Hacía tiempo que quería escribir. Es decir, hacerlo siendo yo mismo, sin estar pendiente de una fecha de entrega o a cambio de un talón. Creo que ya va siendo hora de armarme de valor, de entrar en el caserón, de abrir ventanas y puertas y permitir que la luz invada su interior. Necesito dar forma a los fantasmas, atraparlos, enfrentarme a ellos y asumir que, en el fondo, también forman parte de mi vida.
domingo, abril 29, 2007
Volviendo a ser.
viernes, abril 27, 2007
Mi hermana baila con la mano.
Un atisbo de esperanza.
Por si os interesa.
jueves, abril 26, 2007
La trampa del escorpión.
Se me olvidaba. Me comentó María que el capullo había llamado a mi hermana insistiéndole que firmase otro papel. Esta vez la (torpe) excusa era que tenía que presentar en el banco una carta firmada dando fe de vida y así seguir cobrando su pensión. De nuevo se demostraron varias cosas. Una de ellas era que mentía de nuevo. Vayamos por partes: La carta de fe de vida la recibí yo porque el correo de la nueva cuenta de mi hermana lo tengo domiciliado en mi casa. En dicha carta no se comenta nada de firmas, solo que debe llamar o presentarse directamente en cualquier oficina de la Caixa. Tercero, esto demuestra que el capullo aun o ha descubierto que ya no tiene acceso a la cuenta y que la libreta y tarjeta que él tiene en su posesión se encuentran completamente anuladas. Lo sabemos porque si lo hubiese descubierto habría entrado ya en cólera. Otro dato al respecto es que él le dijo a mi hermana que aun no había tocado la cuenta. Al parecer todavía le queda dinero de la venta del piso de su madre por lo que no necesita recurrir a dinero de terceros. Cuarto, ayer mi hermana y yo acudimos personalmente al banco donde se nos confirmó por enesima vez que no había que firmar nada por lo que respecta a la fe de vida, sino simplemente nos requeteconfirmaron que había que llamar directamente o presentarse en cualquier sucursal. Todo esto del tema de las firmas se lo hize saber a Paloma. Ella me comentó que llamaría al abogado de mi cuñado para preguntar qué clase de documento trata de hacerle firmar con insistencia.
La trampa de la araña.
Cuando uno conduce a solas, a pesar de la música que suena en el interior del vehículo la cabeza no cesa de trabajar maquinando todo tipo de pensamientos, propuestas, ideas y un sin fin de sugerencias. Ya puede ser corto el trayecto que la mente viaja a velocidad del rayo superando con creces a la propia velocidad del coche. El lunes por la tarde cuando me dirigía hacia el hospital me dio por sacarle brillo a los acontecimientos sucedidos días atrás. Mi mente se centró concretamente en mis sobrinos en cómo se habían cebado en sus declaraciones (si, comprendo que habían sido manipuladas por terceros pero no podía sentirme molesto por ello) y también como las opiniones de los niños cambiaban cuando hablaban con nosotros (sobre todo mi sobrino). Me sentía molesto cada vez que rememoraba la lectura de su declaración. Automáticamente me veían a la cabeza el día anterior cuando el niño me decía que en mi casa había estado muy bien y que había comido muy bien y que le hubiera gustado estar conmigo. No sé muy bien si lo que sentía en ese momento era ira o más bien frustración, lo que si tenía claro es que se me estaba tratando como un imbécil. El desprecio de esos niños era insultante, sentía que me estaban tomando el pelo y jugando conmigo o bien que se estaban tomando la gravedad de la situación como un juego de niños en el que ellos participaban chivándose para así avivando la llama. Por cierto, me había enterado que él niño, jugándose su integridad le había comentado mi visita secreta a su padre, lo supe porque uno de los comentarios que le hice y que sólo sabíamos él , la directora y yo le había llegado a la niña. Ésta, al llamarle mi hermana para saber cómo estaban (y que por cierto en dicha llamada la niña la llamó pesada y le pidió que no la molestase más llamándola cada día) se lo recriminó le dijo que ella no le había llamado “traidora” (luego supe que en la misma conversación también la había llamado Judas). Es más, trató de convencer a mi hermana que lo que ella había escuchado de su boca era mentira (una táctica muy común de la que hacen buen uso de ella tanto su padre como sus tías). Mi hermana me explicó esto una mañana temprano, en esos momentos en los que puede hablar. Me lo dijo con tristeza, llorando. Me insistía que había perdido a sus hijos. También me comentó. “Richard no me dejes sola. No me abandonaras ¿verdad?” Yo se lo aseguré. Ni puedo ni quiero. Es más no iba darle la satisfacción a la Sargento de Hierro de haber conseguido uno de sus principales propósitos, desunirnos y enfrentarnos. Parece ser que es una obsesión para esta tipeja destruir familias, y tratando de analizar lo que conozco de su vida creo haber encontrado una respuesta. Un día me contó que ella había perdido a una hija a los cuatro meses de muerte súbita infantil. La niña había fallecido en la guardería y que su familia (capullo incluido) no habían movido un dedo por hacer nada, es más recriminaba que nadie de su familia quiso hacerse cargo de la niña y que por ello tuvo que matricularla en una guardería. Ella me comentaba con mucha ira que si su familia hubiera cuidado personalmente a la niña ahora estaría viva. Sé que lo pasó o bastante mal psíquicamente. Lógico. Que le costó recuperarse. A quién no en estas condiciones. Pero eso no justifica que te pases el resto de tu vida haciendo que tus seres queridos (o no) se enfrenten entre ellos y se dejen de hablar. Hay gente que no entiende eso de “No desees al prójimo aquello que te hace mucho daño”. Es curioso dicho personaje. Desde que la conozco siempre ha estado enfrentada a alguien, o bien ella ha sido la mediadora para que el enfrentamiento se suceda entre otras dos partes. Conmigo también lo ha intentado en varias ocasiones, incluso ha intentado hacerlo al intentar (sin éxito alguno) enfrentar a Miguel conmigo. Ella es quien ha malmetido a los niños para que rechacen a mi hermana. Ella misma ha intentado que mi hermana rechazase a sus hijos. Si no lo consigue se enrabia. Pero insiste hasta la saciedad, aunque para ello tenga que manipular o incitar a otros personajes de su entorno. Y ahora estaba manipulando a mis sobrinos. Y sus actos me enfurecían y me inducían a la ira y al desprecio hacia ellos. El peor de los venenos de mundo. Llegué al hospital encendido. Entré en la habitación de mi hermana y junto a ella se encontraba María. La mujer me vio enfurecido y me calmó. Yo le comenté a mi hermana lo sucedido, estaba dispuesto a tirar la toalla respecto a los niños. No se merecían mi lucha ni mi cariño, ni siquiera el de su madre. No era justo como la trataban y sobre todo no era justo que se dejasen influenciar por semejante pandilla de mamarrachos. Analizamos la situación con María. No nos cabía la cabeza como unos niños de doce y diez años podían no pensar por sí solos y saber separar lo que le decían de los que sentían. Una madre es una madre por muy enferma que esté lo mismo ellos habían vivido unos muy buenos momentos con Miguel y conmigo. Habían tenido de todo, desde cariño a toda clase de bienestar. Y se les veía felices, es más se cuestionaban si volver con su padre. Y todo eso sin coacciones de ningún tipo. Simplemente les dejábamos vivir y disfrutar de lo que tenían alrededor. Incomprensible. Le dije a mi hermana que les daba una última oportunidad a los niños. Si los de EAIA conseguían demostrar que estaban manipulados y que su actitud era algo ajeno a ellos seguiría luchando por ellos, si no era así ls mandaría al carajo y que si ellos habían preferido vivir y seguir la dinámica de mentiras y engaños de su familia paterna pues allá ellos. Para mí habrían dejado de existir. Ya no habría más oportunidades por mi parte. Si luchaba era por ella y porque el capullo no le molestase más dejándole vivir tranquila los años que le quedasen de vida.
miércoles, abril 25, 2007
Disculpas innecesarias y muy malas intenciones.
La noche de la visita al juzgado me llamó mi hermana (serian eso de la 1:15 de la madrugada). Estaba muy ansiosa. Enseguida me preguntó si me había enfadado con ella por lo que había sucedido en el despacho del juez. Le dije que no en absoluto que son cosas que suceden y que era una situación imprevisible. Me preguntó, muy nerviosa, si Paloma se había enfadado con ella y le comenté que no. Estaba consternada con el tema y sobre todo con perder a los niños o dejarlos en manos del tipejo de mi cuñado.
El sabado por la tarde hablé de nuevo con ella. Es más también hablé con María, la hija de Rosario, la señora que comparte habitación con mi hermana. Me comentó que el fin de semana anterior habían ido los niños a verla, la niña estaba muy amable y cariñosa con su madre (no es normal en ella, me la conozco demasiado y la niña no es así de expresiva y menos con mi hermana) me dijo que en esta ocasión era el niño el que estaba raro. María me comentó que nada más llegar y dejarle las galletas y los zumos que le traían el niño se quiso marchar cosa que la hermana le dijo que no (raro) y que se esperase, total para quince minutos que se quedaron. Mi sobrina habló bastante con ella ya que la mujer le preguntaba por el cole e incluso María se sorprendió de lo amable que estaba. Los niños le preguntarón a su madre y con con mucha insistencia sobre mi presencia en el hospital. ¿Cuándo iba yo a visitarla? ¿Qué días? ¿Qué le decía? etc.. Mi hermana como no podía hablarles no les contestaba apenas. Los niños a la ultima pregunta le dijeron (un par o tres de veces) "Ya, seguro que te dice las misma tonterías de siempre". María les recriminó la respuesta. No lo veía justo que me tratasen asi, vamos como si yo fuese un imbecil. María me comentó que salió al pasillo para ir a saludar a otro enfermo que esté en la planta de arriba y que, nada más salir de la habitación se encontró a mi cuñado en el mostrador hablando con el enfermero de la tarde. Ella no lo conoce personalmente, sólo en foto, pero aun así le reconoció. Dice que iba muy pero que muy sucio y desarreglado. Dice que la miró desafiante ya que la había visto salir de la habitación de mi hermana. Eso a ella no le hizo ninguna gracia. En mitad del pasillo se encontró a otro enfermero y le preguntó si aquel era el marido de Carolina. Él se lo confirmó y le añadió que el tipo no venía con muy buenas intenciones. Así pues María decidió dejar la visita de cortesía para más tarde y regresar junto con mi hermana. Me dijo que los niños se fueron enseguida. en total unos quince minutos, no la hora y media que dijo mi hermana. Por cierto cuando le comenté a María lo sucedido en el despacho del juez me dijo que aquello que le había dado a mi hermana no era un ataque normal y que se asemejaba mucho con un ataque de ansiedad o pánico ya que había presenciado ella en varias ocasiones. Por lo menos tenía los mismos síntomas, sobre todo los sudores y las convulsiones incontrolables y prolongadas.
martes, abril 24, 2007
Lo que sucedió en el juzgado.
Llegó Paloma. Después de entrar a preguntar por el juez nos acomodaron en la misma sala que estuve el día que fui a declarar(y que sirvió para aislarme de la presencia de mi cuñado y del resto de sus secuaces). Mi hermana reconoció a la forense que la atendió y que dio buenos informes sobre su estado de salud. Yo reconocí a la doble de Chloe O´Brian que nos miró con cierta compasión, sobre todo al ver a mi hermana. Diez minutos más tarde llegó mi primo. Mi hermana al verlo se echó a llorar. Se abrazaron y mi primo le dio un cálido beso en la frente. Paloma habló con él recordó varias cosas y una de ellas los morados en forma de dedos en uno de los brazos, en forma de tirón, marca inconfundible “made in” mi cuñado. Mi primo llamó a mi prima (se hermana) por si hacía falta su testimonio, ella duchó a mi hermana tras la paliza final y en su día comentó lo amoratada que estaba. La llamó y se la pasó a Paloma, en un momento de la conversación ella se me acerca y me comunica que mi prima ¡no recuerda nada de golpes ni de magulladuras! ¡Al parecer sufre un momentáneo ataque de amnesia! Paloma le quita hierro comentándole que con la confesión de su hermano es más que suficiente. Y lo dejamos ahí. Entra mi primo a testificar y yo me quedo con mi hermana en la sala esperando que el tranquilizante le haga efecto. Parece tardar más de lo normal. Cuando Paloma y mi primo vuelven comentamos el testimonio. Por lo menos es algo. Me comunica Paloma que el texto del testimonio de mi hermana no va a poder ser comparado con el audio porque el secretario del juez (por cierto un juez nuevo ya el que me toco testificar era su sustituto) no estaba porque repentinamente se había puesto enfermo. ¡De todos los días había que enfermar en este! El testimonio podría oírse y leerse por el juez pero de momento no serviría como prueba hasta que el secretario no lo diese por valido. De repente llama de nuevo mi prima. Ha recuperado la memoria. Paloma le dice que no se preocupe de momento, que si hace falta ya llamará. Esperamos un largo rato. Paloma se acuerda que puede acceder a los testimonios de los niños y de las asistentas sociales. Va a por ellos. Trae una carpeta gruesa con muchos papeles. En ella podemos ver mi testimonio, el del capullo y a continuación está el de los niños y por último el de las Asistente Sociales. Leemos primero el del niño. Me arrepiento de ello tras leer el primer párrafo. Nos pone a caldo. En mi casa ha vivido pero que Oliver Twist en el orfanato. Ha comido muy mal y los hemos tratado peor que a perros. Dice que su padre es muy bueno con él y que los quiere mucho, que los trata de maravilla y que nunca le ha pegado a él ni a su hermana ni a su madre. Dice que en el cole va muy bien (ha suspendido cuatro asignaturas esta segunda evaluación cosa que mientras estuvo en casa no suspendió ninguna) Que se llevaba muy bien con sus tías a las que quiere mucho pero conmigo no. Que nunca había sido agredido ni nunca la había vendado el brazo en el colegio. Vamos que ahora todo el citado colegio y un menda hemos sufrido de espejismos y alucinaciones) Vamos todo lo contrario de los que me decía a mi cuando me veía (“Tito quiero ir a tu casa, que bien comía en tu casa, te quiero mucho muchísimo etc, etc…) El informe de la niña pensábamos que era mucho peor, sobre todo después de sus desplantes hacia mi persona. Pero a pesar de ser tan nefasto como el de su hermano no era tan despectiva conmigo. Eso si, el episodio del golpe en el pié en casa de su tía no existió nunca (pese que en el colegio iba con muletas, precisamente prestadas por el centro, y no podía salir al patio porque iba coja) Paloma y yo nos quedamos desolados y a la vez perplejos. O habían mentido como bellacos, o por lo menos lo había hecho las veces que me había visto a mí. Pero el colmo de los colmos fueron los testimonios de las Asistentes Sociales. En ellos sufren varios ataques de amnesia (como los de mi prima) en los que no recordaban el día que fui yo con Miguel y mi hermana a verlas para hablarles de los maltratos. Si los mencionan como algo pasajero y como una paranoia mía más que una realidad. Afirman que los niños habían hablado con ellas (cosa que cuando se lo pregunté tras un año visitándolas me dijeron que no) y que no recomendaban alejarlos de cuidado paterno porque no veían indicios de violencia en el capullo, eso sí suciedad y guarrería era lo único relevante, pero no malos tratos. Ah, por cierto ellas hacen hincapié de que fue su padre quién escolarizó a los niños y no un servidor. Aquello era insultante. Lo esencial no lo recordaban y si lo hacían con cosas más ambiguas o de poca importancia. ¡Y eso que eran dos! Llamó Silvia, la directora del colegio, no tenía el informe aun pero si hacía falta se acercaría al juzgado. De momento Paloma la aplazó para otro día. Por lo menos hasta que el informe estuviese acabado. De repente nos llaman para entregar los pasaportes para que los números de constaran en acta. En la sala de declaraciones Paloma y yo pudimos conocer al nuevo juez. Se veía un tipo muy majo, y bastante accesible. Muy paciente, sobre todo con mi hermana a la que saludó personalmente y le dio bastantes ánimos. Le dijo que para que estuviese más tranquila le tomarían testimonio no en esa sala sino en su despacho. El problema: De momento no podía acceder a su ordenador porque no consigue aceptarle el pasword. Pasa el tiempo y a mi hermana no parece hacerle efecto la pastilla y no puede hablar por mucho que lo intente. Mi primo se marcha y nos quedamos un rato más, esperando. Viene el juez y le pregunta a mi hermana si quiere testificar, aunque sea tecleando o escribiendo, ella le dice si con mucho esfuerzo. Yo no puedo entrar en el despacho y mi hermana se va con Paloma. Yo espero un rato. Al cabo de unos veinte minutos llega la doble de Chloe y me pide las pastillas e mi hermana. Le entrego la dosis que le corresponde. Le pregunto cómo va todo y ella me dice que se está esforzando pero que está muy nerviosa. Vuelvo a esperar. Al cabo de un rato aparece Paloma muy nerviosa. A mi hermana le ha dado un ataque y han tenido que parar con su testimonio. Me piden que vaya. De las prisas no me acuerdo que he cerrado la maleta del ordenador y se de golpe y porrazo se abre la maleta y se cae al suelo. Lo pongo en marcha y veo que funciona. Nos vamos corriendo al despacho. El panorama es triste y desolador. Mi hermana está siendo sujetada por la forense. Se mueve de forma violenta y convulsiva sobre la silla. Respira de forma entrecortada y tiene el rostro desencajado y sudoroso. El juez trata de consolarla. Le dice que no se preocupe, que se tranquilice que ya continuarán más tarde. En la sala también se encuentra Chloe que la mira con compasión. Paloma, antes de llegar me comenta que iba todo muy bien ya que el juez había utilizado el texto de su declaración grabada como base para preguntarle sobre los maltratos y que justo cuando estaba en el momento más importante, el que hacía referencia a los maltratos y amenazas con armas blancas mi hermana se ha puesto muy mal. Me acerco a ella. Trato de clamarla. Ella me agarra del brazo. No puede controlar las convulsiones, se está hiperventilando y suda a mares. Entre la forense y yo la tratamos de calmar. El juez afirma que debería haber hecho la declaración en el hospital pero al ser aquel un juzgado de guardia no puede moverse de su sitio. Comenta que visto lo aconteciso ya está estudiando o por lo menos ve claro tener que hacer en un futuro la declaración en el hospital, sobre todo porque para mi hermana porque aquel lugar es mucho más familiar para ella y mucho menos agresivo que un despacho en un juzgado. Nos deja quedarnos en su despacho todo el tiempo que sea necesario. Las convulsiones no cesan, es más se suceden con más violencia. Hablo con mi hermana y la tranquilizo. Paloma habla con el juez y le comenta que de momento la cosa con los niños está muy curda, sin mover un dedo mi cuñado tiene todas las de ganar, necesita el informe de EAIA y un estudio mucho más elaborado por parte de los psicólogos respecto a los niños. Sobre la protección de ella también está la cosa difícil. Hacían falta más pruebas pese a que él ve a mi hermana desamparada y sin ninguna oscura intención hacia mi cuñado. Pasan los minutos como si fuesen horas. Estoy tentando en solicitar una ambulancia. Mi hermana trata de ponerse en pie pero no puede. Lo intenta varias veces más, pero está muy mal. Esperamos más. Hablamos un poco con el juez, hasta el momento el tipo se nota que está hecho de muy buena pasta. Él se marcha. El juzgado está a punto de cerrar y mi hermana no mejora. Chloe y Paloma van a buscar el testimonio escrito para que mi hermana intente firmarlo, cosa que lo consiguen con un poco de paciencia. Me quedo a solas con ella. Trata entonces de levantarse, le comento que intente andar que volveremos al hospital donde podrá descansar. Parece ser que eso la hace reaccionar. Se pone de pié. Apenas se aguanta. La agarro y la abrazo. Suda a mares. Trato de calmarla. Tiene el rostro desencajado. Manotea al aire como ahuyentando demonios. Legiones de demonios. Susurra frases al aire que me cuesta entender. No sé si son palabras sueltas o frases concretas. Creo que nunca lo sabré. Avanzamos un poco, ella trata de reaccionar, avanzamos unos cuantos pasos. Salimos del despacho. En el pasillo nos encontramos con Paloma. Nos ayuda a avanzar. Me pregunta si conseguiremos llegar al coche. Yo le respondo que lo intentaremos aunque lo veo difícil. Salimos a la entrada principal. Paloma es solicitada por Chloe para que firmemos un último papel, en el que dejamos la grabación (la de mi hermana y la de mi sobrino) y el texto como pruebas. Avanzo como puedo por el Hall del juzgado. La gente que nos ve pasar nos mira con mezcla de curiosidad y tristeza. Mi hermana y yo parecemos unos bailarines que han quedado como finalistas en una maratón de ochenta horas. Mi hermana me agarra con tanta fuerza que me clava las uñas en el brazo y en el vientre. Pero yo no la suelto. La abrazo y la voy tranquilizando. Llega Paloma. Salimos a la calle y entre los dos llevamos a mi hermana hasta el coche. La sentamos y le ponemos el cinturón. Me despido de Paloma y me marcho hacia el Hospital (preguntándome cómo voy a lograr subirla a la habitación). Entonces me acuerdo de la música. Le pregunto si quiere escuchar música y ella me dice entre convulsiones que si. Busco en el reproductor y elijo la ELO. A mi hermana y a mí nos gustaban mucho. Le pongo "Xanadu" cantada por Olivia Newton John. A ella, de joven, le gustaba mucho esa canción. Parece calmarse. Elijo más música. Ahora le toca el turno a Supertramp. Suela "My Kind of Lady", La voz de Rick Davis parece ser mano de Santo. Mi hermana se va calmando. Llegamos al Hospital. Mi hermana no tiene tantas convulsiones y podemos avanzar hasta la habitación. La dejo sentada en su silla. Le han dejado la bandeja de la comida a mano. Le compro una botella de agua. Se la abro y dejo a mi hermana descansando. Llego a casa después de comprarme unos bocadillos y un zumo de naranja en el Hipercor de Cornellà. Me siento en el sofá y me quedo agotado y disgustado, no con mi hermana, ella no tiene la culpa, en todo caso la tiene el puto Parkinson. Me siento cansado y cabreado con los informes de los niños y de las asistentas, por la amnesia de mi prima, por la impotencia de mi hermana para poder hablar, porque al juez le hacen falta más pruebas por muchas cosas más… Me quedo dormido un rato. Por la noche teníamos un cumpleaños de Montse la mujer de Marc, director de Edición Limitada DVD, Salir un rato y despejarme me sentaría bien. Y hasta que el EAIA no hablase con nosotros (cosa que acabamos de hacer con mejores resultados que el día en el juzgado) la cosa no se decantaría hacia algún lado o a otro.
lunes, abril 23, 2007
Un breve e inesperado encuentro.
Esta tarde cuando Miguel y yo hemos nos disponíamos a salir al centro nos hemos encontrado a mis sobrinos justo en la entrada del edificio, donde están los interfonos. Al verme el niño me ha mirado como aterrorizado al principio luego sin moverse del sitio ha mirado rápidamente el bar donde estaba su padre vigilándolo. La niña ha salido corriendo hacia los columpios y se nos ha quedado mirando en la lejanía. Yo les he dicho adiós y me he ido sin detenerme. ¿Cómo es posible que estando tres bares abiertos en la zona y no mucho más lejos de donde viven el capullo haya de venir a un bar que se encuentra justo en frente de mi casa?
domingo, abril 22, 2007
El confidente (y III)
Por la mañana mi hermana tenía que testificar (al final contariamos la ayuda de mi primo un nuevo testigo que aportaría algun que otro dato bastante revelador)...
Pero esa ya es otra historia. Que contaré en otro post.
sábado, abril 21, 2007
El confidente (II)
Aquella misma noche nos reunimos Paloma, Miguel y yo mismo en su despacho para buscar más pruebas y escuchar juntos el testimonio.
(continuará…)
viernes, abril 20, 2007
Un momento de descanso.
Tenía que haberos explicado esta tarde lo que pasó ayer con la segunda entrega de "El Confidente". Os pido que tengáis paciencia. Hoy ha sido un día muy duro y lamentable en el juzgado con mi hermana tratando de declarar ante el juez. Estoy muy pero que muy agotado. Os lo contaré también porque la situación ha sido muy tensa, dramática, triste y con unos resultados que no han sido ni mucho menos lo que estábamos esperando.
No se puede cantar victoria tan pronto. Luego pasa lo que pasa...
Si puedo me pongo mañana.
jueves, abril 19, 2007
El confidente.
(continuara…)
miércoles, abril 18, 2007
Lo que se ve, lo que se oye, lo que se siente.
martes, abril 17, 2007
Ostias como campanos...
Esta mañana temprano ha sonado el teléfono. Era mi hermana. Me ha dicho que había hablado con los niños. Después de lo de ayer estaba muy preocupada de que su padre les hubiera hecho algo. Lógico. Me ha dicho que mi sobrina estaba muy normal y dicharachera, cosa que no lo estaba ayer. Mi sobrino no. El niño era parco en palabras y estaba muy tenso. Ha sospechado lo peor. Me he de dicado toda la mañana en mover el tema abogado para ella. Lo he encontrado. Se trata de Paloma nuestra vecina especialista en temas de divorcios y custodias. Le he comentado que los ingresos de mi hermana son mínimos. Cobra una pensión de trescientos euros y no puede costearse un abogado que no sea de oficio. Al final hemos podido arreglar el tema de los costes y paloma ha accedido a llevar el caso. He estado recopilando con ella material y se ha encargado de hacer llamadas a las asistentas sociales y al EAIA, yo me he encargado del colegio y en los informes que nos puedan aportar respecto al estado anímico de los niños antes durante y después de todo el zipizape que nos encontramos. Antes de ir al colegio he ido a la dentista y me ha reconstruido una muela. Os lo podéis creer o no pero sentado en la butaca con la boca abierta de par en par ha sido el único momento de relax de la mañana. He de decir que Miriam a parte de cuidar la boca y dejarme la muela como nueva es toda una forofa de la cocina (aparte que le encanta hablar y charlar más que a mí que ya es decir ja ja ja ) Os recomiendo con los ojos cerrados su blog Galetetes (Galletitas en castellano) es una gozada para la vista y el gusto. Me he presentado en el colegio justo en el momento que Paloma llamaba a la directora. He ido al despacho de la misma y hemos hablado. Me he enterado de muchas cosas, sobre todo que los niños hoy se han presentado (casualmente al colegio con una de sus tías) me ha dicho que se las ha encontrado el subdirector del colegio en el bar mientras desayunaba y que se le ha acercado la pájara (ignoro que hermana de mi cuñado era) y muy zalamera le ha deseado un muy buen día así como que se ha mostrado supermegahiperamable y cordial. Silvia, la directora, me ha comentado que mi sobrino se ha presentado muy apático, que se ha negado a ponerse en la fila de su clase en el patio y que estaba muy serio. Imaginaos lo que querías al respecto pero yo lo tengo bien claro. Ayer hubo broncas y posiblemente bofetadas en casa… Pero creo que sólo para él , porque su hermana estaba muy campante. Sobre la niña me ha comentado que el colegio se está planteando una beca para solicitar ayuda psicológica ya que la niña muestra síntomas preocupantes de aislamiento con el resto de los compañeros. Por cierto ayer la suciedad era evidente en su persona ya que la bata de clase estaba tan o incluso más sucia que el día que la vi al ultima vez, y para el colmo aun le faltaban la misma ristra de botones. El pelo que tanto trabajo nos daba cuidárselo estaba raido y sucio, así como la roña en las manos y uñas. El colegio está dispuesto a testificar sobre todo por lo que respecta al trato recibido por los niños de mi parte y luego por parte del padre. Al no ser conscientes de los maltratos ya que no han presenciado ninguno o ha sido comentado directamente pueden hablar solamente de las heridas que los niños traían a clase como los brazos torcidos de ambos niños o el pie vendado de mi sobrina (según mi cuñado debido a un morado en el dedo) pero un morado descomunal ya que tuvo que ser vendado el pie y parte de la pantorrilla y además tuvo que usar durante un tiempo unas muletas. Por cierto Paloma ha tratado de hablar con el EAIA y ha descubierto que la asistenta que lleva el caso está de baja. Me he temido que el jueves no habría entrevista. He llegado a casa y he llamado a mi hermana para comunicarle que ya tiene abogada y que se prepare para el viernes para que hable como un loro y pueda defender a los niños y a ella misma. Me ha llamado Paloma y me ha dicho que las asistentas sociales ya habían declarado ante el juez, pero que entre otras cosas habían aconsejado al juez ¡que no era prudente que los niños saliesen del círculo familiar de su padre! Paloma no lo ha visto claro. Yo menos. ¿Cómo podían decir eso si sabían de los maltratos de su padre a los niños por mi hermana? Hemos tratado de quitar hierro al asunto pero no había forma. Si recomendaba que los niños saliesen del círculo familiar de su padre porque consintieron que vivieran conmigo? ¿Por qué no fueron al hospital cuando yo les llamé al enterarme que mi sobrina estaba ingresada de urgencias por un golpe en la pierna? ¿Por qué me contestaron que no hacía falta ir a ver como estaba la niña ya que el médico seguro que les enviaría el informe? ¿Por qué cuando yo les sugerí que si habían hablado ellas con los niños me dijeron que no, que no hacía falta por que ya estaban con su padre cuando sabían que había indicios de maltratos? …… (Por favor que alguien ponga un calificativo apropiado sobre la línea de puntos porque a todos nosotros se nos escapa de la comprensión humana) Otra cosa, me he enterado por Paloma que han anulado la visita de mi hermana y mía al EAIA por la baja semanal de la responsable del caso. Ha sido ella quien me ha dado la fecha de la cita. La semana siguiente, el mismo día que entrevistan a los niños. Lo curioso es que el EAIA ha tardado una hora en comunicármelo, vamos que al final somos los últimos en enterarnos del tema. Otra cosa el responsable del EAIA le ha comentado a Paloma que aun así de faltarle datos para sacar conclusiones ha visto que el padre está capacitado para tener a los niños. A saber que milonga les ha metido el personaje. Pienso que esa conclusión es demasiado precipitada porque quedarse con lo que dice un simple testimonio (y más de un personaje como el capullo) es aventurarse a matar moscas a cañonazos. El tema está complejo y hay que tocar muchas cuerdas. Supongo que traspiés como estos nos tendremos que encontrar, mordernos la lengua y tener paciencia.
Por cierto, esta mañana me ha sucedido una cosa muy extraña como terrorífica. Después de marcharse Miguel al trabajo me he quedado en cama medio traspuesto y con un sueño del carajo. En un momento de duermevela he oído como se cerraba la puerta de casa. He pensado que era Miguel pero he notado algo extraño, una presencia chunga, maligna. He tratado de gritar, curiosamente a mi padre pero no podía. He oído ruido en el comedor y como alguien se acercaba a mi habitación. Quería levantarme de la cama y no había forma. Estaba agotado. La angustia se ha acrecentado en cuanto he visto asomarse por la puerta a mi cuñado. Venía a matarme, por lo menos eso he presentido. Estaba bajo el marco de la puerta y llevaba algo en la mano, por el sonido parecían llaves pero me ha dado que no era eso. Entonces me he despertado sobresaltado. Yo sólo pensaba que eso sucedía en las películas o en guiones de novelas chuzos como modo de tensión o suspense a lo Alfred Hitchcock o Se ha escrito un Crimen (Murder She Wrote) pero veo que el cerebro también lo utiliza en la vida real como herramienta intimidatoria.
lunes, abril 16, 2007
El silencio de los inocentes.
El jueves tenemos cita con el EAIA. A la nueve de la mañana. Mi hermana y yo. El viernes tenemos que ir al juzgado. El juez quiere escuchar a mi hermana. A pesar de su eterno silencio.
Esta tarde segurom que llueve a chuzos en casa de mi cuñado. Veremos que sucede.
viernes, abril 13, 2007
Hermana.
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Aprovechando ya que estamos en este post y poniéndolo a huevo permitidme realizar una curiosa reflexión. ¿Qué es y para qué sirve un hermano? No es una cuestión fácil de responder pero por lo menos se podría intentar resolver. Vayamos por partes. En primer lugar no todo el mundo tiene un hermano (ojo que cuando digo hermano también hago referencia a hermana). Todos sabemos que los hijos únicos existen, yo no tengo nada contra ellos, salvo que si me permitís mi opinión son los que, sin duda alguna, desconocen en profundidad lo que significa el tener otro personaje a nuestro lado que compite por compartir el cariño y el amor de unos padres. Hay quien dice que un hermano es una prolongación de uno mismo. Es posible. Para algunos, un hermano es quien lleva consigo los defectos o virtudes que le pueden faltar al otro. Es como si los padres, no del todo satisfechos con su primera obra quisieran acabar de perfeccionarla y aportan a la familia a un nuevo semejante que acabe de satisfacer su afán por conseguir lo perfecto. No sé si eso es cierto o no. Yo no soy psicólogo ni antropólogo pero para mí un hermano es otra cosa. Si estoy de acuerdo con una parte de la teoría de la prolongación y lo digo porque mi hermana y yo no nos parecemos en nada. Ni física ni psíquicamente y ambos hemos sido educados de la misma forma.






