Una mañana al despertarme estaba nervioso porque íbamos a casa de mi tito Richard. Os describiré como es:
Es gordete, tiene gafas, barba rubia y castaña. Vive en la calle Idumea en Barcelona. Mi tito trabaja en revistas como Fotogramas y DVD Edición Limitada. No se como se las arregla pero siempre le dan juegos y consolas. Es un poquito desordenado y dormilón. Cada vez que vamos mi hermana y yo a su casa llaman, llaman y llaman por teléfono o a la puerta. A pesar de todo mi tito es siempre generoso, sobre todo con mi hermana y conmigo. ¡Ah! Se me olvidaba, mi tito tiene 2127 películas todas contadas, además de un proyector, una televisión de plasma y otra que no.
Hacía tiempo que quería escribir. Es decir, hacerlo siendo yo mismo, sin estar pendiente de una fecha de entrega o a cambio de un talón. Creo que ya va siendo hora de armarme de valor, de entrar en el caserón, de abrir ventanas y puertas y permitir que la luz invada su interior. Necesito dar forma a los fantasmas, atraparlos, enfrentarme a ellos y asumir que, en el fondo, también forman parte de mi vida.
jueves, agosto 31, 2006
Mi tito Richard (según su sobrino Adam de 10 años)
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