Hacía tiempo que quería escribir. Es decir, hacerlo siendo yo mismo, sin estar pendiente de una fecha de entrega o a cambio de un talón. Creo que ya va siendo hora de armarme de valor, de entrar en el caserón, de abrir ventanas y puertas y permitir que la luz invada su interior. Necesito dar forma a los fantasmas, atraparlos, enfrentarme a ellos y asumir que, en el fondo, también forman parte de mi vida.
jueves, enero 31, 2008
Sólo en salas selectas
Si lo queréis visitar sólo tenéis que pulsar aqui.
Prometo ir actualiznadolo lo más rapido posible.
martes, enero 29, 2008
¿Por qué lloras Caroline?
Doctora Wendy y Miss Peter Pan.
Volviendo al principio. Como decía con esta nueva responsabilidad puedo permitirme corregir cosas y reconducirlos hacia un futuro (por lo menos) un poco más prometedor al que le esperaba junto a su padre. Espero no equivocarme, si es así que el cielo me perdone, pienso luchar por evitarlo de la misma manera que he luchado por sacarlos del interior del pozo donde se encontraban atrapados. Hace unos días hablé con la directora del colegio tras una visita de la psicóloga escolar a los niños. Me comentó que, tras una prueba (ya os podéis imaginar que una de las que les tocó realizar era la de dibujar un árbol y contar una historia sobre él) los resultados fueron que mi sobrino estaba muchísimo más centrado que la niña y que ésta necesitaba mucho apoyo psicológico ya que había un brote de extremada rebeldía y evasión que hacía que brotase de su interior información respecto a su estado emocional sobre todo en la etapa donde había convivido con su padre.
Supongo que su actitud tiene algo que ver con la etapa de su vida que está viviendo, en este caso me refiero a la preadolescencia. Basta añadirle los conflictos familiares acumulados y ya tenemos la ecuación resuelta. Pero permitidme de nuevo en hacer una apreciación. Cuando quiere mi sobrina es Wendy, una mamá como la copa de un pino que se siente atraída por los niños más pequeños y los llena de cariño y ternura velando por ellos en todo momento, ese fenómeno se produce cuando no hay una presión de adultos a su alrededor o cuando ve que los adultos precisan de su ayuda. En el caso contrario, a veces (muchas) sobre todo cuando las responsabilidades son con ella misma, Laura sufre una especie de transformación y regresa a la tierna infancia convirtiéndose en una niña pequeña, una especie de Peter Pan, a la que detesta las normas y las reglas establecidas. Su filosofía es la de “Aunque todo el mundo lo haga así y sea lo correcto yo lo voy a hacer a mi manera y mal”. Esta actitud no me viene de nuevo. Mi hermana también lo sufrió cuando tenía su edad. Supongo que son actitudes heredadas, o propias de la edad. No lo sé. De momento la ayuda psicológica está al caer y nosotros la recibiremos con los brazos abiertos. Pienso que esa niña tiene mucho de qué hablar y por supuesto mucho de lo que purgarse.
viernes, enero 25, 2008
La mosca cojonera.
miércoles, enero 23, 2008
Despídete del mundo que soñaste una vez vivir.
Estos días atrás, en el coche (lugar donde se me ocurren numerosas ideas e inspiraciones, incluida la banda sonora de “EL Muñeco Cochinete”, que podéis descargárosla en el Emule y este dato no es una broma) mientras escuchaba con los niños la cinta de casete donde mis padres registraron nuestras voces, me dio por pensar en cómo mi madre imaginaba en esos momentos como iban a ser nuestras vida. Supongo que los que ya sois padres os haréis esa pregunta a menudo, yo, ahora, con dos niños a mi cargo ya comienzo a cuestionármelo muchas ocasiones os lo aseguro. Pues bien, mientras iba dándole a los pedales y al volante pensé: “¿Quién le iba a decir a mi hermana (que en la cinta se muestra muy dicharachera, risueña, a veces brusca pero muy divertida) que su vida iba a ser un calvario y que a los 43 años estaría encerrada en un hospital de por vida, por culpa de una enfermedad irreversible que la convertiría en una anciana prematura? ¿Quién le iba a decir que se iba a convertir en víctima de un marido insano, un verdugo que la apalearía día sí y día también implacablemente y aprovechándose de la incapacidad de defenderse debido a su enfermedad? ¿Quién le iba a decir que iba a ser testigo impotente de los maltratos de su pareja hacia sus propios hijos? ¿Quién le iba a decir a ella tras ser madre jamás iba a poder disfrutar de sus hijos y ofrecerles el apoyo necesario para convertirse en personas? ¿Quién me iba a decir a mi cuando nació mi sobrina que un día ella y su hermano iban a formar una parte importante en mi vida convirtiéndome de repente en tutor o “padre” adoptivo de ambos? ¿Cómo todos esos hechos pueden llegar a influir en ellos a lo largo de sus vidas? Sin duda muchos. Es posible que os preguntéis si tengo miedo al respecto. A estas alturas de la función que os puedo decir. Miedo no, respeto y sentido de la responsabilidad sí. Mucho. He de arreglar o corregir cosas en sus vidas, volver a rehacer lo que mal hecho o lo que han aprendido mal durante todos estos años de calvario. Ambos no son folios en blanco, tienen muchas faltas de ortografía y muchos tachones, pero por lo menos, lo bueno que tienen afán de superarse, de darse una nueva oportunidad en sus vidas. No se rinden. Nosotros tampoco. A todos (por lo menos por la parte que os toca) nos gusta aprender, asimilar y desechar aquello que puede ser inútil en un futuro. De eso se trata, de escribir el resto del camino en tinta o porque no en lápiz pero de forma firme y segura. Volviendo al tema de los caprichos del destino. Por lo que a mí respecta he de decir que siempre he poseído el sentimiento de paternidad. Por lo menos desde que tengo uso de razón. El hecho de ser gay no ha sido nunca impedimento para desear ser padre algún día. Siempre me he había planteado la posibilidad de llegar a ser padre algún día. ¿Cómo? Posibilidades haberlas las hay. ¿Cuándo? No había de momento prisa. El destino me ha dado esa posibilidad ahora, en forma de sobrinos. Un regalo del cielo, como tocarme el gordo de la lotería. Objetivo concluido aunque sea a través de una situación tan trágica. Permitidme ahora que me desvíe un poco del tema. Dejadme por un instante hablar de la paternidad, aunque sea una paternidad forzada por los avatares del destino. A lo largo de mi vida he conocido a mucha gente (de ambos sexos) carentes de ese sentimiento. Dejadme que haga un apunte algo machista pero siempre me han dado mucha más lastima aquellas mujeres carentes de ese sentimiento que dicha carencia en miembros del sexo masculino. Aquí no pongo de por medio temas de condición sexual. Los hay tanto en gays y lesbianas como en heterosexuales. A veces he tratado de comprender esa carencia y nunca la he entendido. Puedo pensar que se trata de un tema de egoísmo, no lo descarto. También puede ser por miedo a la responsabilidad. En el sexo femenino se puede entender por miedo al dolor del parto (la hermana pequeña de mi abuela paterna nunca tuvo hijos por autentico terror a la hora del parto) pero aun y así puede vislumbrarse un cierto apego (ternura o afecto) hacia los niños. Hay casos que no, que existe verdadera aversión, hay quien (en ambos géneros) sienten desprecio por los niños y no quieren verlos ni en pintura. Si, sé que hay que respetar esos sentimientos, pero ni lo comparto ni los entiendo. Supongo que de la misma forma que existe terrenos yermos donde no brota ni una mala hierba también existen corazones incapaces de albergar un poco de amor hacia el fruto de uno mismo o de alguien cercano u ajeno. Sería cuestión de hablar sobre este tema en otro post de este blog. O de reflexionar sobre el tema comentando algo al respecto en el foro de opinión de este post. Os lo dejo a vuestra elección. Sin salirnos de la tangente de la misma forma que hay personas que son desiertos hay personas que aparentemente son desiertos pero que de golpe y porrazo hacen brotar agua de sus entrañas y brotan auténticos oasis. Ese el caso de Miguel. Desde que estamos inmersos en este tema se ha entregado tanto o más que yo con estos dos niños. Fijaos como han conseguido despertar o activar en él la esencia de la paternidad que han conseguido, como ya comenté en este blog, hacerle salir del armario tanto en el trabajo como en su entorno familiar. En muchas ocasiones puedo verle como disfruta de esta nueva situación, bien sea explicándole a Adam temas de matemáticas y geografía como haciéndose responsable del pago del colegio o material escolar. Fuera del concepto escolar se lo pasa en grande viendo conmigo y el niño películas clásicas de miedo (hace poco tocó El Resplandor) los sábados por la noche. El destino. Animalillo curioso e impredecible. Puede con su enorme poder no sólo cambiar la vida de las personas, sino también hacer brotar en nosotros virtudes (y en casos defectos) que incluso desconocíamos. Que equivocado estaba cuando pensaba que la vida era como un puzle en el que cada pieza encaja a la perfección impidiendo que otra tome su lugar por muy semejante que aparente. Que equivocado puedo estar yo pensado que eso tal vez eso no sea cierto…
1436
1436, un numero que nunca se me va a olvidar, os lo aseguro. Supongo que algún significado esotérico debe tener. Llevo mucho tiempo alejado del mundo de la numerología y otras artes adivinatorias para sacarle punta, pero algún significado debe tener. Por lo menos soy consciente de ello así que un día de estos pensaré y me sumergiré en mi subconsciente para ver qué puñetas tiene que ver conmigo ( de momento sumado es un 14 que sumado da 5 curiosamente mi numero de nacimiento y de personalidad chúpate esa… En tarot representaría la Templanza carta que se encuentra en medio de La Muerte o numero XIII para los más puristas y El Diablo) Alentador… Pero dejemos lo esotérico de lado y permitidme bajar de nuevo a la tierra (ese diminuto moco de color azul que vaga por el espacio) para reflexionar más sobre la dichosa cifra. Muchos os preguntaréis porqué tengo que pagar yo el divorcio de mi hermana (bueno solo la parte que le corresponde a ella y el 75 % del procurador por que el capullo se niega a pagar más) La sencilla razón es porque mi hermana cobra una mísera pensión de 300 euros que sólo le da para pagarse la estancia en el hospital (no voy ni pienso hacer comentario algunos sobre mierda relacionada con nuestra sanidad y sus extraños cobros a jubilados y pensionistas por tener una cama digna en un hospital de larga estancia porque no terminaría nunca y podría remontarme a épocas lejanas cuando mi padre vivía y se encontró con la misma tesitura) Paso. Me he hecho responsable del pago (aun sabiendo de donde puñetas iba a sacar yo el dinero) Pero era necesario. Por ella (de esta forma nos quitábamos de encima el estigma capullo + su familia, y sobre todo porque accediendo tan rápido pagábamos el “rescate” de esos dos niños de las garras de su padre (a la que tendremos que añadir EAIA, o solo parte de esta entidad, pero no quiero adelantar en acontecimientos… ) 1436, de eso se trata. Mi cabeza es ahora un batiburrillo de estratagemas. Os aseguro que en casa nos sentimos como auténticos malabaristas. Pero no como los del Cirque du Solei todos superguays, (cools) ecológicos y de diseño. Nos sentimos malabaristas de un cutre circo ambulante, de barriada de lona raída y olor a rancio, que se juega el pescuezo lanzándose objetos punzantes (oxidados y cochanbrosos) con los ojos vendados y sin posibilidad de cobrar seguro, en caso de accidente. Mira por donde, hablando de seguros… El primer paso que he de dar es el de liquidar un plan de pensiones personal con una aseguradora de unos grandes almacenes que muchos de vosotros sabéis cual es (y para los que no tampoco es importante este dato) que un servidor se hizo cuando las cosas iban económicamente mejor. Por lo menos con lo que ahí tengo reservado para mi vejez (a esta paso veremos si llego a ella) pagar, por lo menos el 45% de la cifra total, sin contar procurador… Lo que entra en casa en estos momento es para otras cosas como alimentar a los dos críos, ropa no les hace falta gracias a la ayuda de muchos amigos y poca familia que contamos… alimentarnos nosotros, pagar facturas (menos mal que no tenemos hipoteca) pero si colegios, comprar muebles para adecentar la casa y adaptarla a las nuevas circunstancias y poder sobrevivir (como cada hijo de buen vecino). De momento el padre ha cumplido con uno de sus tratos e ingresa la mísera cantidad de 200 € para manutención de los niños (a 100 € por niño al mes imaginaos si nos sentimos malabaristas de circo rancio) Por cierto, entre las facturas que uno paga está la de una mutua de entierros (heredada de mi padre) y que un servidor, prevenido que es paga minuciosamente cada mes y en la que incluí mucho antes de que rugiera el volcán a mi hermana, llamadlo intuición o chiripa pero es así. Sabiendo de la falta de interés del capullo por pagar recibos hace unas semanas le pregunté si le pagaba seguros a los niños. Me dijo que sí e incluso a mi hermana. Como soy más bueno que Charles Ingalls (Michael London, La casa de la Pradera) y Chase Gioberti (Robert Foxworth, Falcon Crest) juntos le sugerí pasar a los niños a mi seguro (de esta forma me siento más seguro valga la redundancia) y así no me encontraría con problemas más tarde por culpa de incongruencias ajenas. El tipo me dijo: “Pues sí, págaselo tu que yo tengo otras cosas más importantes que hacer”. Cosa que he hecho sin rechistar eso sí cagándome en todos sus muertos (amebas incluidas) por los mísero y ……………… (añadid el segundo adjetivo que queráis tras la línea de puntos porque a mí se me ocurren ciento de millones, incluidos lenguas muertas y lenguas venideras, y si los suelto no podré dejar de escribir) que representa. 1436, son como eslabones de una cadena pesada pero os aseguro que como sea voy y me compro unas buenas tenazas para liberarme de ellos. ¿Comó? Como decía Scartett O´Hara (Vivien Ligh, Lo que el Viento se Llevó) Ya lo pensaré mañana.
domingo, enero 06, 2008
viernes, enero 04, 2008
¿Cuándo llegan los Reyes Magos?
Mi garganta es Dolby Surround.
Cambio de tercio.
jueves, enero 03, 2008
Voces del pasado.
