martes, enero 27, 2009

Agarrarse a la vida y sobre todo ¡vivirla!

El domingo me pasé toda la tarde metido en un avión que se había estrellado en los Andes en 1972. Sí, supongo que a muchos de vosotros os suena la historia. Un hecho sucedido a un equipo de rugby de una escuela católica de Uruguay y que marcó no sólo a aquellos que sobrevivieron, sino también a los que, como espectadores, admiramos, repudiamos, reflexionamos o nos escandalizamos (que no es mi caso) de lo que tuvieron que vivir durante 72 días sobreviviendo en las montañas en una condiciones extremas.


Por cierto ¿por qué la gente es siempre tan morbosa y le da 5647856 vueltas al tema de la antropofagia en este caso y no precisamente al tema de “saborear” otra cosa que no sea las ganas de vivir? He de reconocer que su experiencia, lo que vivieron esa gente, los horrores, el sufrimiento etc.. siempre me había causado un cierto destemple. Los putos tabúes… Cuando aconteció el accidente yo contaba solo con 5 años pero en mi casa se comentaba bastante el caso, es más el libro sobre sus experiencias revoloteó por casa y muy de vez en cuando pasaba por mis manos (ya de más mayor) para mirar las fotografías en blanco y negro de los supervivientes o de los fallecidos. Es curioso porque a mí siempre me han gustado las películas de desastres, no por lo trágico que resulte que un tifón arranque a una persona del suelo y la mande a la Conchinchina hecha pedazos, o que una mole de hormigón acabe más chamuscada que la punta de una cerilla… para mi es más importante el hecho de poder salir indemne (físicamente) del acontecimiento y lo que sucede después, como cambia tu vida, tu entorno, como ves las cosas...

Si, reconozco que al principio cuando leía el libro ¡Viven! trataba de buscar aquellas partes más truculentas de la historia, lo que tiene ser un preadolescente con ganas (curiosidad morbosa)de leer cosas poco comunes (y además verídicas) Pero aquella gente no era ni Paul Newman, ni William Holden, ni Charlton Heston, ni Shilley Winters o siquiera Fay Dunaway. Eran personas como cualquier otras (incluso como la de los personajes arriba mencionado) salvo que a ello nadie les gritaba acción o corten y después se iban del plató a sus propias casas. Quizás lo que más me llamaba la atención (y por ello sentía cierta fascinación hacia ellos) era porque su “película” lo que habían vivido era real, lo más real y cruel a lo que se puede enfrentar un ser humano.

Todas las tragedias son duras experiencias. No creo que haya un baremo para medir si este o el otro lo pasó más fatal… Todo acontecimiento excepcional, sea bueno o malo, marca. Lo mismo si te toca una quiniela millonaria (o lotería) como si caes en medio de la nada y has de sobrevivir con los mínimos y tomando decisiones que pueden producir heridas profundas en la sociedad.

A todo esto, no sólo vi la película ¡Viven¡ (la versión e Frank Marshall), sino que también la complementé con un impresionante documental llamado “Naúfragos Vengo de un avión que cayó en las montañas.” De Gonzalo Arijón Muy interesante y completo sobre el testimonio real 30 años después de una parte de los supervivientes. Reconozco que siento fascinación (y bastante angustia) con esta historia. Sus testimonios, lo que narran sobre esos días en las montañas y como sobreviven a todo tipo de calamidades, da una pequeña gran lección de lo que el ser humano es capaz por sobrevivir, por agarrarse a la vida, pese a que algunos de ellos rozan la muerte y dejan casi seducirse por su abrazo. La vida, el amor hacia los suyos, o el huir de ese aislamiento hace que nos demos cuenta de nuestras capacidades. Aunque estemos bajo mínimos y completamente desmoralizados. Vivir la experiencia (nuestra o ajena) y sobrevivir a ella, o por lo menos aprender a hacerlo. Esa es la verdadera esencia de una tragedia.

Como en una montaña rusa... (o la ley de la balanza)

Estoy de un vago que a veces me doy asco a mí mismo... No so creais que incluso me he llegado a preguntar si sufro algún trastorno de bipolaridad porque paso del “hiper ajetreo” a deambular como un zombi por la casa tocándome las narices todo el día. Supongo (espero) que lo mio no debe ser bipolaridad. Los bipolares no son conscientes de su trastorno, lo sufren y se percatan de ellos los que están a su lado y se aburren o se exasperan de ver a sus familiares o amigos subidos todo el día en esa montaña rusa sin fin que es su vida.

Yo me hablo mucho. Me digo que he de mover el culo. A veces me hago caso y de dentro de mi sale una especie de energía cósmica (vete a saber de donde la pillo) que hace que mis pies se pongan a caminar de repente y me ponga a hacer cosas sin parar...

“¡Si tu no te animas no te anima nadie!” Me comento de vez en cuando. A ver, no estoy depre. No voy llorando por las esquinas, ni siquiera voy imaginándome cosas chungas sobre que hacer con “mi triste existencia”... Nada de eso, ya que precisamente, mi existencia es poco triste, sólo se encuentra un poco descontrolada. Simple y definitivamnete estoy un poco vago.

Es muy posible que todo lo sucedido estos meses (años) atrás ahora estén pasando factura y el cuerpo, sabio como él mismo me esté poniendo a una especia de ralentí. Pero claro, mi cabeza no hace mucho caso yb quiere marcha. Sabe que hay que hacer cosas, moverse y escribir (ahora solo escribo bajo mínimos aunque noto que no he perdido desparpajo a la hora de expressrme lo que me tranquiliza) por lo que supongo que lo mío son cosas de biorritmos o la falta de vitaminas o de dejadez… Sobre la escritura he de reconocer que el año pasado sufrí una hemorragia (más bien una cascada como las de Niagara) de expresión literaria y de creatividad, de esas que no hay forma de pararla. Igual, también es que necesito más acción a mi alrededor... Lo cierto es que no tengo ganas de meterme en follones familiares de nuevo. No. Prefiero que los personajes nefastos que poblaron las páginas de mi vida se queden atrás, perdidos entre párrafos y que acumulen tanto polvo hasta que los haga irreconocibles.

Si es cierto que la calma, me sirve para reflexionar, sin comerme mucho el coco. Este parón es como cuando subes a una cima y ves todo el horizonte. Tu casa, la de otros, lo que se está construyendo o lo que se ha destruido… Tampoco creo que soy la única persona en el mundo que cree que lo que le está pasando es de uso exclusivo para él mismo. Historias como la mía seguro que hay cientos, miles… incluso puede que en otro planeta semejante a este también haya otro como yo con un ex cuñado capullo, una hermana con Parkinson y un trabajo que le gusta a horrores pero que no está todo lo remunerado que uno podía esperar (os aseguro que no es la octava maravilla del mundo por eso lo de la crisis me lo paso por el arco del triunfo).

Por cierto, alguien, no me acuerdo bien ahora de quien se trataba pero sí que iba del royo Ley del Karma o temas de la Gestalt que decía: “Todos y cada uno de nosotros formamos parte de una balanza. En cualquier lugar del universo tenemos a un semejante que comparte con nosotros el otro platito para conseguir el equilibrio. Si tu estas demasiado bien tu semejante estará demasiado mal, dependerá de cómo os equilibréis para que las cosas entre vosotros se armonicen.” Pues que bien, que a gusto se quedo el sabio de los cojones… A ver si ya es complicado estar de acuerdo con alguien de tu entorno imaginaos con alguien que no conoces… ¿Y si es un búfalo que pasta por las llanuras? ¿Y si te ha tocado con un magnate narcotraficante hijodeputa que vive como un rey (supongo que es mi caso)? ¿Y si tu otro lado de la balanza es un psikokiller, un alienígena horrendo o un dictador del tamaño de Hitler? Menuda gracia ¿no? Cualquiera se pone a equilibrar la puñetera balanza. Es para sentarse a un lado y aburrirse mirando el paisaje mientras desde lo alto del otro plato se lo pasan de puta madre…

martes, enero 20, 2009

Frase de la Semana: Supervivencia

Bienaventurados los miserables porque ellos sobreviviran a las consecuencias de la crisis.

viernes, enero 16, 2009

¡NOS CASAMOS!

Pues sí, ya puedo decirlo: ¡HAY BODA!
Esta mañana he ido a tramitar los papeles al consulado británico. En 21 días nos dan ya los permisos y ahora solo queda celebrarlo. Ha sido divertido hacer el juramento ante la biblia desde la ventanilla del consulado (en inglés off course!) y pagar 175 € por los trámites. Me ha sorprendido que haya bajado el precio (me han dicho que como la libra está muy barata he salido beneficiado con el trámite) y nada a esperar los 21 días para ir al gobierno civil y tramitar la boda en Gelida (muy cerquita de Barcelona) donde una amiga y compañera de trabajo de Miguel, concejal de tecnología del ayuntamiento nos realizará la ceremonia. De momento ya le he dicho a mi amigo Dani (B-Lego) que sea uno de los testigos de la celebración. Me hace ilusión que esté allí con nosotros.

miércoles, enero 14, 2009

Rebajas... ¡Si no las comes las dejas!

Llega enero y con él las rebajas. La gente se vuelve loca, hace colas para entrar los primeros a las tiendas y arrasar con todo lo que allí ven. A veces suceden cosas sorprendentes al encontrar en tu bolsa de la compra objetos que no habías comprado, o en según que casos, cosas que ni pensabas que te ibas a comprar.
Este año las rebajas son especiales. Gracias a la crisis ir de compras es como formar parte de una multitud que acuden desesperada a un camión de abastecimiento en un país azotado por el hambre (no digo tercermundista porque al paso que vamos pronto formaremos parte de él, es una ironía gratuita de mi parte, desagradable, lo reconozco, pero muy mía)

No suelo ir a las rebajas los primeros días, aparte porque muy pocas veces me veréis comprando ropa, soy de los que no se le caen los anillos aceptando ropa de segunda mano, siempre que ésta esté en buen estado. Gracias a mi prima y a la envergadura de su santo esposo (muy similar a la mía) me nutro de buena cantidad de complementos para mi anatomía y de muy buena calidad. Sí, si un día me pierdo en unos grandes almacenes no me busquéis en la sección de ropa de caballeros (va, se admiten chistes zafios). Si me pierdo, seguro que me encontráis en la sección de cine o de libros. Allí se encuentra mi paraíso en tiempos de rebajas, cuando hay dinero claro está.

No sé porque pero me da que este año las rebajas van a ser substanciosas para unos y desesperantes para otros. Claro, ahora está el ver a quien de esta extraña ecuación le corresponde el papel. La gente compra. Hasta la saciedad, ¿pero compra igual que otros años? Ah amigo, ahí está la picardía de los que venden, los que tienen que beneficiarse.

Hay que decir que este año hay buenas ofertas. He visto rebajas hasta del 70% (vamos, un poco más y entras en la tienda y te regalan las cosas) Pero claro no todo lo que te venden es lo bueno o, puede que este año sea así... En primer lugar la competencia está muy reñida y el público se mira mucho la calidad. No es lo mismo una falda roñosa barata a una falda de marca barata. Aun hay clase y poca gente se conforma con cualquier cosa. Sobre todo a la hora de presumir con las amistades cuales arqueólogos ante hallazgos singulares. Pero marzo cuidadín, marzo está a la vuelta de la esquina y llega con una velocidad más rápida que un rayo (ya se sabe que en febrero se vende los requeté saldos que desechados de debajo de los mostradores, aquellas ropas dignas del museo de los horrores) y daos por seguro que este marzo va a ser un marzo muy duro (bueno y no digamos abril, mayo, junio y lo que sigue hasta las rebajas de julio si las hay…) La de lloros que van a llegar el primero de marzo en muchas de las casas de nuestro país cuando lleguen las facturas de las compras y no haya sustancia para pagarlas. O tal vez quienes lloren sean los bancos o los compradores… ¿Quién gana entoces y quien pierde?

Por cierto, ¿os habéis fijado que ya no hay avalanchas de anuncios de esos sabandijas que prestaban dinero con una facilidad pasmosa? Curioso ¿no? ¿Cuándo hace que visteis el ultimo? Haced un poco de memoria…

Crisis y progreso

Es curioso que a estas alturas no hubiese hablado aun de la crisis. Supongo porque como ya estoy en ella hace la tira de tiempo ( la de los 40 fue leve) no me significa para nada una novedad. Y es que lo mío con el dinero debe ser algo karmático. Vete a saber, igual en otra vida era un usurero o alguien forrado de pasta y ahora me tengo que ver con la escasez económica en un mundo donde tanto tienes tanto vales. A ver. No me quejo. Solo hago una apreciación. Tengo lo que quiero (podría tener más de lo que quiero pero me conformo con lo que va llegando o hago llegar) pero de momento ni busco comida en los containers, ni vivo bajo un puente, o visito albergues en busca de duchas de agua caliente y un plato rancio de sopa…

Un sabio dijo una vez que las crisis eran beneficiosas para la humanidad. Este señor era Albert Einstein. Yo no le quito la razón. Personalmente añadiría que las crisis económicas son el equivalente a las guerras del pasado, salvo que (hasta ahora) todavía no hay muertos ni desorden o destrucción (eso ya se verá…) No, para nada es descabellada la idea del sabio y viejecito alemán. Pienso que tampoco debería sonaros a barbaridad, ni mucho menos tirarse las manos a la cabeza, ni rasgarse las vestiduras etc, etc… La crisis y las guerras a la larga o a la corta son sinónimo de progreso. Confieso que a mí me gusta ese concepto, aunque para muchos suene como una blasfemia monumental. Pensad por un momento en ello. La destrucción de un concepto ya caduco (el comunismo, el capitalismo) atrae nuevas ideas o inventivas, nuevas formas de evolucionar o de involucionar (según donde se mire). Las purgas sociales limpian (sí, a veces injustamente), pero también dejan intencionadamente residuos que más tarde generaran otras crisis y por ende otros “saneamientos”… Los hay rápidos (la 1 y la 2 Guerra Mundial) y los hay lentos pero en ambos casos cambian. El caos atrapa el orden como un plumero atrapa el polvo.

Hay que aprender de la crisis. No verla como un enemigo (ya se que no es fácil) ayuda a entenderla. Lo principal de esta entidad supuestamente siniestra es que puede ayudarnos a ver el dinero no como un arma diabólica, que si se la exprime suelta un zumo de codicia y ambición, sino como un objeto valioso que debe utilizarse con armonía. Ya, vivimos en un mundo donde como ya he dicho al principio: Tanto tienes tanto vales. Ese concepto, precisamente debería ser la primera cosa a cambiar. Para mucho el dinero es su Dios, (de eso los bancos saben mucho) el capitalismo tenía los días contados el día que el comunismo agonizaba como una hormiga pisoteada por una multitud.

Lo que más me sorprende de la crisis es que nadie había prevenido su llegada. Algo que curiosamente se preveía a mil leguas. Vamos, era como escuchar truenos en la lejanía y encima no hacer nada para proteger la choza. Me resulta extraño que nadie tuviese la santa conciencia de tomar medidas por si esto sucedía. Quién sabe, igual no querían que nos diésemos cuenta (a sabiendas de que se avecinaba) o puede que muchos se hubiesen tomado las premoniciones como el pito del sereno y hayan esperado a quemar todos los bastiones pensando que si más acumulan menos afectados van a estar.

Tanto a los pasajeros de los barcos que naufragan como a las ratas que habitan el navío irremediablemente la crisis afecta a todos. A unos les llegará antes pero aquellos que piensan que se encuentran a salvo cuan de equivocados están. Son ciegos e ignorantes si piensan que ésta va a pasar de largo por sus puertas. Porque, si no lo hacen, ya no pertenecerán a ese nuevo mundo surgido tras una curativa costra.

Verde es mi color…

Que listos son nuestros mandatarios. En época de vacas flojas, cual astutas alimañas, aprovechan para sacar provecho de todo. Vamos, “Ande yo caliente, ríase la gente” lo más curioso es que el pueblo llano, como un rebaño de ovejas bobas, les siguen la corriente sin soltar coces o algún que otro bocado.
Hace unos días, en el barrio han aparecido unas extrañas marcas verdes en el suelo, justo donde aparcan los coches. Hay cientos de ellas, perfectamente pintadas, También las hay amarillas en forma de red y junto a todo esto unas extrañas columnas con forma de hucha con reloj enorme. A ver, si mi barrio estuviera en el centro hasta puede que lo comprendiera. Pero no, está en la periferia, lejos del mundanal ruido. Uno saca muchas conclusiones. Sobre todo cuando las arcas del estado deben estar a ras de suelo y los que las manejan han gastado más de la cuenta “tuenando” coches oficiales o dándose la buena vida... Este tipo de sucesos suelen tener lugar en diversas épocas pero curiosamente tiempo después de unas elecciones, justo cuando los culos ya están bien aposentados, dejando el molde perfecto de sus nalgas sobre el tapiz de skay su correspondiente escaño.

Es llamativo que hable de política cuando me considero absolutamente apolítico. A ver, a mi me da igual que los culos sean azules, verdes o rojos… A la corta todos los políticos son iguales. No se merecen mi respeto ni pienso otorgárselo (para eso vivimos en una democracia y podemos opinar ¿no? ¡Ups! ¡Menuda contradicción! jajaja) Para mí los políticos en su totalidad tienen menos respeto que las ratas de cloaca. Sé, es muy cierto que el poder corrompe, se nota en sus caras, sino fijaos en las fotos del antes y después de subir al poder. No tienen nada que ver unas con otras. Por cierto ¿os habéis dado cuenta que a Obama se le está cambiando la expresión por momentos? Echadle una ojeada a los medios y os daréis cuenta…
Volvamos sobre lo verde.
Hace una año, más o menos en Barcelona se limitó la velocidad en las cercanías a la ciudad. Ya no se podía conducir a 110 (bueno se puede pero te regalan una foto que te cuesta 300 euros), el límite de velocidad máximo era de 80 km hora, con la estúpida escusa de que con ello se reducían la emisión de gases contaminantes (pero claro aumentaba las arcas del estado al facturar cifras record de multas por exceso de velocidad) estudios de varias universidades han demostrado que lo del la contaminación es una idiotez supina. Ni baja ni sube, se mantiene. Claro hay quien todavía se cree lo que les dicen sus políticos, e incluso lamentablemente los aplaude y apoya… La idea de esta mamarrachada de ley de circulación se le ocurrió aplicarla a dos personajes dignos de una opereta del siglo XVIII, vamos, dos Pilays (neo progres) que juntos no suman ni media neurona. Es cierto que se trata de una ley de circulación europea que se lleva a cabo en varias ciudades como Londres, París, Amsterdam, Viena o Munich. También es cierto que una de las cosas que se evitan al aplicarla sea que el índice de accidentes descienda, en algunos casos hasta el 50% (si nos creemos las estadísticas, claro está) como es el caso del conjunto de vías del área metropolitana de Barcelona. Eso no está nada mal. Pero ojo, que nos quieran hacer creer que con dicha ley se contamina menos. Eso es otra cosa, sobre todo cuando en realidad la función principal de esta ley sea otra como hacerse de oro otorgando multas a diestro y siniestro…
Por cierto ahora lo quieren bajar aun más (40Km hora) la mitad de velocidad de un ascensor convencional. Será que no deben tener suficiente con lo que recaudan.
Lo más singular de todo es que todo ésta estúpida patraña venga de un grupo tan supuestamente tan izquierdista (y efímero) como ICV. Ah, claro ya lo entiendo… lo hacen porque apoyan el ecologismo ja, ja, ja y ja…