que se había imaginado pero que hasta ahora no las estaba poniendo en práctica.

También en este mismo segundo hay quien está luchando por su vida, por su salud, en un quirófano o fuera de él, en un conflicto bélico o víctima del terrorismo o prisionero por culpa de sus pecados o incluso batallando por su justa libertad.

En este mismo segundo hay quien está celebrando un cumpleaños, o una boda o un bautizo o incluso una comunión; quien se inicia en una religión o se marcha asqueado de aquella que ha tenido fe toda su vida.

En este mismo segundo alguien está dejando su país en busca de fortuna, bienestar; también en este preciso segundo hay quien está sufriendo y lamentándose por haber dejado su patria; seguro que en este mismo segundo hay personas subidas o apunto de subir a una patera, cruzar fronteras sin papeles o viviendo el éxodo tras una alambrada.

En este mismo segundo una madre está dando el pecho a su hijo con amor y ternura; en este mismo segundo ha nacido un bebe, otros han muerto y alguno lucha por respirar dentro de una incubadora.

Es este mismo segundo un progenitor está golpeando a sus vástagos o a su cónyuge hasta quedarse exhausto o matarlos; igual es su primera su quinceava o su última vez .

En este mismo segundo alguien comienza sus vacaciones con felicidad y otros van a trabajar con hastío; también puede que unos comiencen un nuevo trabajo y otros están sentados en el despacho de su jefe recibiendo el finiquito o la noticia de que ya no tienen que ir a trabajar; también hay quien en este momento está sentado comiéndose un simple bocadillo esperando que se haga la hora de volver al trabajo mientras aparta las moscas con la mano; también hay quien no trabaja y vive su sueño lleno de lujos o debajo de un puente o incluso tumbado en una calle o durmiendo dentro de un cajero con el cuerpo lleno de mugre.

En este mismo segundo alguien está decidiendo salir de las drogas, o entrar en ellas o en el alcoholismo o en la ludopatía; también en este mismo segundo alguien está siendo atracado, o acaba de ganar dinero por azar o le acaban de avisar que su nuevo corazón, hígado o pulmones le va a ser trasplantados.

También en este mismo segundo alguien se está contagiando de SIDA o descubre que padece Cáncer, Alzheimer o Parkinson...

También en este mismo segundo haya quien esté conduciendo hacia su casa escuchando la radio o su música preferida o esté durmiéndose en el volante o estrellándose contra otro vehículo.

En este mismo segundo alguien está escribiendo y otros están leyendo...

…y suma y sigue

.. y así cada día.

domingo, junio 29, 2008

Nueva Dimensión: La crónica de las paraciencias.

Espiritus, fantasmas y otra clase de aparecidos.

1.Adam Moya Archer ve muertos.

El jueves por la mañana entré en la habitación de mi sobrino (anteriormente la mía y con anterioridad la de mi madre y en un principio la de mi hermana…) y me dirigí al ordenador. Mi sobrino dormía, con la ventana abierta y la persiana abierta. Entraba bastante luz de la calle algo que también sucede por la noche. En eso Adam se despierta y me dice: “Tito anoche vi un fantasma, estaba sentado en la silla donde estas tu, mirando fijamente la pantalla apagada del ordenador.”

Yo le comenté que igual lo habría soñado. Él me dijo que no. Rotundo. Lo había visto con sus propios ojos y que del susto había roto a llorar. Me describió al “supuesto” espíritu, me dijo que era un hombre, delgado, de 1,70, iba como vestido de enfermo de hospital (al lado de casa tenemos la residencia de la Vall de Hebrón). Dice que el aparecido no se percató de su presencia, pero hizo notar su llegada con una serie de portazos que le despertaron y que antes de darse cuenta de su presencia Adam pensó que eran producidos por el viento. Dice que Glondris uno de los gatos estaba durmiendo con él pero que no se dio cuenta del fantasma. Lo cierto es que el gato había pasado la noche con él.

El niño lo comenta a Miguel ya su hermana. Se molesta que no se lo acaban de creer. Yo en cierta forma si, aunque con el paso del tiempo me he vuelto más mentalista pienso que los sueños tienen algo que ver en ello.

La sorpresa llega más tarde, cuando bajo a buscar el correo. Encuentro una esquela en el pizarrín de corcho de la comunidad de vecinos. El vecino del 7º 8ª, dos pisos más abajo que el mío (y de semejante estructura al que ocupamos) ha fallecido y se comunica donde se va a celebrar su sepelio. Un escalofrío me recorre de arriba abajo.

2. Roy Edward Archer ve muertos.

Hace unos años, mucho antes de conocer a Miguel, en la época que yo trabajaba en la radio sucedió un fenómeno muy parecido en mi casa. Éste lo vivió mi padre y reconozco que yo tuve la culpa porque al parecer me traje al “okupa” etéreo después de realizar un ritual de rompimiento de malos rollos cerca del cementerio de Montjuic. Os pongo en antecedentes. Por aquel entonces realizaba un programa de radio llamado precisamente Nueva Dimensión. Es un programa que sufrió muchos cambios de cara, forma y de medio. Ya que se inició en la radio, tuvo una larga (y fructífera) etapa televisiva y luego sufrió su declive en Internet, cuando ya, cansado de brujos, brujas, videntes y “videntas” decidí darle a mi carrera otra nueva oportunidad. En la etapa radiofónica conocí a muchísima gente, gente del sector, algunos buenos, otros malos y otros más bien olvidables. Pero también gente curiosa y divertida. Una de estas personas llamada “Ambar Esmeralda” era una bruja, vidente, con mucho desparpajo y que realmente amaba su profesión. Podía hablarte de brujerías como el que habla de recetas de cocina o de coleccionar puntos de libro, o hacer macramé. Era una apasionada de lo suyo.

Tratar de catalogarla en su trabajo (es decir si era buena o mala) eso es otra cosa. Sabía mucho de recetas caseras de magia, y las oyentes del programa la adoraban porque siempre tenía algún remedio casero para mal de amores, fortuna, apartar energías etc etc… Todo muy “IKEA”. Era una vidente muy particular. Detestaba trabajar con luz; un día fue a su consulta y tuve la sensación de encontrarme en el pasaje del terror pero sin sustos, eso sí golpes con los muebles me lleve unos cuantos. Me leyó las cartas a la luz de una vela y no dejaba de quejarse de que allí había demasiada luz.

Trabajar en medios de comunicación es muy competitivo (aunque sean locales) y cuando se trata de programas esotéricos, en los años que estos fueron un autentico “boum“ más aun, sobre todo cuando el resto de emisoras se peleaban por tener el mayor numero de videntes para exprimirles los cuartos a base de venderles minutos de emisión. De eso ya hablaré en otro momento…

“Ambar Esmeralda” me dijo en una ocasión que alguien me estaba haciendo un “yuyu” para que no avanzase en mi trabajo y apartarme de mi camino. Curiosamente eso también lo dijo a una amiga un vidente muy bueno de Barcelona antes de morir de forma misteriosa (él le dijo a ella antes de fallecer que le estaba “trabajando”) Así que acepté su sugerencia y me dijo que qué podría hacer. Me comentó que lo mejor era realizar un ritual de rompimiento con energías negativas pero que ella no lo iba a hacer sino que tenía que ser yo quien lo hiciese. Me pasó una lista con ingredientes, todos muy sencillos de buscar (bueno menos la ceniza de muerto que eso me costó horrores y hablo en serio) y me añadió en la nota que tenía que enterrar el mejunje en un frasco cerrado el cual no debía abrir bajo ningún pretexto y enterrarlo en un cementerio o en su defecto muy cerca de él.

¿Os preguntaréis si lo hice? Pues sí, con un par de sorpresas de por medio. La primera era el día que fui a enterrarlo. Me acompañó un amigo. Eran más o menos las 12 de la medianoche y fuimos con coche a una de las entradas del cementerio de Montjuic. Estaba cerrado así que dentro del recinto no podía enterrarlo. Me metí tras unos matorrales con el bote lleno de mejunje y con una barra del coche para hacer el agujero donde enterrarlo. Mi amigo me esperaba en el coche con la puerta abierta. Me pongo a cavar (Si se le puede llamar eso cavar) y de repente escucho el ruido de un coche y un frenazo. Oigo dos puertas que se cierran y alguien hablando con mi amigo. Dejo de golpear el suelo con la barra antirrobo. Escucho que se identifican como policías. Yo miro el frasco, miro la barra y me entra un bloqueo que no se qué hacer. Espero que mi amigo les diga que estoy meando. En eso oigo como me llaman. Me piden salir. Lo noto nerviosos. No sé si tomar la barra del coche y el frasco. Tras insistirme una segunda vez no me lo pienso y aparezco de entre los matorrales con la barra en una mano y el frasco con el liquido blanco en la otra. Uno de los policías (que iban de paisano) me dice que suelte la barra. No leva arma ni nada, pero me lo dice en tono amenazador. También noto miedo en sus palabras. Yo sigo caminando poco a poco y deposito la barra sobre el maletero cerrado de mi coche. Me preguntan qué estoy haciendo allí y yo tardo un poco en contestarles. Al final opto por decirles la verdad. Se lo cuento. Esperando o una risotada o una visita a los calabozos.

Uno de los policías agarra el bote y lo mira extrañado, me pregunta que lleva en su interior. Le enumero los ingredientes (menos la ceniza de muerto por supuesto…) Estoy temiendo que se disponga a abrirlo allí mismo o tras llevarnos a comisaría abrirlo delante del comisario o de un juez o de alguien que ose desenroscar el bote. Por un momento me imagino la escena final de “En Busca del Arca Perdida” cuando los nazis abren el arca de la alianza y salen de ella cientos de espectros. El policía no lo abre. Debe ser supersticioso. Me pregunta que para que entierro eso allí. Le comento que una vidente me ha dicho que tengo mal de ojo y que debo entrar ese frasco al lado de un cementerio. Yo tiemblo, ellos también. Es una situación muy extraña. Rezo para que no me entre la risa tonta “ya te reirás luego cuando se marchen o cuando estés fuera del calabozo” Pienso. En mis rezos pido que no abra el frasco ni que le de por beber un poco del contenido. Entonces les pregunto “¿Si a alguno de ustedes le dicen que tienen mal de ojo y que un velón se lo va a quitar no intentarían por lo menos alejar las malas influencias de su vida?” Los dos policías se miran, uno de ellos me pregunta “¿Y esto funciona?” a lo que yo le contesto “No lo sé. Pero por lo menos lo intento y salgo de dudas”.

Se hace un silencio. El poli me devuelve el frasco y me dice que siga con mi “ritual” Supongo que para ellos sería más embarazoso tratar de justificar que han detenido a dos tipos enterrando un frasco misterioso en un cementerio que yo mismo tratar de explicárselo al comisario. Al final se marchan. Sin apenas despedirse. Yo me quedo de pié con mi amigo al lado temblando como si acabásemos de teletransportándonos al corazón del Polo Norte. El coche desaparece. Y comenzamos a reírnos de forma nerviosa. Yo corro hacia los matorrales y después de varios golpes con la barra sobre el suelo entierro (como puedo) el frasco, junto al muro del cementerio.

Pasan los días y la anécdota se convierte en risotadas por aquellos que nos escuchan. Personalmente no noto ningún cambio a mi alrededor. Yo no. Quien sí lo nota es mi padre…

Un día me dice que saliendo de la habitación por la noche, para ir a beber a la cocina se encontró como una figura indefinida justo en el pasillo que da de la cocina al comedor. Mi padre se asustó pero también pensó que se trataba de que se acababa de despertar y aun estaba medio somnoliento. Además la aparición duró muy poco. Cosa que si sucedió la segunda vez que se encontró con ella. Porque se trataba de una mujer, vestida con ropas antiguas y que se encontraba en medio del comedor mirándolo todo como si estuviera desconcertada.

En esa ocasión era por la tarde y mi madre y yo estábamos en casa de una vecina. Nos llamó corriendo asustado y nos contó lo que había visto. En seguida me miro y me preguntó mosqueado “¿Qué es lo qué has hecho?” Yo les conté a mis padres el ritual y lo sucedido con los policías (hubo risas) Mi padre me pidió que hablase con “Ambar Esmeralda” para ver qué puñetas había sucedido. La llamé y un par de días más tarde vino a casa a “limpiarla” Me dice que me había traído un espíritu conmigo, supuestamente atraído por la energía del ritual. No era un espíritu maligno sino alguien que había muerto hace muchísimo y que se negaba a desprenderse del plano terrenal. Me añadió que eso era muy común y que la totalidad de los cementerios estaban llenos de almas no evolucionadas que se resistían a pasar definitivamente al otro lado. La energía del ritual la había atraído y me había perseguido hasta mi casa.

sábado, junio 28, 2008

Cosas de locos

No, no se trata del título de una nueva “sit com” aunque podría serlo. Lo que voy a contra sucedió hace un par de días aproximadamente en una de mis visitas a mi hermana a la planta de psiquiatría del Duran i Reynals (Hospitalet). Había ido a visitarla con los niños. Cuando acabó la visita me pidió que le acompañase a su habitación ya que tenía un regalo para mi sobrina, una agenda de la Barbie (por cierto ahora a la niña le ha dado por pedirme una Barbie, no sé si para coleccionar o para jugar con ella) Después de salir de la habitación me encontré con un tumulto de gente compuesto por enfermeros, pacientes y visitantes como yo. A veces si no te fijas detenidamente llegas a confundir pacientes con visitantes ya que algunos de los internos van vestidos de calle.

Pues bien mi hermana y yo nos detuvimos en medio del mogollón. En el grupo destacaba una enfermera bajita y regordeta que no hacía más que organizar a los presentes con mucho sentido del humor. Detrás de ella un grupo de pacientes la miraba embelesados, menos una mujer muy bajita. Ésta no hacía otra cosa que mirar como escudriñando concienzudamente a mi hermana. Lo hacía en silencio, con los ojos medio entornados y la boca prieta. Al principio la confundí con una visitante como yo. Iba con una camiseta “Dolce and Gabbana” y su aspecto no era tan descuidado como el de resto de los allí presentes (incluido yo mismo jajajaja lo que me recuerda que me he de cortar el pelo y repasarme la barba.)

Justo antes de marcharme la mujer da un golpecito en el hombro a la enfermera, que andaba de cháchara general con risotadas incluidas y con una seriedad que rozaba lo espectral le comenta como si fuese una especie de Jessica Fletcher: “Enfermera esa mujer (refiriéndose a mi hermana) ha asesinado esta noche a la Señora Pérez”. La enfermera deja de reírse se la mira luego mira a mi hermana. La pobre Caroline no hace más que decir (como puede): “¿Yo?¿Qué he hecho?” Yo comienzo a reírme y le digo: ¡Anda Carol ahora eres una asesina!” En eso mi hermana comienza a reírse y con ella la enfermera y el resto de pacientes. La señora se queda agazapada y cabizbaja detrás del público congregado. La enfermera es la que más se ríe, bueno ella y un paciente, un tipo como un armario ropero, joven y con una risa caballuna que hiela la sangre. “Como te quedes aquí una tarde escribes un buen “Best Seller” Me dice sin dejar de reír. Hay mucho de cierto en lo que dice. La locura no deja de ser es algo terrible, espantoso, pero la vez fascinante.

viernes, junio 27, 2008

Calabazas, calabacines y calabazones.

Hoy ha sido el día de ir a buscar notas al colegio. Esta vez no he sido yo quien ha ido a buscarlas sino mis sobrinos, a mí me ha tocado el rol que ejercían muchos años atras mis padres.

Recuerdo bien los últimos días de colegio. En un principio me gustaban porque llegaban las vacaciones y no había que madrugar y bajabas a la calle a jugar o venían amigos a casa. Pero también tenía su parte negativa ya que era la hora de enfrentarse al final de curso y a numerosa ristra de cateaos que conseguía llevaba atados a uno de mis tobillos (elegid el que más os guste) igual que si fuesen aquellas bolas que llevaban los presos en las películas de “Charlot” o en las de piratas de “Douglas Fairbanks”. Es curioso, ahora soy yo quien da el sermón a los niños. Es una sensación extraña sobre todo cuando yo no soy he sido un claro ejemplo a seguir ya que nunca fui buen estudiante. Era más bien del género desastroso, caótico y despreocupado. Mi madre decía: “El niño no es tonto. Es más bien despistado.” Siempre estaba en la nubes, volando, con mi tabla de surf, igual que Estela Plateada (Silver Surfer) el superhéroe más insípido de la Marvel Comics Group.

Hoy ha sido a mi sobrina la que le ha caído la bronca más grande. Le han quedado tres (a Adam sólo una Catalá para mí sin importancia) y es curioso, ella ha utilizado conmigo las mismas excusas y argumentos que yo utilizaba con mis padres. Debe ser un patrón universal (o igual es cosa de memoria genética…) Lo que son las cosas yo he utilizado la amenaza como arma como también hacían mis padres, no sé si está bien o no, pero he recurrido a ella como el que pilla una tijeras de podar cuando el Doberman del vecino te ataca inesperadamente surgiendo como una fiera por detrás de los setos de tu jardín.

Mi amenaza ha sido sacarla de este colegio (que tanto le gusta pese a la indiferencia de algunas de sus compañeras) si no mete caña y para finales de julio no se saca las que le quedan (Lengua Castellana, Catalá y Matemáticas) y con ello salga limpita de 1º de la ESO (que para el colmo acaba de repetir) le he prometido matricular en el Patronato Ribas un colegio con bastante mala fama y del que pude comprobar in situ durante uno de los seis meses peores de mi vida escolar. Precisamente cuando mi madre se emperró que debía sacarme el titulo de FP (delineante) mientras estudiaba Artes Aplicadas por la tarde.

Le he dicho que a partir de ahora tiene la salida inmediata del cole encima de su cabeza, sí, sé que eso es presionarla pero es por su bien ya que el pasotismo la acompaña todo el día como si fuese su sombra. Ella ha intentado negociar conmigo. “¿Y si sólo apruebo una? ¿O dos?” “Creo que sólo me voy a quitar mates de encima…” Me he negado en rotundo. Tajante. O todas o cambio inmediato de cole. Tiene ayuda y todo el tiempo del mundo. Se acabaron levantarse y acostarse tarde, jugar con los videojuegos y requeté mimar a los gatitos. Ha habido lagrimas, ya lleva varios días de llorera por el tema “futurible” cambio de colegio. En eso se le parece muchísimo a su madre. Mi hermana recurría a las lagrimas con la misma facilidad que las moscas se posan en los truños de perro de las calles (ahora con tanta higiene perruna muchas han tenido que cambiar de dieta y suelen posarse en caras de bebes, bocatas de chorizo, o tortilla, Nocilla (Nutella) o de lo que sea…)

A lo que iba. Precisamente ayer me recriminó que yo no había sido buen estudiante. “Sí, claro yo he de sacar buenas notas ¿Y tú qué? ¿Tú también suspendías?” Esas frases me tocan soberanamente los huevos y de muy mala manera. Quizás lo peor que llevo de mi “paternidad” (bueno el desorden es otra espinita) son los putos chantajes emocionales. Trato de controlarme cuando me asaltan y se me suben a la chepa en plan cowboy pero a veces no puedo y les mando a cagar a la vía del tren (que hace falta grava, les añado…)

Ya sé que no debo dejarme dominar por mis anteriores fracasos escolares. Ni dejar que ellos lo tomen ni como ejemplo ni como excusa para atizarme con ellos. No es algo fácil. Trato de torearlo lo mejor que puedo. Pero no puedo evitar, de vez en cuando, llevarme una buena empitonada.

miércoles, junio 25, 2008

Nueva Dimensión: La Crónica de las Paraciencias.

1.Los Malditos: Muerte prematura
¿Os gustaría conocer una historia relacionada con el mundo de la magia? Me refiero a una buena historia de magia, de la buena y no me estoy refiriendo si es magia blanca, verde, roja o negra sino una magia hecha por una persona conocedora del tema, con muchos años de preparación, provista de un don para los sortilegios y las invocaciones. Concienciada con lo que hace. Conocedora de sus poderes. No es fácil encontrar personas de ese calibre. Hay muy pocas. Casi contadas con los dedos de la mano. Son seres con una vida interior calibrada al más mínimo milímetro y capaces de hacer el bien o el mal con una fuerza fuera de lo normal.

Voy a contaros una historia. Sobre magia negra. Lo que os voy a contar lo viví de refilón, cuando estudiaba parapsicología con “Mr Esceptico”, aquel profesor que no creía en la influencia de los espíritus en el terreno de lo paranormal. Los allí reunidos aquel día pudimos ver el detonante mágico, el causante del mayor mal que un ser humano podría hace a otro.

Aquella tarde estábamos esperando la llegada de “Mr Esceptico” a clase y vimos que se retrasaba. Al cabo de media hora aproximadamente llegó, con el rostro descompuesto. Nos metió en la clase y nos contó la causa de su estado de ánimo.

Nos dijo que venía de un entierro. De una chica joven, paciente suya, que había acudido hacia unos meses para tratarle de un tema relacionado con una depresión. No se tratada en si de una depresión normal, era algo más complejo. Entre otras cosas había perdido mucho peso y cada día que pasaba se sentía más débil. No se trataba de un caso de bulimia ni anorexia ya que la chica comía normalmente. Su madre la había llevado a hacerle un chequeo urgente pero los médicos no daban explicación a su malestar. El diagnostico más cercano era que sufría neurosis obsesiva. Ella decía que la culpa de todo la tenía su ex novio. No paraba de repetirlo.

Al parecer la chica había mantenido relación con un tipo bastante dominante, de esos cuyo lema era: “Si no es conmigo no es con nadie.” El carácter dominante del sujeto le molestaba soberanamente por lo que un día decidió mandar la relación a paseo. Él montó en cólera y le juro que acabaría con ella. Lo peor del caso es que varias semanas después de cortar la relación ella descubrió que estaba embarazada. No quiso tener el niño por lo que decidió abortar. Por motivos que no recuerdo él se enteró y la llamó por teléfono maldiciéndola y amenazándola con matarla.

La chica sufrió una crisis nerviosa producida por la tensión que se agravó un tarde cuando recibió un paquete sin remitente en su casa. Ella lo abrió sin imaginarse que es lo que se encontraba en su interior. Y allí estaba, el detonante, el interruptor que acabó con su vida en menos de un par de meses. ¿Os preguntareis qué era ese detonante? Pues os lo explico: Dentro de un frasco de cristal se encontraba una diminuta figura fabricada de forma esmerada como marfil y que se asemejaba a ¡un feto humano!

Mr Esceptico nos lo enseñó, daba verdadero repelús, sobre todo por lo que representaba. Se lo había dado la madre de la chica para que se lo pasase a “Mr Creyente” (que era policía), por si se podía inculpar a alguien por ello (cosa que no fue posible) y para destruir la energía concentrada en ese horrible y sorprendente objeto. Por lo que a nosotros respecta nunca supimos si al final se deshicieron de él.

2. Los Malditos: Magia de encargo
Bien, ahora que estamos hablando de magia, de magia negra os voy a contar otra historia. En esta si me vi involucrado yo como víctima. Sé que me hicieron magia negra porque la persona que me lo hizo me lo dio a conocer. Es curioso porque con esta persona no tenía nada en concreto, es más aun de su siniestra presencia (se denominada Novia de Satán y era bastante famosa en el circulo esotérico de la península), me tenía cierta simpatía. Pero a ella le pagaron para hacerme daño y si pagan ella trabaja sea fulanito o perico de los palotes. Se quién pagó por ese trabajo, siempre he esperado tner constancia de que ha o esta sufriendo lo mismo que sufrí yo por lo que hizo, y se con que lo hizo. Ojo, la persona que lo hizo, la novia de Satán sabía muy bien lo que hacía. Estaba muy bien preparada, su trabajo era una filigrana.

Sucedió cuando yo me encargaba de los reportajes del programa En el Umbral del Misterio en Televisión de Hospitalet (TLH) uno de los realizadores se había enamorado de una amiga mía que creo que ya hable de ella en este blog porque fue la que predijo la muerte de mi madre ocho meses antes de que sucediera (ella no tenía nada que ver, siempre sospeche que fueron otros, ya hablare de la extraña muerte de mi madre y de los sucesos acontecidos durante el periodo de su muerte y que guardan relación con el mundo paranormal). Bueno, a lo que iba. En esta ecuación amorosa había una tercera persona, una tarotista aficionada a menear el culo de la botella que deseaba que su hija se liase con el maromo. ¿Y qué pinto yo en todo esto? Buena pregunta. La tipa quiso liarla primero entre nosotros haciendo que el tonto baba se pelease con mi amiga para así conseguir su objetivo. Lo mejor era provocarlo a él conmigo de esta forma mi amiga tendría que tomar cartas en el asunto y concluir o no la relación (qué me recuerda eso…) En uno de los programas el tonto baba conoció a la Novia de Satán e hicieron buenas amigas, ella me dijo que lo había invitado a comer a su casa y él le había encargado unos trabajitos, entre ellos, y sin de momento yo saberlo, el mío. Fue por aquel entonces que me desapareció un objeto personal de mi mochila donde llevaba los guiones y los cds que usaba para insertar música en los reportajes, luego descubrí que lo tenía la Novia de Satán ya la última vez que hablé con ella me dijo que se lo había dado el tonto baba.

Un día desperté con un dolor horrible de estomago, tan horrible que tenía que doblarme y casi revolcarme por los suelos. Intenso e insoportable. No había ni fiebre ni vómitos solo dolor. Fui tres veces de urgencias y las tres veces no me encontraron nada. De vez en cuando se me pasaba. Pero duraba poco. Lo más sorprendente de todo es que no había perdido el apetito. Comía como nunca, pese al intenso dolor aun conservaba las ganas de comer. Aquello duró unos días. Tuve suerte de que conocía a gente del mundo esotérico que me pudo echar una mano y no llegar a peores. También tuvo suerte el tonto baba y las brujas (la novia de Satán y la vidente desequilibrada) de que me enterase de lo sucedido cuando ya no tuve al sujeto a mi alcance. La Novia de Satán murió un par de años antes de enterarme yo de su “encargo” no me pidió disculpas por ello. Le habían pagado y era su trabajo. A la vidente beoda las cosas le fueron tan mal que acabó desquiciada y hundida en la mierda. Se separó y su marido se hizo cargo de sus hijos, que por cierto la detestaban (esto me lo comentó una amiga común). El tonto baba cortó con mi amiga. No sé qué fue de su vida. Espero que mal porque fue uno de los personajes que más daño ha hecho a mi trabajo ( y al de más personas ¿no es así Dani y Juanjo?) y en toda mi vida y no se lo perdono así que ojala se pudra y reciba su merecido ya sea en esta o en otra existencia.

Lo que son las cosas

El verano suele traer sorpresas. Hace unos días mi sobrina se quejaba de que no tenía amigas. Ahora lleva una semana con una vida social imparable. Precisamente la amiga que no la invitó a su cumpleaños la llama cada día para quedar con ella, salir a jugar, o a la feria del barrio que han puesto con motivo de las verbena o incluso venir a casa a ver a los gatitos. Otras compañeras (por cierto la niña robot se ha propuesto enseñarle a estudiar y a que apruebe todo con buena nota) y otras más ya se han pasado por casa para jugar, requetemimar a los gatos (están planeando un bautizo para los mishinos) y cantar con el SingStar. Le que ahora apenas tiene movimiento de amigos es Adam. O bien han desaparecido o ya ha tenido suficiente sobredosis durante su estancia en Mallorca la semana pasada.

Eso sí, ahora en casa ve mucho, pero que mucho cine.

martes, junio 24, 2008

Sir Richard Archer "El Foscardiano"

Acaban de enviármela desde uno de los estudios de videojuegos que trabajan para Atari. ¡Me he quedado a cuadros! Pero me he reido horrores. ¡Estoy que rompo! ¡Aparatos orcos, elfos oscuros y demonios de la cavernas! ¡NO PASAREISSSSSS!

sábado, junio 21, 2008

Todo es sacrificable

Se sentó cómodamente, en su nuevo sillón, de su nuevo salón, de su nueva casa. Se acababa duchar, ponerse la bata y enrollarse la toalla sobre la cabeza. Había sido un día muy ajetreado colocando las cosas en su sitio, tras organizar, limpiar y clasificar. Puso la televisión en marcha. Fue saltándose canales. Uno a uno. Del primero al cuarentavo. “¿Por qué a todas las cadenas les da por poner anuncios a la misma hora?” Pensó. Pese al agotamiento se sintió muy a gusto. Todo estaba en orden.

Entonces se dio cuenta de que no; aun quedaba un detalle. Se había olvidado de colgar uno de los pequeños cuadros en la pared del comedor. Éste reposaba en el suelo apoyado contra la pared. Parecía un niño pequeño que pedía desesperadamente que lo aupasen.

Se levantó. Con lo cómoda que estaba. Tomó el cuadrito, un clavo y un martillo. “Sólo serán dos golpes” Se dijo a sí misma. “Ni los vecinos se enterarán.“

Colocó el clavo sobre la pared, donde justo quería que estuviese colocado el cuadro, levantó el martillo y golpeó con firmeza sobre el pequeño trozo de metal.

-¡Ayyyyyyyyyyy! - Escuchó de repente.

Ella se sobresaltó. Una gota roja, intensa se deslizó por la pared. Parecía sangre.

-¿Quién ha gritado? – Preguntó ella alzando lentamente el martillo a modo de defensa.

- ¡Me has hecho daño! – espetó alguien desde el otro lado.

Por un momento pensó que se trataba de un vecino que en ese momento se encontraba al otro lado de la pared pero aquella pared no daba a ninguna otra casa.

-¿Quién eres? – Preguntó ella ya con más curiosidad. La pared había dejado de sangrar.

-Me llamo Tobias. Tobías O´Connor. Soy uno de los obreros que construyeron estos apartamentos . ¿Con quién tengo el gusto de hablar?

- ¿Yo?... - Musitó ella como si en ese momento hubiesen más personas en la sala. – Me llamo Violeta… Violeta Twain... ¿Qué haces detrás de mi pared?

- Es una larga y extraña historia. – Comentó Tobías en un tomo entre cordial y resignado - Soy obrero casi desde que nací. Podría decir que toda mi vida me he dedicado a la construcción. Soy especialista en cemento. Los sé todo sobre el cemento. Pero ahora no te quiero molestar hablándote de este material… - se excusó desde el otro lado de la pared. - Hace unos meses me encargaron la supervisión de las paredes de este edificio... Por cierto ¿sabes qué este rascacielos había sido anteriormente un lujoso hotel?

- Nnno... – Contestó ella. Lo cierto es que se sentía un poco absurda hablándole a una pared.

-Pues si uno de los hoteles más altos del mundo y más lujosos. Pero con la crisis… Ya sabes el negocio se fue rápidamente al garete y a los dueños de esto les salía más rentable convertirlo en un edificio de apartamentos. Pues bien. Los cimientos estaban en muy buen estado pero las paredes que los rodeaban necesitaban ayuda urgentemente. Y aquí entre en escena yo. Mientras supervisaba los arreglos me comentaron de la existencia de un nuevo tipo de cemento. Un cemento que funciona como un espray, pero de grandes dimensiones. Acercas la boquilla hacia donde quieres aplicarlo y en cuestión de segundos sale una especie de espuma que se solidifica con al contacto con el aire en cuestión de segundos. Toda una ventaja para trabajar rápido pero todo un riesgo para quién la manipula ya que prácticamente la hace indestructible y tal como se aplica tal como se queda. Como había oído que yo estaba aquí y que era el mejor de los mejores me ofrecieron experimentar con ello. Yo, como no le tengo nada de miedo, es más aprender a manipularla abriría nuevas puertas a mi profesión me ofrecí encantado. ¿Estás ahí?

- Si, si… perdona te estaba escuchando.- Contestó ella. había tomado una silla y se había sentado muy pegada a la pared para escucharlo mejor.

- ¿No te estaré entreteniendo?- Comentó él desde el otro lado.

- No, no… En la tele no dan nada interesante y no tengo aun nada de sueño… - Entonces se dio cuenta de algo. Diciendo aquello había sido muy poco considerada. Trató de rectificar. - huy, perdona creo que esta frase no ha sido muy apropiada.

- No te preocupes. – Contestó él sin darle la más mínima importancia - Pues bien, una buena mañana me subí en el andamio, justo hasta dónde está tu apartamento. No iba solo. Me acompañaba un supervisor, el jefe de obras y el dueño del edificio. El agujero que debía rellenar era profundo. No te puedes imaginar lo densos que son los muros de este edificio… Los obreros había hecho un buen agujero donde yo podía meterme y desde dentro ir rellenando el hueco con el cemento, recular hasta el andamio y conseguir arreglar el agujero y dejarlo así todo bien finiquitado. Tuve que meterme cargado con la manguera mientras fuera esperaban mis órdenes para poner en marcha la bombona. Todo comenzó a ir bien y pude arreglar gran parte del desperfecto de la pared. Aquel cemento era una maravilla. No había que esperar a que se secara y cuando se endurecía era más duro que un diamante. Pero como decía mi padre: “No te fíes de los demás mientras los tengas a tus espaldas.” ¿Por qué me habría olvidado yo de esos sabios consejos? Pues bien el producto era bueno lo que no era nada bueno era el material, sobre todo el de la manguera. Supongo que querían ahorrarse algunos gastos. Así pues la manguera tuvo una fuga, una considerable fuga y en menos de lo que canta un gallo casi todo el hueco se llenó de cemento conmigo dentro. Cuando la masa se solidificó sólo quedaban varios rescoldos de aire. Suerte tuve de no llenarme todo el cuerpo de aquel producto. Me quedé atrapado por las manos los pies, parte de la cabeza y la parte superior de la cintura.

- ¿Y no trataron de sacarte de aquí? - Preguntó ella, llevándose las manos hacia el pecho en señal de angustia.

- Era imposible. No se podía hacer nada conmigo.

- Pero… ¿Cómo comes? ¿Como bebes? ¿Como…

- Eso fue lo más sencillo. – Contestó él. – Todo tiene arreglo si tienes al mejor plomero del país bajo nómina y una o dos o tres buenas tuberías a mano.- He de reconocer que todos se portaron muy bien conmigo. Al final pudieron conectar varios desagües a mi cuerpo. Bebo agua de un conducto. Para la comida hay un sistema de tuberías que me administran alimentación tres veces al día. No tengo problemas para el baño ya que ese problema también está bien resuelto. Si te asomas al exterior verás que colocaron una rejilla sobre el lugar donde había el agujero. De allí me entra el aire para poder respirar.

Violeta se levantó de la silla. Abrió la ventana y se asomó. Afuera hacía mucho frió. Varios dirigibles con divertidos y llamativos anuncios de neón cruzaron ante sus ojos. La considerable altura contribuía más a ello. Vio la rejilla en la pared. Estaba bien disimulada. Apenas se notaba si no la buscabas. Cerró la ventana. Se quedó unos segundos en silencio. Aturdida. ¡Qué historia más increíble! Pobre hombre, toda su vida encerrado en esa pared. Sintió mucha pena por él pero también compasión.

Pasó el tiempo. Violeta se acostumbró a compartir apartamento con Tobías. Ella le hablaba de su trabajo como secretaria en una de las oficinas de los grandes rascacielos del centro. La parte más importante de la ciudad y la menos afectada por la crisis. Con ayuda de Tobías y con mucho cuidado había abierto dos orificios a la altura de los ojos para que él pudiera verla y viceversa. Ese momento fue muy especial para ellos. También pudo abrirle un orificio para la boca, de esta forma ella no tendría que acercarse más a la pared para escucharlo mejor. Tobías fue una gran fuente de consuelo para ella en muchos momentos, sobre todo cuando las cosas se le torcían y se sentía una desgraciada por culpa de sus superiores. Él le animó a estudiar y a mejorar. Le ayudaba en época de exámenes y celebraban los triunfos.

Después de eso llegó la época del amor. Tobías se declaró una tarde. Nada más llegar ella a casa de trabajar. Ya no era secretaria. Ahora ella tenía secretaria. Violeta no se lo pensó dos veces. Dijo el sí quiero sin musitar. No pudieron abrazarse pero sí pudieron besarse a través del orificio de la pared. Se casaron tres meses más tarde. Fue una ceremonia muy sencilla, casi inapreciable. Solo había un par de testigos, gente de mucha confianza, y un sacerdote.

Su vida fue muy feliz durante años. Hasta consiguieron tener dos hijos que dibujaron sobre la pared, de forma tosca, la silueta de cómo imaginaban ellos que podía ser su padre. Él les contaba cuentos sobre seres de cemento que habitaban un reino lleno de agujeros para tapar y les también les cantaba canciones de su época infantil, de cuando él era muy joven y su difunta madre se las cantaba para que él se durmiera.

Pero no todo iba a ser bueno en sus vidas. Una mañana violeta llegó a casa más temprano de lo habitual. Llegaba llorando, desconsolada.

-Violeta, amor mío ¿qué te pasa?- Le preguntó él sin poderse acercar a ella a consolarla.

Ella no quiso hablar. Se alejó de él y se encerró en su habitación. Tobías la llamó, desesperado. Casi quedándose sin voz. Podía escucharla a ella llorar por detrás de la puerta. Tardó una eternidad en salir de la habitación.

-Violeta, dime ¿qué sucede? ¿Qué te pasa?

- Es horrible. No puede ser.

- ¿Le ha pasado algo a nuestros hijos? ¡dímelo!

- No nuestros hijos están bien. Se trata de mi trabajo. Ha sucedido algo terrible – No pudo continuar rompió a llorar.

Cuando se calmó le comentó a Tobías lo sucedido. La mayoría de empresas del centro habían entrado en bancarrota. La crisis, esa especie de sombra oscura y siniestras les había alcanzado de pleno. Pero Violeta no lloraba por su trabajo en sí. Éste no peligraba. Como un gran pulpo que era, la multinacional donde trabajaba como directiva, la mejor de su promoción, le había conseguido un puesto importante en otra ciudad, a miles de kilómetros de allí. Ella, como Tobías sabían que si no lo aceptaba sería su perdición. No estaban los tiempos para despreciar una buena oferta. Y más aun teniendo dos hijos a los que alimentar.

-Debes aceptarlo.- Le insistió. - ¡No te puedes permitir que nuestros hijos pasen hambre! No lo permito!

- Pero qué pasará contigo.- Preguntó ella sin dejar de llorar. Se acercó a la pared y le beso los labios.

-No sufras por mí. Sabes que no puedo acompañaros.

Hubo un silencio sepulcral. Violeta trató de decir algo pero no pudo soltar palabra alguna. Sólo consiguió hacerlo pasados unos dos largos minutos.

- ¡No, no pienso abandonarte! - espetó ella.

- No tienes otra opción. Yo estaré bien. No te preocupes. – le dijo Tobías tratando de consolarla.- Sabes que no me puede suceder nada. Aquí estoy bien protegido. Tú no. Tú has de luchar por los tuyos... por tus hijos. Nuestros hijos… Eres la única que puedes hacer que sobrevivir en un mundo mucho mejor… juntos, a tu lado. –Ahora era él quien lloraba. Ella no pudo verlo. Pero Tobías tenía el rostro lleno de lágrimas.

Le costó convencerla. No fue cosa de horas si no de días, muchos días. La despedida fue dura. Fue un día antes de partir ella y los niños. Tobías le pidió a su esposa que tapase todos los agujeros. Que lo aislase del mundo. Ella lo hizo. El último orificio en tapar era el que estaba a la altura de la boca. Ella lo besó. Como nunca lo había besado. Ambos lloraron. Los niños también se despidieron de su padre. Él les planteó esa despedida como un juego. Como si él se iba de viaje y muy pronto se encontraría con ellos en su nueva casa, lejos de aquel apartamento. Ellos lo aceptaron. Tobías se sorprendió en cuan de inocentes eran sus hijos.

Una vez tapado el último orificio Tobías no volvió a hablar. Nunca jamás. Violeta pasó la última noche durmiendo junto a su amado sentada en el suelo, con la cabeza pegada a la pared. Ella le hablaba. Sufría pero Tobías no decía nada. Sólo escuchaba sus sollozos y lloraba en silencio.

Pasaron los años. Diez, veinte, treinta… Nadie de los que habitaron ese apartamento supo nunca que Tobías vivía tras aquella pared. Él los escuchaba, pero no participaba. No se sentía con ganas. Nunca más vio a Violeta. Ni a sus hijos. Desde su soledad se imaginaba millones de cosas. Todas aquellas cosas que un padre y un marido se pregunta sobre sus seres queridos. A veces, cuando dormía, soñaba que llegaba a casa. Libre. Sin ataduras. Violeta se encontraba en la cocina, podría pasar el tiempo y él siempre se la imaginaba joven y hermosa, como la primera vez que la vio. Ella lo recibía con los brazos abiertos y ambos se fundían en un cálido abrazo. Luego hacían el amor y salían al porche de su nueva casa para esperar la llegada de sus hijos y a los hijos de sus hijos. Siempre cuando llegaba ese momento Tobías se despertaba. Era una constante. Algunas veces por algún ruido al otro lado de la pared, otras por la llegada del alimento o agua que le seguían subministrando.

Tobías murió. Un invierno. Estaba ya muy viejo. Su corazón se cansó de latir. Nadie se dio cuenta de su muerte. Nadie. No hubo entierro, ni flores, ni siquiera quien le llorase. Pero por fin su alma fue libre. Por fin pudo disfrutar de su ansiada libertad.

Dedicado con mucho cariño a Riesgho. Este cuento hace mucho tiempo que rondaba por mi cabeza. Años. Por fin ha decidido salir a la luz. Sé que sabrás apreciarlo.

©Richard Archer

viernes, junio 20, 2008

Pago ergo copio.

Extraido de www.20 minutos.com:

"El CD y el DVD estarán gravados desde hoy con un canon digital de 0,17 y 0,44 euros, respectivamente, mientras que los teléfonos móviles o PDA -que dispongan de MP3-, con 1,10 euros, y los MP3 y MP4 con 3,15 euros, según ha establecido el Gobierno.

Las tarifas figuran en la orden ministerial del Ministerio de la Presidencia, publicada hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que entra hoy en vigor, y que, con más de un año de retraso, regula los soportes digitales sujetos al pago del canon por copia privada y las cuantías en cada uno de ellos, tal como estableció la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, que entró en vigor el 29 de julio de 2006.

Estas tarifas mantienen en general la propuesta inicial de los Ministerios de Cultura e Industria, dada a conocer el pasado mes de diciembre y que en estos meses ha sido estudiada por el Consejo de Consumidores y Usuarios y el Ministerio de Economía y Hacienda, aunque en el caso de los teléfonos móviles ésta ha bajado de 1,5 a 1,1 euros.

En esta relación de soportes y tarifas se propone también que los DVD-R pasen de estar gravados con 0,60 euros a 0,44 euros (-26,6%); mientras que para los escáner se mantiene un canon de 9 euros; las grabadoras de CD seguirán con el mismo canon, 0,60 euros; mientras que las grabadoras de CD y DVD pasan de pagar 6,61 a 3,40 euros (-48,5%).

El canon digital, que paga el fabricante pero que a posteriori repercute en el precio final, pretende compensar a los autores por los ingresos de dejan de percibir cuando se hace una copia de su obra, y por eso grava los soportes susceptibles de almacenar cualquier tipo de creación.

Esta orden ministerial actualiza el pago del canon por copia privada -en soportes que ya lo pagaban, como el CD y el DVD, e incluye otros nuevos, como los móviles.

Estas son las tarifas que establece el Gobierno:
  1. Grabadora CD: 0,60€ (0%)
  2. Grabadora CD + DVD: de 6,61€ pasa a 3,40€ (-48,5%)
  3. Soporte CD-R: de 0,22€ pasa a 0,17€ (-22,7%)
  4. Soporte CD-RW: 0,22€ (0%)
  5. Soporte DVD-R: de 0,60€ pasa a 0,44€ (-26,6%)
  6. Soporte DVD-RW: 0,60€ (0%)
  7. Memoria USB: 0,30€ (antes no estaban gravadas)
  8. Impresora inyección tinta: de 15€ pasa a 7,95€ (-47%)
  9. MF láser: de 15€ pasa a 10€ (-33,3%)
  10. U Autónoma Almac: 12€ (antes no estaban gravadas)
  11. Teléfono móvil/PDA MP3: 1,10€ (antes no estaban gravados)
  12. Escáner: 9€ (0%)"
Normalmente no suelo hacer comentarios de actualidad en este blog debido, entre otras cosas, a que prefiero que FIAT LUX permanezca lo más atemporal posible. Pero hay cosas que me superan y una de ellas es el tema de la SGAE (de la que me arrepiento y me siento sucio por formar parte de ella) Sí, lo confieso, soy socio de la SGAE pero espero que este estigma desaparezca en muy poco tiempo, verdad Dani…

Entonces:
Ya que pagamos canon por copiar éste ya no es un delito puesto que ya pagamos un extra por las copias, de esta forma ya sabéis: A copiar a saco que para eso pagamos. Y ojo que luego no nos vengan llamando ladrones, ni piratas.


Hipergrafía.

Tenía tan solo cuatro años cuando su padre le regaló su primer lápiz. Nada más ponerlo en su mano se sentó en su taburete y se puso a escribir. Sin parar. Sin descanso. Al principio le costaba horrores pero luchaba con todas sus fuerzas para darle forma a las letras y a que estas, a medida que iban apareciendo sobre la superficie blanca del papel, creasen palabras. Sus padres lo miraban con devoción. El niño tenía talento. Tenía madera de escritor. No paraban de repetirselo. Nunca les dejaba ver lo que escribía. Es más, lo hacía en soledad, sin descanso. Rellenaba libretas, diarios y pequeñas encuadernaciones que le fabricaban sus padres y las colocaba ordenadas cronológicamente en una estantería sobre su escritorio lleno de gomas de borrar, más lápices y docenas de sacapuntas. Era insaciable su sed por escribir.
A los siete años su padre le regaló su primer bolígrafo. Le costó acostumbrarse a él ya que cuando se equivocaba, o algo no le gustaba, tenía no podía borrarlo ya que las gomas de tinta sólo hacía que ensuciar el papel. Las odiaba y no permitió que ninguna entrase a formar parte de su escritorio. Prefería rescribir el texto en una hoja aparte y pegarla con delicadeza sobre el texto equivocado.

Pasaron los años y su afán de escribir continuaba sin haber descendido ni un ápice. Descansaba cada vez menos. Apenas comía y si lo hacía no soltaba para nada el bolígrafo. De esta forma no perdía el ritmo. Le daban ataques de rabia cada vez que tenía que atender la escuela, comer, ir a baño o dormir. Según él: “Perdía demasiado el tiempo”. Le costó pero consiguió dosificar las horas de sueño al mínimo para estar así cada día más concentrado en sus escritos. Un día su padre le regaló una computadora. Tenía procesador de texto. Aquello fue la revolución. Podría escribir con mayor celeridad, sin tener que tachonar y sin borrar ni sobrescribir nada. Aquello fue lo más maravilloso de toda su vida.

Lo más curioso de todo era que a ninguno de sus padres le importaba mucho que su pequeño genio llevase una vida aislada, siempre escribiendo, siempre rellenando párrafos con cientos de palabras. Tampoco se habían aventurado mucho a leer lo que él escribía. Siempre había sido muy receloso con mostrar su obra. Ya no tenía amigos, desde que se puso a escribir nunca los tuvo. Es más, los posibles amigos que poseía eran personajes que surgían de su imaginación; algunos decía, eran alter egos suyos que le retaban a escribir mejor e incluso superarles, otros eran verdaderas némesis, feroces como alimañas que disfrutaban hundiéndolo en la miseria.

Pasaron los años. Acabó la etapa escolar y gracias a ella pudo concentrarse más en su pasión por las letras. Apenas salía de sus habitación. Sus padres, orgullosos del talento de su hijo, lo dejaban tranquilo. Les gustaba oírlo teclear sin descanso día y noche. "Un día será un famoso escritor y seguro que nos sacará de la pobreza." Se decían con anhelo.

Cuando él cumplió los dieciocho ya no les dejó entrar en la habitación. Su madre, solía depositar la bandeja de la comida frente a la puerta. Muchas veces era devuelta sin ser tocada o sin apenas haber sido manipulada. Los vecinos comenzaron a quejarse. Llevaban demasiado tiempo soportando el ruido del tecleo y el ensordecedor sonido de la impresora conectada al ordenador. Amenazaron con llamar a la policía si no hacían nada al respecto. Como no querían molestar al genio, decidieron silenciar a los vecinos pagándoles una cantidad de dinero al mes por todas las molestias. Con ello se solucionaron los problemas y su hijo podría seguir escribiendo sin parar encerrado en su habitación.

Cuando se les acabaron los ahorros y se habían vendido la mayoría de muebles y enseres de la casa sus padres se pusieron a trabajar, en largas y agotadoras jornadas, de esta forma subsanaban las molestias causadas por el futuro escritor. "Todo en sacrificio de nuestro pequeño genio". Se decían para auto convencerse.

Primero murió su padre, de un infarto- Lo provocó la acumulación de agotamiento. Él no fue al entierro. No podía. Tenía mucho que escribir "Voy muy atrasado por culpa de malgastar las horas en sueño". Su madre murió dos años más tarde. De una embolia. Falleció sola, tirada sobre el suelo de la cocina junto con la bandeja de comida que había preparado con mucho amor a su hijo antes de irse a trabajar. Nadie se dio cuenta de ello hasta que el cadáver comenzó a apestar. Mientras, en la habitación el sonido del tecleteo no cesaba de oírse una y otra vez. Los Bomberos tuvieron que derribar la puerta. Ni los vecinos, ni los enfermeros, ni la policía habían conseguido que es escuchase el timbre para que les abriera.

Lo encontraron en su habitación. Sentado. Concentrado en la luminiscente pantalla del ordenador. Su pelo era largo, frondoso y raido. Llevaba una larga barba canosa, sucia, como el resto de su escuálido cuerpo. La habitación hedía horrores. La policía y el cuerpo sanitario tuvo que entrar con máscaras. Alguno de ellos vomitó en el pasillo o sufrío desmayos. Le apagaron el ordenador pero él ni se inmutó. Sus dedos seguían escribiendo, sin parar. Le quitaron el teclado y el movimiento compulsivo de los dedos no cesó ni un solo momento. Tardaron en darse cuenta que se había arrancado casi todas las uñas era para evitar que estas le molestasen cuando iban creciendo.

Había apartado la cama y el resto de muebles que ya no le servían para llenarlo todo de columnas de folios. Completamente ordenadas. Había escritos en el suelo, el techo y las paredes. También descubrieron textos sobre su piel, blanca como el papel, cuando consiguieron quitarle toda la mugre que lo envolvía.

Cuando los medios de comunicación le preguntaron a su psicóloga que es lo que él había escrito durante todos estos años dijo: Nada, nada interesante. Al no haber tenido nunca una vida rica en experiencias, algo que le sirviese por lo menos de inspiración, lo único que había escrito entre ese montón de papeles era sólo paja. Kilos... toneladas de simple y pura paja mental.

Dedicado a... bueno sólo yo se a quien está dedicado...

©Richard Archer

jueves, junio 19, 2008

Biblioteca mágica.

Abrió el libro, en blanco. Se concentró y paso la mano por una de las paginas. De repente ésta se llenó de letras y de imágenes. Abrió los ojos y lo que vio le gustó. Tardó todo un día en llenarlo. Allí escribió su vida, con cada uno de los detalles que en ella habitaban, hasta aquellos que apenas su mente consciente no recordaba. Cuando terminó colocó el tomo en la estantería. Junto al resto. En ellos había cuentos, largos, cortos, bonitos y feos. Cuentos encadenados e historias sorprendentes. Se acercó a la puerta. La abrió de par en par. Afuera cientos de personas, niños y mayores esperaban ansiosos poder entrar. Los invitó a entrar. Se sentó en su butaca, en el centro de la biblioteca. Abrió su bolso y sacó una rosa. La colocó en un jarrón fino de cristal tallado, frente a ella. Le gustaban mucho las rosas. El sol entraba por los grandes ventanales. Sus rayos iluminaban cada una de las mesas dándoles una aura majestuosa y a la vez cálida. Pese estar lleno de gente, leyendo ávidamente el silencio reinaba en aquel lugar.

Dedicado especialmente a HISTORIA y en honor a su Nick.

©Richard Archer


Un sueño hecho realidad

Aquella noche soñó que convertía en paseo, una rambla llena de transeúntes, estatuas humanas, kioscos de revistas, flores pequeños animales, fuentes de agua fresca y jubilados sentados en los bancos. Fue el mejor sueño de toda su vida.

Dedicado a Eli/LaRambla ex gótica y cada vez mas modernista.
©Richard Archer

Pulgas, piojos y garrapatas...

No hay nada que deteste más que aquellos parásitos que viven a consta de las ideas de los demás. Es curioso que hasta ahora no haya hablado de este tipo de personajes. Quizás porque no ha venido al cuento o porque no ha habido la ocasión propicia, aunque creo que ha sido para no darles el mayor protagonismo que se merezcan, en el caso de que se merezcan alguno. Si he sacado el tema no es porque ahora me encuentre en una encrucijada en la que alguien se haya aprovechado de alguna de mis ideas, que tenerlas las tengo y compartirlas me gusta compartirlas pero no que me las tomen de mis neuronas sin mi permiso y las manipulen a su antojo. Ante todo soy muy respetuoso con mi trabajo y con el de los demás, y de la misma forma admiro a quienes crean sus propias ideas y las aplican para beneficio de los demás (y ojo no para que los demás se beneficien de ellas). He sacado este tema a flote porque hoy en el blog de Mercedes Milá se ha abordado el tema sobre los pioneros, sobre aquellos hombres y mujeres que gracias a sus ideales han creado algo de la nada sin importarles apenas lo que hagan o digan sobre ellos.

Como ya le he contestado en su post: A mí también me gustan las personas que han partido de cero, los que se mojan, los que siguen un ideal hasta el final, aunque a veces no tengan claro el camino donde éste les va a llevar. Los admiro. Sobre todo a quienes caen varias veces en mitad del camino, pelándose las rodillas o las palmas de la mano, se levantan y prosiguen paso a paso con su lucha. ¿No creéis que una persona así merece el mayor de los respetos? ¿Qué no hay nada más noble con uno mismo que seguir los propios ideales, aunque los demás digan mil veces que te equivoques?

No hay nada peor que no intentar llevar un sueño a buen puerto. Nunca me han gustado las personas que no se mojan, aunque crean que su idea es la mejor del mundo. No poniéndola en práctica no demuestran prudencia, sino cobardía. Para mí los cobardes son aquellos que deciden cruzar el camino cuando otros ya lo han hecho. Sobre todo después de verter ríos de críticas y burlas hacia aquellos que han dado ese primer paso. No es de valientes recorrer lo que otros han cruzado con mucho riesgo para sacar provecho de ello.

No hay nada peor que aquellos que se apropian de las ideas de otros. No hay nada más rastrero e inmundo. No todo el mundo tiene la capacidad de ser tan creativo, eso es impepinable. Se puede ser nulo de ideas pero ser noble. Pero no ser nudo de ideas y ser una sanguijuela. Lamentablemente de eso existe mucho en el mundo laboral.

A ver crear algo nuevo es posible pero no fácil. El porcentaje debe rondar de uno entre un millón. Cabezas pensantes haberlas haylas, pero lamentablemente abundan más los piojos, pulgas o garrapatas.

Estos vampiros de ideas son verdaderos linces. Saben de quien y de que aprovecharse para tratar de sacar el mejor partido, normalmente aquellos que piensan pecan de cándidos, entusiastas que desean compartir su conocimiento, ojo, he dicho compartir no regalar. ¿Cuánta gente se encuentra en la cúspide sin habérselo merecido realmente? ¿Cuántos de ellos han pisoteado, apuñalado y vilipendiado para llegar a donde están? Mantenerse a flote no es fácil pero si saben rodearse de cabezas pensantes a las que robar ideas pueden asegurar su supervivencia hasta que se aburran siempre y cuando no llegue otra piojo garrapata y le empuje del pelaje. Mi madre decía: “Mejor ser listo que inteligente” creo que ese sería el mejor lema para definir a estos parásitos.

No es por echarme flores pero agradezco disponer de un cerebro que siempre está en las nubes. No me puedo quejar de ideas, no desecho ninguna, son regalos valiosos del éter y no se deben desperdiciar. A lo largo de mi carrera me he encontrado con numerosos cerebros secos, terrenos yermos donde una idea que cae es como si cayese un meteorito en la superficie de la luna. No niego que tuviesen otras habilidades para estar donde están pero os aseguro que la de crear ideas propias “nothing de nothing”. Hay dos clases de alimañas de este tipo. Unas son las que se apropian de tu idea y la hacen como suya (aprovechando tu propia estupidez y confianza) dejándote de lado en el proyecto (o igual haciéndote currar como el que más para luego llegar y sentar sus posaderas en el trono) y aquellos que entorpecen anulando proyectos o se apoderan de tus ideas y son tan imbéciles que no saben qué hacer con ellas, estropeándolas, deformándolas, anulándolas y convirtiéndolas en mierda molida entre sus manos. Es más son tan necios que no dejan que las lleves a puerto. Son como el perro del hortelano: “Ni comen ni dejan comer…”

Yo, como muchos otros he tenido mi propia ración de sanguijuelas, tanto en mi etapa radiofónica como televisiva, en prensa mucho menos aunque alguno que otro ya ha asomado alguna vez el hociquillo... Pero de todos los medios donde más ha sido parásitos es en televisión. Para ellos salir por la tele es como una droga. Darse a conocer, que les saluden por la calle, se echen a sus pies, darse importancia todo eso les embriaga. Hacen o que sea con tal de que se les vea, hasta meterse en la cama si es necesario. Lo más cutre y pasteloso cuando todo esto sucede cuando uno se encuentra trabajando para una televisión local. Por regla general un antro lleno de cables y cortocircuitos, donde apenas se cobra un duro y con una audiencia más paupérrima que la propia vida de un personaje de surgido de la mente de Víctor Hugo o Charles Dickens. Sí, no hay nada más triste y ruin que tratar de arrancarse los ojos o clavarse puñaladas traperas por ganar unos míseros cuatro duros. Si eso sucede en una tele o radio local no me imagino lo que puede suceder en cadenas privadas o estatales...

Yo no he sido nunca de tirar la toalla. No me rindo tan fácilmente. Lo que si he hecho es llegado el momento salir del circulo rocambolesco y vicioso de confusiones, dimes y diretes todo ese tipo de mandangas y dejar que las alimañas se acaben de matar entre ellas alimentándose de su propia carroña. No hay nada mejor alejarte de ellos y seguir echando mano a tu fuente de inspiración o de motivación, evitando para la próxima ocasión que otros husmeen en tus proyectos.

miércoles, junio 18, 2008

Life is a Celebration.

Que sí, que sigo estando. Lo que sucede es que ando estos días liado con otras cosas y con el blog de “Érase una sola vez”, dando de comer al recién nacido para que se nos ponga gordito y podaís disfrutar de él.

Por lo demás. Ando con temas de mi hermana, papeles sobre todo de ayudas con temas de la ye de dependencia. También voy saturado de calor. “Yaaaa llegoooo el veranooooo” como dice la canción de la ONCE y ando algo aplatanado.

El niño vive una semana como un maharajá, está en Mallorca tomando el sol en una piscina en un complejo hotelero con el resto de compañeros de su clase, celebrando que ha terminado el colegio. El viernes por la tarde (que supuestamente es cuando llega) ya lo pondré a hacer cosas como arreglar su habitación que parece la cueva de un Homeless. Bueno peor que eso, creo que ningún Homeless se atrevería a dormir en su habitación.

La niña anda más calmada sin la presencia de su hermano. Mañana ya termina el cole y comienzan los suplicios para mí. ¿Por qué lo niños de ahora no hacían como los de antes y se van todos a la calle con el bocata en mano a jugar? Recuerdo que los meses de julio eran los mejores porque la chiquillería que se juntaba debajo de mi casa era peor que una jauría de hienas, pero con ganas de pasárselo en grande.

Este viernes continúan las celebraciones de mi cumpleaños que parece que no se termina nunca. El viernes por la noche, cena intima en casa de unos amigos. El sábado hay planes de ir a una batucada y celebrar más cumpleaños con más amigos, veremos a ver... El día fuerte es el domingo, donde congregaremos a mucha más gente, hay quienes han de ir en tren, para reunirnos en Gelida, cerca de Barcelona donde viven los padres de Miguel para hacer una Butifarrada (longanizas) y más viandas ¡Ah! y sesión de natación en la piscina (Miguel ha propuesto un concurso de Miss y Mister camiseta mojada) con maguerazos incluidos. Habrá fotos. Prometo ponerlas. Seremos unas 20 o 25 personas. Lástima que estéis todos tan lejos. Me gustaría celebrarlo con algunos de vosotros.

La semana pasada me regalaron varias cosas. Un osito de peluche tuneado por Eva, una comida en uno de los mejores chinos de Barcelona invitado por Amparo (junto a Eva) y una velada nostálgica con comida incluida con una amiga que hacía la tira que no veía y que hablaba casi todos los días con ella. Nos lo pasamos en grande recordando viejos tiempos mientras dábamos bocados a nuestros ágapes. El mejor regalo fue el sábado. Me lo hizo Miguelillo. El domingo hubo más celebración (eso sucede por tener muchos amigos, buenos amigos y tan desperdigados) y por la noche fuimos con Nuria (Flor de Té) a despedir a Adam al puerto que se iba para Mallorca. Le cantamos “My Heart will go on” (el tema de Titanic antes de subirse al barco). Somos así de bestias. Pero nos quedó bonito.

El lunes tenemos verbena de Sant Joan. Ya la estamos preparando con ayuda de los niños. Están con ganas de tirar cohetes y petardos y comer mucha coca de Llardons o de crema.



lunes, junio 16, 2008

Érase una sola vez

Ha nacido un nuevo blog. Un blog de cuentos cortos. En él participamos varios de los blogeros amigos como Dani y Amparo. En ella váis a poder encontrar historias de todo tipo, todas breves, algunas igual las conocéis otras son absolutamente originales, en todos los sentidos.... Esperamos que os guste, y que podáis participar (en todos los aspectos) en él. Para entrar clikear aquí.

domingo, junio 15, 2008

Nueva Dimensión: Las Crónicas de las Paraciencias

Nunca te prometas cosas que nunca vas a cumplir:
2. Jugando con el enemigo.
23 de Enero de 1991

Siempre se habla de los peligros de la OUIJA, que si demonios se esconden tras falsas entidades luminosas, que si fulanito mueve el testigo para chotearse de los demás… Muchas leyendas urbanas rondan alrededor del misterioso tablero. Siempre, en cualquier parte del mundo encuentras a alguien que le ha sucedido algo terrible “jugando” con el tablero de los demonios (valga la redundancia). Voy a hablar del tema OUIJA pero no hoy porque la verdadera historia que os voy a contar es mucho más impresionante que cualquier anécdota sobre el dichoso tablero lleno de letras y números.

Vamos a ver, cuando estudiaba Parapsicología, que eso se estudia aunque no en ninguna universidad sino en centros privados, hacíamos todo tipo de experimentos. Era la mejor forma de enfrentarse a un tema paranormal, en el caso de que nos encontrásemos uno que tan fácil no resulta (casos de histerismo y de “fantasmas” de carne y hueso sí que hay, y muchos) Éramos dos grupos de muy pocos alumnos por lo que el profesor (un supuestamente incrédulo en estos temas) tenía mucho más tiempo para dedicarlo a cada uno de nosotros y es más, a poder llevarnos allí donde se cocía algún fenómeno paranormal in situ. Como se dice vivimos “muchas aventuras”, desde visitas a pueblos malditos, abandonados y poblados por supuestas entidades; pasando por casas particulares con fenómenos Poltergeist de todo tipo de calibre y causados por la electrizada mente de algún que otro adolescente (o a veces no…). También experimentábamos en el propio centro cosa que con el tiempo lo convirtió en el principal pozo del infierno.

Por aquel entonces el centro contaba con dos profesores: uno muy esotérico, espiritista que a lo largo de su vida había sufrido varios accidentes y que debido a eso había visto el famoso “túnel” en diversas ocasiones. Para más inri este señor trabajaba en el departamento de policía por la mañana y de cazador de espíritus y demonios por la noche (si, como si fuese el personaje de una serie de televisión al más puro estilo Sobrenatural, Medium o Expediente X) El otro profesor era el mencionado un párrafo arriba, un tipo de aspecto algo despistado y bastante más escéptico que se inclinaba en la rama más psicológica de la Parapsicología, aquella que aboga acerca de que los fenómenos paranormales son producidos por la propia mente. Bueno así pensó un tiempo hasta que un día se le demostró lo contrario y un aire fantasmal llegado del más allá le derribó el castillo de naipes trastornándolo del todo…

Ahora no os penséis que aquel lugar era la encarnación de Hogwarts o el hogar de los Freeling (los sufridos protagonistas de Poltergeist) Aunque a veces algo de ello si había.

Un día se decidió hacer un experimento, “Mr Escéptico” quería tratar de abrir una puerta dimensional, vamos con el poder de la mente de los allí reunidos y creando una atmosfera concreta hacer una fisura en otra dimensión y ver qué clase de seres o personajes surgían de ese agujero invisible pero tangente. Nada como el que decide hacer nuevos amigo y se dedica a invocar demonios… Creo dos grupos, yo estuve en los dos ya que al tener cámara de video (en esa época no era muy común tener un cacharro de esos) podría filmar cualquier anomalía habida y por haber, supongo que para contrastarla más tarde o vete a saber con qué objetivo.

El primer grupo era de unas 8 personas, todas mujeres. La sala estaba ambientada con velas, incienso y con un casete que emitía una especie de mantras. “Mr Escéptico” había dibujado en una de las paredes un circulo de color rojo en donde los allí congregados centrarían su mirada y en donde supuestamente se abriría la puerta dimensional. Pues nada, allí estábamos, todos incluida una de las profesoras que tenía dotes de médium. Los alumnos se sentaron frente a la pared relajados con la mirada fija en el círculo rojo como si quisieran borrarlo con la mente. “Mr Escéptico" los iba guiando en su relajación poco a poco. De vez en cuando soltaba una especie de invocación, de esas para andar por casa, no os penséis que se puso a hablar en latín o lenguas extrañas… Supongo para sugestionar a los allí presentes. Yo filmaba con la cámara afianzada en el trípode, a veces a los allí congregados, otras veces al extraño círculo rojo. Yo esperaba ver algo espectacular como una diminuta luz en el centro del circulo para luego convertirse en algo más inmenso y que succionase a media clase o que en su defecto viésemos aparecer seres de otras dimensiones. Pero no. Si es cierto es que a lo largo de los minutos se fue creando en el aula un estado de pesadez, de ambiente denso y algo incomodo o molesto. Los congregados están también inquietos, seguían relajados pero no se sentían cómodos. Algo estaba sucediendo.

De repente una de las allí presentes, llamada Carmen, (este dato es muy importante o por lo menos interesante para lo que luego sobrevino) empieza a sentirse mal. Nota una presión en la boca del estómago. Dice que nota como algo o alguien le está empujando. Que quiere entrar en ella. “Mr Escéptico” me pide que deje la cámara filmando y que vaya a ayudarlo. Veo como el echa su corbata hacia la espalda, yo (que por entonces también usaba de esas horrendas de cuero o skay) no lo hago. Veo que él trata de hablar con Carmen, pero lo hace de una forma muy extraña. Está inclinado hacia ella evitando que las partes más sensibles de su cuerpo esté fuera del alcance de ella. Yo no. Carmen comienza a retorcerse en la silla. El ambiente en la sala se enrarece por momentos. “Mr Escéptico” le pregunta que le sucede. A Carmen le cuesta respirar, pero sólo durante un instante, después de ello su ritmo respiratorio cambia y se vuelve más brusco. Parece calmarse un poco, su postura no es normal, está como recelosa, aun de tener los ojos cerrados parece que nos mira con si en cualquier momento se dispusiera a saltar al cuello y atacarnos. Comienza a hablar, a veces es ella, otras veces su tono de voz se vuelve ronco, brusco amenazante. Dice ser un hombre, está muy enfadado, a veces solloza, ya que dice odia a todo la humanidad, dice que no quiere irse de ese cuerpo que quiere seguir haciendo cosas “foscas” (oscuras) y no piensa abandonarlo. Está rabioso. No nos reta a expulsarlo, sólo quiere que le dejemos en paz para vivir en su nuevo cuerpo. Los allí reunidos comenzamos a sentirnos preocupados. “Mr Escéptico” me pide por señas que le entregue una cruz, la cruz que llevaba en el cuello el día de mi comunión. Es curioso porque lo que habita en Carmen (que por cierto permanece en todo momento con los ojos cerrados) se percata de la presencia de la cruz (guardada dentro del puño de “Mr Escéptico”) y comienza a gritar, a insultarnos y a amenazarnos con hacerle y hacernos daño. El ambiente de la sala está tan apelmazado que incluso nos cuesta respirar y mucho menos reaccionar con rapidez. Observamos como una especie neblina muy fina alrededor nuestro, sospechamos que igual es producida por las velas o por el cumulo de incienso.

La profesora nos ayuda con Carmen. Presiente que si no le quitamos a ese supuesto ser de ella la cosa puede irse de madre. “Mr Escéptico” actúa. Nos pide que le ayudemos a sujetarla. A veces Carmen regresa y pide ayuda, dice que lo nota dentro del estómago, que es como un molesto hormigueo (yo ya me la imagino en plan Alien surgiéndole de su interior). Hay momentos que grita y la voz le cambia. No sólo hay lucha desde fuera, sino desde dentro. Carmen patalea mientras nota como esa energía trata de salir de ella ya que “Mr Escéptico” le está obligando a salir con más gritos y con ayuda de la cruz. Cuando se la acerca al pecho de ella las convulsiones son más acentuadas. Carmen va ganando protagonismo y nos va contando lo que siente. Dice que nota mucha ira y tristeza, llora desconsoladamente (luego nos explica que la ira y la pena eran sentimientos constantes mientras sentía ese ser dentro de ella) El ente tarda en salir. Lucha por no hacerlo. Carmen lo nota salir por la boca como un invisible y gomoso vómito oscuro que permanece en el aire como una grotesca y gigantesca mosca. Nos dice que aun está en la sala. Que lo nota. No está equivocada. Todos lo notamos. Llega el otro grupo. Carmen sale de la sala ayudada por algunas de sus compañeras. “Mr Escéptico” comenta por encima lo sucedido, pero evitando dar muchas pistas. Pide a los allí presentes que vamos a cerrar esa supuesta puerta y dejar zanjado el asunto. Los allí presentes se sienten raros con el ambiente de la sala. Es una atmosfera molesta, malsana, densa. De la sesión anterior sólo quedamos “Mr Escéptico”, la profesora y yo que sigo filmando con mi cámara. A los componentes de este nuevo grupo los conozco más. Son los compañeros con los que estudio además de amigos. Una de ellas llamada también Carmen es además como de la familia ya que su cuñada era muy amiga de mi madre.

Comienza la tarea de expulsar a la entidad y cerrar el portal. Hay malestar general. Es curioso, yo noto una presión en la cabeza. Me siento como un melón al que están tratando catar para ver si es comestible. No soy el único que lo nota. Hay mucha agitación alrededor. La Mediun nos dice que el ser oscuro de antes está tratando de buscar un nuevo cuerpo. Que nos protejamos. Carmen se asusta (ya que tiene facilidad para comunicarse con espíritus heredada por su madre) y se levanta de la silla. Está notando algo que no le gusta. Algo que está muy pero que muy enfadado con ganas de hacer mucho daño. La profesora la detiene en la puerta. La nota extraña. Está aterrada. “Mr Escéptico” y otra de las compañeras se acercan a ella. Le preguntan que le está pasando. Ella comienza a sollozar. En un tono muy familiar. Espeluznante. “Mr Escéptico” le dice que se proteja que no se deje dominar. Ella pregunta “¿Cómo?” de repente Carmen desaparece, ya no es ella. La agarran de los brazos entre 4 personas, los arrastra con mucha facilidad, esta como cabreada, muy cabreada. Como pueden la sientan en una silla de secretaría. Carmen está desbocada. Empuja, grita y patalea con todas sus fuerzas. Con mucha ira. Agarro la cámara. Trato de filmarla. “Mr Escéptico” toma mi cruz y se la acerca al rostro. Carmen pega un salto de órdago en la silla. Los que la agarran han de tirar con fuerza de ella. En cuanto ve la cruz comienza a gritarle y a escupirle con rabia. Gruñe de forma gutural, espantosa. Sólo dura unos segundos pero parecen una eternidad. Nada más recuperarse salimos todos corriendo del centro. Carmen nos cuenta que perdió el conocimiento en el mismo pasillo que algo le empujó por el estómago y que de repente vio todo como distorsionado, como si las paredes y todo lo que le rodeaba se convirtiese en crea derretida y se moviese como un barco en mitad de terrible una tormenta. Nos dice que no recuerda nada de lo de la cruz y que se extrañó verse sentada en la silla de secretaría. Nos vamos a un bar y nos tomamos una tila. Bueno una docena de ellas.

A la mañana siguiente me llama la profesora, me dice que si puedo bajar al centro que tiene miedo, las luces no van y nota cosas muy raras por todo el centro. Cuando bajo me encuentro que “Mr Creyente” está con ella. Lleva un cabreo morrocotudo. Me pide que le explique lo sucedido. Se lo cuento. Dice que ha notado una presencia muy negativa en el aula y que detrás de esta había otras que surgían del un circulo dibujado en la pared. Le explicamos que nos fuimos sin cerrar el supuesto “portal” y se caga en nuestros muertos, pero en especial en los muertos de “Mr Escéptico”. “Chapuzas” es lo más fino que suelta sobre su persona. Hace lo que debió hacerse (lo cierto que era muy divertido ver al policía invocando en plan Gandalf a diversos entes protectores para deshacer el entuerto) para devolver la normalidad a aquel centro. Bueno sólo en parte. Durante los días siguientes diversos fenómenos paranormales se sucedieron en cualquiera de sus salas. Desde movimiento de diversos objetos, aparatos que se ponían en marcha sin estar enchufados, pequeños incendios y apagones inesperados. La cinta de la posesión me la pidió Carmen. Se la entregué, la vimos un par de ocasiones más. Seguíamos estremeciéndonos con ella.