Hay recuerdos de la infancia que uno nunca olvida. Precisamente uno de ellos es el de la comida.En mi casa había mezcla de dos tipos de cocina. La española por parte de mi madre y la inglesa por parte de mi padre. Los horarios de comida eran muy ingleses. Cosa que ya he ido adaptando dejandolos a un término medio con los horarios españoles. Comer era una obsesión y un placer en nuestra familia. También un ritual. Los sábados y los domingos cuando estábamos todos en casa el cuartel principal era la cocina. Ahi tenias a mi padre preparando la comida a las 11 en punto. Se levantaba temprano e iba al mercado a comprar todo tipo de viandas. Mi madre preparaba todo tipo de comidas. No tan temprano como mi padre pero si se pasaba gran parte de su tiempo frente a los fogones. Como ya he mencionado la fusión de cocinas era constante. Había productos que no podíamos encontrar en nuestras tiendas. Por suerte mi abuela nos hacia las compras desde Inglaterra y nos enviaba por correo el material suficiente como para saborear lo que dicen es la horrible comida inglesa. Recuerdo al abrir los paquetes las cajas de Pudines instantáneos de fresa, frambuesa, limón o chocolate; las salsas "HP, Chutney y Picadilly", la mostaza "Colmans" en polvo; también recuerdo los "Angel´s Delight" una especie de Mouse instantáneo que al saborearlo me traía recuerdos de las vacaciones... Pero de entre todos los productos que llegaban había uno que era le estrella. Se trataba del "PAXO Sage & Onion Stuffing" un invento genial que hacia que el pollo al horno fuese diferente a todos los pollos al horno que se hacían en España. El producto eran unas hierbas y una pasta seca que al contacto con el agua caliente y el caldo se convertía en una masa densa con un aroma muy especial que impregnaba toda la casa. Aquello olía a gloria bendita. Entonces se cogía un pollo, grande a ser posible y se preparaba para hornear. Como colofón final se introducía la pasta por el hueco de la carcasa y se cerraba con unos palillos. Se metía el pollo al horno y se hacía como se hacía toda la vida. Cuando llegaba la hora de trincharlo y comerlo se cortaban las piezas que uno prefería y se sacaba con una cuchara un pedazo de "PAXO Stuffing" y se servia como acompañamiento, junto con patatas, cebollas o pimientos. Como el sabor del pollo se había mezclado con el de las hierbas producía una explosión de sabor intenso y muy inglés en la boca.
Hace tiempo que no como "PAXO Stuffing". Justo después de morir mi madre. Ella era una maestra en prepararlo. Había variado la técnica y le salía mejor que como sugería la receta. Supongo por que le daba un pequeño toque español. A veces me acuerdo mucho de él, sobre todo los domingos a la hora de comer. Y no es cuestión de que me sea difícil de encontrar. Lo he visto a veces en la sección "Gourmet" de unos grandes almacenes que todo el mundo conoce, también en una tienda de comida inglesa de la Calle Verdi de Barcelona, junto a los pudines y el "Lemmon Curd", otra exquisitez en forma de mermelada suave de limón con una textura semejante a la mahonesa y que sirve para untar en el pan para el desayuno. Desde la muerte de mis padres lo único ingles que perdura en casa el la salsa "Perrins Worcester", el "Ketchup" y la salsa "HP". Quien sabe. Algún día puede que el delicioso "PAXO Stuffing" regrese a las estanterías de la cocina de nuestra casa.
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