Hacía tiempo que quería escribir. Es decir, hacerlo siendo yo mismo, sin estar pendiente de una fecha de entrega o a cambio de un talón. Creo que ya va siendo hora de armarme de valor, de entrar en el caserón, de abrir ventanas y puertas y permitir que la luz invada su interior. Necesito dar forma a los fantasmas, atraparlos, enfrentarme a ellos y asumir que, en el fondo, también forman parte de mi vida.
miércoles, febrero 28, 2007
Catálogo de alfombras bizarras: Modelo Führer (Berlín 1945) de la colección "Mein Kampf"
martes, febrero 27, 2007
Sex in The Blog: El día que Charles Bronson me regaló su culo.
lunes, febrero 26, 2007
Últimamente me siento un poco como el personaje Carrie Bradshaw…
¿Alguien ha tenido la suficiente franqueza de hablar de sexo en su blog contando experiencias personales divertidas (o no) sin tener por ello que llegar a contar detalles que puedan herir la sensibilidad del público? ¿Cuánto de miedo hay de hablar de una cosa tan intima como el sexo en un medio como internet de cara a un público que te lee casi todos los días? ¿Las experiencias sexuales, contadas de una forma más anecdótica debe ser algo que guardemos en lo más intimo (se entiende con ello que no hace falta dar nombres y detalles reveladores sobre la otra persona) de nuestro ser? ¿Se puede hablar de sexo de forma franca, amena y con cierto aire de voyeaurismo? Yo ya me lo estoy planteando, os lo aseguro, sin miedo ni vergüenza (ya que de lo segundo no tengo).
domingo, febrero 25, 2007
Donde hay pelo hay un oso... aunque sea cochambroso.
A escasos metros de mi corazón
Ayer por la noche me llamó una vecina, amiga de toda la vida tanto de mi madre como mía y me dijo: “¿Richard sabes que tus sobrinos están abajo jugando en la calle?” Yo le contesté como si nada. “Si, es que ahora viven aquí cerca.” Pues sí agraciado publico el capullo ya se ha instalado a vivir a escasos metros de mi casa. Ahora tendremos que encontrárnoslo hasta en la sopa. El problema está con los niños. No es que yo no quiera verlos, en absoluto, es que no puedo. Por un lado, y creo que este debe de ser un sentimiento muy común y muy humano, uno desearía que los niños tuviesen más contacto conmigo, pero mientras vivan con el imbécil de su padre mejor me abstengo de relacionarme con ellos. Por otro lado también parece que ellos no quieren saber nada de mí, ya sé, o entiendo, que debe ser algo inculcado como una larva por su padre y la zorra asquerosa y repugnante de la Sargento de Hierro pero hay cosas que a veces se me escapan al entendimiento. Será porque no puedo ser ecuánime en estos momentos y más cuando estoy involucrado en ellos. Ahora, si por un casual les da por llamar a mi puerta yo no puedo (aunque quiera) dejarles entrar e incluso diría hablar con ellos. Cualquier tontería emotiva que pueda hacer yo su puto padre puede aprovecharlo para joderme la vida, aunque como es mas burro que cagar de rodillas dudo mucho que hiciese algo. Pero por si acaso así mejor que me abstengo de recibirles por si solos y, si mi hermana decide visitarme con ellos (y sin el capullo se entiende) no tendré ningún inconveniente en abrirles las puertas de mi casa. Eso sí, me gustaría poder tener una charla con ellos y aclarar las cosas de una vez, aunque luego corran a su padre y a su tía le cuenten todo lo que hemos conversado ya bien sea de forma voluntaria o bien a base de improperios, pellizcos y amenazas.
sábado, febrero 24, 2007
Bailandooooo recorro el mundo bailanndoooo...
viernes, febrero 23, 2007
Aliens entre nosotros: La Rosa de Jericó
martes, febrero 20, 2007
sábado, febrero 17, 2007
¿Por qué nos gustan tanto las series?
1. Porque duran más que una película.
2. Porque en ellas no actúan estrellas endiosadas sino actores y actrices de pedigrí.
3. Porque consiguen hacerte sentir uno más de la familia.
4. Porque gracias la DVD o al Divx es un placer verlas casi de un tirón.
5. Porque se desarrollan mucho más los personajes.
6. Por el qué pasará en el capitulo siguiente.
7. Porque no suelen envejecer tan mal como las películas.
8. Porque están repletas de personajes entrañables como Laura Ingalls, La familia Bradford (con ocho basta) Starsky & Hutch, Tony Soprano, Mulder & Scully, Buffy, Carrie Bradshaw o Jack Bauer entre otros.
9. Porque ahora están en su mejor momento con joyas como Perdidos, Héroes, Jericho, 24, Eureka o Big Love.
10. Porque la tele es gratis y el cine no.
Héroes Catódicos: Mi nombre es Earl.
viernes, febrero 16, 2007
Comienza Acosados Temporada 2
Pues sí, acaba de comenzar la segunda temporada de esta fantástica serie en la que soy uno de los protagonistas. Cuando todo parecía que había acabado (aunque en lo más hondo de mi corazón sabía que no podía terminar así de bien) va y el mecanismo del “Sit Com” más esperpéntico de la vida real comienza a girar con mucha más fuerza que nunca. Os explico. Como ya sabéis ayer hablé con mi hermana sobre que el capullo había conseguido piso. Bien, la cosa sigue igual, al parecer tiene piso, aunque a mí me cuesta creerlo. La Sargento de hierro ha vuelto, y lo ha hecho con las putas pilas cargaditas y con la lengua inyectada de veneno y maldades. Desde su retorno los ánimos de mi cuñado han cambiado. Ya no está tranquilo. Vuelve a estar como una moto. Más enfurecido que nunca. Ahora se entera que yo voy a ver a mi hermana cada semana y que le lavo la ropa (manda cojones) A mí ya me ha parecido extraño porque a me daba la impresión que él ya lo sabía pero no, al parecer mi hermana se lo ocultaba o al menos le había ocultado la cantidad de veces que la visitaba. Va entonces el tío y le suelta (parece ser para meterme miedo) que tiene un espía en el hospital (claaaaro ahora ya entiendo dónde se le va la pasta a él) que le va chivando que días voy y las cosas que le digo para comerle la cabeza tratando de convencerla para que ella diga cosas que él no quiere que se sepan… Ahora también resulta que le ha dicho que va a hablar con el médico para que yo no pueda entrar a verla nunca jamás (JAJAJAJAJAJA) Se puede ser mas bellota. Le he dicho a mi hermana que la única que tiene el derecho de elegir sus visitas es ella y no él ni las arpías de sus cuñadas. Y que si quiere evitar que yo entre a verla lo tiene claro ya que yo ya lo intenté con la Sargento de Hierro y era más que imposible conseguirlo. Mi hermana me ha comentado que mi cuñado ya le ha informado que al piso ella sólo de visita y no todos los fines de semana. Según él su casa ahora es el hospital y ahí es donde se va a quedar. A ver, para mí eso no ya no es novedad. Las intenciones del capullo ya las tenía asumidas, y porque no, las aplaudía, mejor allí en un hospital que de nuevo conviviendo con ese maltratador. Pero claro mi hermana aun se hacía como ilusiones. Yo aun no entiendo qué les pasa a las mayoría de las mujeres maltratadas que aun, después del calvario que sufren, aun creen que su verdugo puede cambiar… Pero no sé, hoy creo que ha habido un cambio. En primer lugar suerte he tenido de poder mantener una conversación fluida con ella con lo que hemos podido entrar más en detalles. Es un alivio no tener que jugar con ella al Pictionary para adivinar muchas veces lo que me quiere decir. Me ha dicho que se está hartando de las gilipoyadas del capullo y de la mal bicho de la Sargento y que igual hasta se piensa lo del divorcio. Yo le he animado. Según la abogada tiene las de ganar. Dice que él cuando va a verla solo está cinco minutos y que apenas puede ver a los niños. Ni mucho menos a solas. Este fin de semana ya está de nuevo de los nervios. En primer lugar él ya le ha dicho que está enfadado con ella por dejar que yo la visite (manda huevos con el subnormal de vicio este) y que mañana no irá a visitarla porque tiene mucho trabajo, a mi me suena a castigo (aunque también suena a bendición) y que el domingo ira a verla, suponemos acompañado de la cuervo que, después de tantos días sin hablar tendrá la boca llena de mierda que escupir. Le he dicho que si se siente incómoda que le meta un grito y que la mande a cagar. O que se levante y se marche con las enfermeras como ya le recomendó la jefa de las mismas. Por cierto, me ha pedido que si le puedo cargar el móvil con cinco euros. A él no le da la gana de cargárselo (de esta forma no me llama y habla conmigo) y porque el muy cabrón se ha pulido su pensión con la escusa que él no tenía dinero y que había arreglado con la pasta de mi hermana el coche averiado. Y luego el tío mierda suelta que no se fía de mí porque lo que yo quiero de ella es su pensión... No, si va a ser cierto el refrán de que "Se cree el ladrón que todos son de su condición".
El Capullo tiene casa…
Héroes Catódicos: Extras
jueves, febrero 15, 2007
Reflexión
martes, febrero 13, 2007
Un muy agradable descubrimiento.
En todo caso aquí os dejo el video del tema Grace Kelly
Do I attract you?
Do I repulse you with my queasy smile?
Am I too dirty?
Am I too flirty?
Do I like what you like?
I could be wholesome
I could be loathsome
I guess Im a little bit shy
Why dont you like me?
Why dont you like me without making me try?
I try to be like Grace Kelly
But all her looks were too sad
So I try a little Freddie
Ive gone identity mad!
I could be brown
I could be blue
I could be violet sky
I could be hurtful
I could be purple
I could be anything you like
Gotta be green
Gotta be mean
Gotta be everything more
Why dont you like me?
Why dont you like me?
Why dont you walk out the door!
How can I help it
How can I help it
How can I help what you think?
Hello my baby
Hello my baby
Putting my life on the brink
Why dont yo like me
Why dont you like me
Why dont you like yourself?
Should I bend over?
Should I look older just to be put on the shelf?
I try to be like Grace Kelly
But all her looks were too sad
So I try a little Freddie
Ive gone identity mad!
I could be brown
I could be blue
I could be violet sky
I could be hurtful
I could be purple
I could be anything you like
Gotta be green
Gotta be mean
Gotta be everything more
Why dont you like me?
Why dont you like me?
Why dont you walk out the door!
Say what you want to satisfy yourself
But you only want what everybody else says you should want
I could be brown
I could be blue
I could be violet sky
I could be hurtful
I could be purple
I could be anything you like
Gotta be green
Gotta be mean
Gotta be everything more
Why dont you like me?
Why dont you like me?
Why dont you walk out the door!
viernes, febrero 09, 2007
Sevilla Mon Amour Episode III y IV
Como el domingo no llovía (cosa rara) decidimos visitar las afueras de Sevilla. Más concretamente Itálica en Santiponce (donde el solomillo y la Poleá del día anterior). Que podemos decir de Itálica… Pues que merece la pena y mucho verla, sobre todo por el inmenso anfiteatro, bastante bien conservado, pero sobre todo por los impresionantes mosaicos y los restos de baños públicos o que leñe, por pasearse un rato por el campo. Como íbamos acompañados por David al ser Sevillano de pura cepa (y porque le cayó bien al señor de los tickets) pudimos entrar gratis. Durante un momento de la visita a David le dio la vena arqueológica y comentó en varias ocasiones lo de ir un día con una pala y acabar de desenterrar los cientos de mosaicos (y vete a saber qué otras cosas) que aun permanecían enterrados entre los campos que nos rodeaban. Aparte de ruinas encontramos una rana (en la foto que cuelgo en este post se puede apreciar como en el centro de la misma aunque cuesta un poco de verla) y también vimos varias orugitas que, al igual que nosotros, iban y venían por los caminos de tierra que separaban las diferentes áreas. Después de pasar por la tienda, donde compramos puntos de libro muy chulos (uno para Amparo y otro para Eva) y varias cochinadas más (lápices, imanes para la nevera, gomas de borrar y una chorradilla de ceras de colores que le guardo de nuevo a Eva) nos fuimos a casa de Mercedes, en Sevilla, para comer un Queso de la Serena (uno de esos que por fuera aparentan ser un queso curado pero que al abrirlo, por la parte superior, es una delicia cremosa para mojar pan o picatostes) que habíamos comprado en La Venta del Culebrín, antes de abandonar Badajoz. Aparcamos frente a la casa de Mercedes y, casi al llegar a la puerta, nos sobrevino un penetrante y delicioso aroma perteneciente al plato sorpresa que nos tenía preparados (y que lo hizo mientras su lavadora se le rebelaba escupiéndole agua como una presa). Nada más y nada menos que Pechuga de Pollo a la Naranja (dulce, no amarga). Estaba de vicio, sobre todo acompañándola de un Lambrusco fresquito y varias raciones de queso cremoso. Supongo que os a estas alturas ya os habréis dado cuenta de que la comida ha sido una parte importante en todo el viaje. Basta decir que hemos comido como reyes y que la experiencia gastronómica andaluza merece mucho tenerla en cuenta. La sobremesa sirvió para hablar de cientos de cosas. Desde nuestras desventuras con la Familia Munster hasta asuntos que tuvimos que resolver consultando las cartas del Tarot. También conocimos a María, la hija de Mercedes (tan “wapisima” y “salá“ como su madre) y, al tener la misma edad que mi sobrina, me recordó mucho a ella. A eso de las 18:00 PM, Luis, pareja de Mercedes, David, Miguel y yo bajamos a una confitería a comprar unos pastelitos (una media luna rebozada de azúcar cristalizada, tres pedazos de tocinito de cielo con coco y un pastelito típico que se jaló David en un santiamén). Por cierto la confitería tenía una decoración muy pero que muy ochentera, tanto que a Miguel y a mí nos hizo mucha gracia. Fuimos también a ver la Iglesia de la Virgen de Triana (de la que David pertenece a su cofradía) pero lamentablemente estaba cerrada. Después de merendar David nos dejó en casa de Mercedes y también lo hizo Luis. Esa noche cenamos pulpo, solomillo al whisky y chocos en La Gamba Blanca y después de una breve charla con Mercedes nos fuimos a dormir (nos había cedido muy amablemente su habitación).
Día 4: El Retonno.
El último día en Sevilla fue rápido. Nos levantamos, nos arreglamos, salimos con Mercedes a la calle (tenía un examen de psicología) y en cuanto llegó su hermana a recogerla con el coche nos despedimos y nosotros tomamos el bus hacia el aeropuerto. Allí, mientras esperábamos, Miguel se terminó La Catedral del Mar (Idelfonso Falcones) y se compró otro libro Camposanto (del pesado del Iker Jimenez) que aun anda leyendo. En el avión (que esta vez fue muy puntual) se subieron unos follloneros que parece ser nunca habían volado. Aplaudieron después de la explicación reglamentaria de las azafatas (que si las dos salidas, que si el patito de goma, que si no encender los móviles…) y al aterrizar en Barcelona soltaron: “Cuidado cuidado que acabamos de aterrizar en Polonia”… Sin palabras.
jueves, febrero 08, 2007
Sevilla Mon Amour Episode II
Prólogo: Estábamos tan cansados que durante un largo rato ni siquiera el sonido de la alarma del teléfono inalámbrico de David (que sonaba cada cinco minutos porque se le acababa la batería) conseguía hacernos levantar de la cama. Pero la carne es débil (como la paciencia) y al final nos venció y después de quitarle las pilas conseguimos dormir un buen rato.
El segundo día amaneció con un poco de nubes (y cómo no algo de lluvia). Esta vez, y a la luz de la mañana, pudimos contemplar el paisaje. Entre árboles, vides y algún olivo vimos, también rebaños de ovejas y piaras de cerdos de crianza ibérica (sí de esos rechonchos y de color negro). Llegamos a Sevilla. Al ser sábado por la mañana estaba bulliciosa. Aparcamos (como pudimos) en Triana, muy cerca de la Torre del Oro. Caminamos un trecho por sus callejuelas y nos dirigimos a visitar, esta vez sí, la catedral y, de paso, la Giralda. Por si no lo sabíais, la Catedral de Sevilla es la tercera iglesia más grande del mundo (por detrás de San Pedro en Roma y San Pablo en Londres) y la de mayor área (un certificado del "Guinnes Book of Records" expuesto dentro del edificio así lo confirmaba). El templo es una mezcla de arte Gótico con Renacentista aunque tambíen se puede encontrar algún que otro toque Mudéjar, sobre todo en los jardines. Hay que decir que el interior es impresionante. El altar y los coros invitan a sufrir varias crisis sucesivas del "Mal de Stendhal", con unos trabajos en tallado de madera realmente exquisitos. Los tesoros de la catedral, expuestos en una de las salas, aunque algo ostentosos, merece la pena contemplarlos. También contemplamos la tumba de Cristóbal Colón, una enorme estatua mortuoria custodiada por cuatro (enormes) figuras vestidas de época. Como dato curioso: parece ser que allí, dentro del féretro, sólo se encuentra la mitad del cuerpo del marino, no me preguntéis si es la superior o la inferior porque no lo sé, ni me atreví a preguntarlo... Sólo supimos que la otra parte de su cuerpo se encontraba en algún lugar de Sudamérica... Después de visitar El Jardín de los Naranjos nos dispusimos ascender por el interior de la Giralda. Por cierto, si no lo sabíais (según nos contó David) la base del monumento está construida con resto de lápidas romanas, cosa que comprobamos y admiramos. Si hay una cosa buena que tiene la Giralda es que carece de escaleras (bueno, si no contamos con los quince o veinte peldaños de su último tramo). Todo lo demás son rampas. Al parecer este (considerado) detalle está concebido por una sencilla razón. Para ascender a la cúspide sus antiguos moradores utilizaban la ayuda de los caballos. Un total de treinta y dos rampas con varios descansillos que, durante el ascenso como el descenso, fuimos aprovechando para contemplar la vista, disfrutar las mini- exposiciones dedicadas al monumento (y que se encontraban entre las entreplantas), o dejar pasar al resto de transeuntes. Durante el trayecto comentamos la gilipollada del Sr. Dan Brown (si, si, el autor del sobrevalorado Código Da Vinci) que en su novela "La Fortaleza Digital" se atrevía a comentar, sin haber pisado Sevilla y sin haberse documentado como Dios manda, que la Giralda era un lugar extremadamente peligroso, ya que las rampas (según él situadas en el exterior de la torre), carecian de barandillas, por lo que aquel que se atrevía a subirla, sufriría un alto porcentaje de morir defenestrado... Gilipoyadas aparte. Para quienes la visiten merece la pena el ascenso. Desde la azotea se puede contemplar una estupenda vista de la ciudad desde varias perspectivas. Nosotros, además, pudimos difrutar de un pedazo de "fostia" que se metió una turista al resbalar por uno de los poyetes que conducían a las balconadas y dejarse la cadera en un suelo encharcado. Antes de bajar nos hicimos una foto (que podéis contemplar en este post) en contrapicado y enseñando una de las campanas (aparte de nuestros bellos, radiantes y "fantambulosos" caretos). Como habíamos quedado con Mercedes y Luis para comer tapas bajamos la Giralada echando leches y nos dirigimos de nuevo a Triana. A medio camino Miguel y yo compramos unos dulces. Os aseguro que me sobrevino una especie de multiorgasmo en el paladar tras saborear una yema azucarada artesana. David, si lees esto confírmalo que sé que te quedaste hasta alucinado.
Llegó la hora de comer. Nos encontramos con Mercedes (supermegawapa ella) y su pareja Luis en Las Golondrinas, donde nos jalamos unos champiñones con salsa verde, un pincho de carne y Melva (un pescado muy rico parecido al Atún) Luego nos fuimos al Miami donde nos pusimos hasta las orejas de "pescaito" frito y Manzanilla.
Por la tarde nos despedimos de Mercedes y Luis (hasta el día después) y nos fuimos a ver iglesias. La primera que visitamos era la Iglesia de la cofradía de La Macarena. El edificio, en sí, no es nada del otro mundo, una capilla sencilla de tonos ocre y blanco. Respecto a la Virgen he de dedir que me impresionó mucho. Verla tan engalanada, entre flores, plata y ropajes fue todo un impacto visual en mi retina. Pero es curioso, porque a la izquierda de la imágen encontré otro icono que me dejó sin aliento. Se trataba de Jesús de la Sentencia, vestido con ropaje rojo con las manos atadas al frente y el semblante de dolor. Sin poder evitarlo el corazón comenzó a brincar en mi pecho con una frecuencia fuera de lo normal.
Luego fuimos a ver otra de las joyas de la cultura de la fe cristiana. Nada más y nada menos que El Cristo del Gran Poder (al que bautizamos cariñosamente como "All Mighty Jesus") La capilla, al igual que la de la Macarena tampoco destaca mucho, cosa que sí hacía, y con creces, la figura. Pude acercarme a ella y, como manda la tradición, y el deseo, le besé el talón. Aprovechamos para comprar estampitas, medallitas y figuras. De camino al coche echamos un vistazo a la iglesia del Omnium Sanctorum cuyo techo de madera nos dejó flipados y de paso por la Iglesia de San Luis donde por unos segundos no fuimos víctimas del ataque de una "Naranja Borde" que se desprendió de una de las ramas, espachurrandose contra el suelo.
Esa noche cenamos en La Caseta de Antonio en Santiponce, donde Manolo, un amigo de David celebraba su despedida de soltero (eso sí, sin Stripper). Allí saboreamos chanquete con huevo y pimiento morrón, Salmorejo con pan y bacalao (un placer para el paladar), solomillo de buey (el mejor que he comido en muchísimo tiempo), pez espada y Poleá, un excepcional postre típico semejante a las natillas pero confeccionado con vainilla y harina y adornado con pan frito.
Después de la cena y de quedarnos casi sin gasolina, nos volvimos al cuartelillo. Estábamos agotados.
miércoles, febrero 07, 2007
Sevilla Mon Amour Episode I
Nada que después de un leve atraso en el avión de Clickair (1 hora + o -) llegamos al aeropuerto de Sevilla. Tomamos el autobús (con un conductor "mu salao" en plan guía turístico y unos compañeros de viaje aquejados de catalanitis aguda) que nos dejó al lado del palacio de San Telmo (curiosamente el lugar donde nació mi abuela materna, cosa que explicaré con algo más de detalle mucho más adelante) y visitamos, mochilas en espalda (la de Miguel considerablemente más grande, of course), la espectacular Plaza de España (también conocida como la Plaza Central de Theed en lo planeta Naboo) Sí, señoras y señores, por esos sinuosos puentes y a través de esos redondeados arcos se pasearon Annakin Skywalker y Padme Amidala acompañados del testarudo R2D2 en el Episodio II (llamado también El ataque de los Clones que nada tiene que ver con los Cólones esos tubitos en forma de C invertida donde el ser humano almacena los excrementos antes de ser evacuados...) pero no fueron los únicos. Años atrás, muchos años atrás, concretamente en 1963 Peter O´Toole también se dió un garbeo por la zona en su primera película como protagonista, conocida como Lawrence de Arabia y dirigida por David Lean.
Bueno, a lo que íbamos, que siempre se me va la pinza...
El día estaba chunguillo, chispeaba, pero no molestaba. He de decir que la plaza es impresionante, lástima que esté algo descuajeringada aunque ya le están echando mano. No había agua en los canalillos (donde dicen que pasean barrquitos) y algunas losetas de cerámica de las paredes y columnatas estaban hechas caldo. Aun así el lugar es muy bello. Cuando nos marchábamos comenzó a llover algo más fuerte, no mucho pero sí goterones. En eso que se nos acerca un "chinito felís" con unas cosas alargadas colgando del brazo y nos dice alegremente: "¿Quiele palagua?" Miguel que iba un poco despistado le dice: "No, no gracias, no queremos embutidos" y yo le miro raro. "Son paraguas no chorizos" le apunto. Él me dice: "No si ya veía yo raro que un chino vendiese Chorizos Ibéricos en la calle..." Nada, dejamos atrás al chino de los paraguas chorizo y nos fuimos anda que te anda hacia el centro, bueno no sé si donde está la catedral es el centro de Sevilla pero hacia allí fuimos. A todo esto he de decir que mi teléfono móvil estaba a punto de quedarse en coma por culpa de lo que chupan las baterías por lo que preferí apagarlo hasta que no fuesen las 15:00 PM hora en la que habíamos quedado con David para comer algo e irnos de paseo y luego a su casa (que está en la provincia de Badajoz). Lo que me llamó mucho la atención es que Sevilla estaba en obras. Al parecer está todo patas arriba porque están construyendo el metro y, claro, tienen que partir desde cero haciendo toda la línea casi de golpe a base de agujerear la ciudad como unos hacendosos topos humanos. Sorteamos varios obstáculos y llegamos a la puerta de los Reales Alcazares. Miguelito, cómo no, se metió adentro arrastrándome con él. A ver, no es que yo no quisiera ir pero tenía sed y antes de ver aquella monumental obra construida allá por el siglo X de la mano del Califa Andaluz Abd al-Rahman III quería mojarme el gaznate. Al final, como supe que dentro había una cafetería, pues me arrejunté a la cola donde unos jolgóricos turistas alemanes esperaban su turno de visita. Por cierto, en un momento dado, casi cuando nos tocaba pagar, el guía de los Teutones se nos dirige en alemán. Entonces voy yo y digo: "Ya me han vuelto a confundir con un guiri" a lo que el guía (al que, como yo, también tenía aspecto de guiri me suelta) "Nah que pensaba que vusotros erais tambié der grupo". Sobre los Reales Alcázares hemos de decir que el sitio nos encandiló. Es una joya y merece la pena visitarlo. Tiene rincones impresionantes como el espectacular Salón de los Embajadores al que Miguel revisitó como unas tres o cuatro veces porque le gustó muy mucho. Otros rincones "lindos" (como diría Eva) eran el Patio de las Muñecas y el jardín con sus baños y fuentes y un mini laberinto de setos. Como comenzó a llover un poco más fuerte (tampoco mucho) nos refugiamos en la cafetería. Sentados delante de una balconada contemplamos varios patos y una manada de gorriones que se peleaban entre ellos por jalarse los restos de azucar esparcidos por una de las mesas de alrededor. Allí fue donde puse en marcha el móvil y me encontré con 845756 mensajes de David tratando desesperadamente de localizarnos. Esta vez lo dejé encendido por si acaso, a riesgo de que el teléfono acabase de morirse y de esta forma quedarnos sin un techo donde dormir durante el fin de semana.
A eso de las 14:45 PM nos fuimos hacia la catedral. No entramos ese día, pero la contemplamos desde fuera. Impresionante la Giralda. Y mira por donde que me la imaginaba más pequeña. Como se puso a llover de nuevo, nos refugiamos en un bar y nos tomamos una birra y un par de tapas: Papas a lo pobre (muy ricas con cebolleta, aceite y ajo) y un montadito de Chorizo Picante (también muy rico pero que nos supo a poco) Allí nos pusimos en contacto con David y quedamos con él en la puerta del Ayuntamiento. Como volvía a llover menos nos fuimos bajando entre obras y escombros hasta una de las arcadas del edificio. Allí nos volvió a llamar y nos recomendó que le esperásemos en el bar de la Casa de Extremadura, donde comeríamos algo. Antes de llegar al sitio nos detuvimos frente a una Confitería y se nos hizo la boca agua ante tantas exquisiteces expuestas. No sé cuándo ni dónde, pero habría que hacerle un hueco en el estómago a los dulces y pastelitos típicos de la zona. Comimos de menú en la Casa de Extramadura. Probamos el Salmorejo, con picatostes de jamón serrano y huevo duro troceado. Muy rico. Yo le hinqué el diente a unas albondigas con papas y Miguel a un pescado con salsita, de postre natilla (había crema catalana pero como que pasé) y helado. En eso llegó David, que le había costado aparcar lo suyo. Es una cosa que descubrimos durante nuestra estancia. Sevilla es un caos para dejar el coche en una calle, amén de los "Gorrillas", unos tipejos salidos de una novela de la picaresca muy caraduras y de aspecto siniestro que se dedican, de forma aparentemente amable, a encontrarte aparcamiento y que, una vez conseguido su propoósito, te piden una propina a riesgo de que al no hacerlo puedas encontrar tu coche un poquillo destrozado. Después de comer nos fuimos los tres a dar un paseo por el Barrio de Santa Cruz. Es curioso que cuando viajas a algún lugar siempre existe un detalle que te llama la atención. En mi caso son los naranjos. Sevilla está plagada de ellos. Estos pertenecen a la especie denominada vulgarmente "Naranjos Bordes" que también puedes encontrar en las calles de Valencia. Sus frutos, muy semejantes a las naranjas que comemos en casa, son de un sabor extremadamente amargo. Habían cientos de estos frutos por doquier; en los árboles, tirados sobre las aceras, algunos habían tentado a los turistas pero habían acabado estampados en el suelo pisoteados tras ser ligeramente mordisqueados. Si bien no son buenos para comer sí lo son para untar. Son las tipicas naranjas amargas de las mermeladas inglesas que, pese a su endulcorada fragancia, no están preparadas para según qué delicados paladares. El paseo por las callejuelas fue bajo una pequeña cortina de lluvia (más conocida como Calabobos) que molestaba más que irritaba. Nosotros esta vez íbamos con paraguas. Eso sí, aquel clima lluvioso le daba a Sevilla un aire mucho más misterioso. Hicimos algunas fotos, una de ellas a un divertido cartel (que podéis ver colgado en este post) sobre el maltrato a los "pahariyos" que se encontraba al lado de un colegio y que no sólo nos llamó la atención, sino también a un japonesito, ataviado con un chubasquero rojo que nos persiguió durante un breve momento porque parecía interesarle mucho más nuestros curiosos hallazgos que los que recogía (aunque seguramente bien documentados) y en ese momento su guía de papel.
Cuando nos cansamos de caminar bajo la lluvia nos fuimos al coche y partimos hacia La Puebla del Maestre (Badajoz) donde pasaríamos la noche, curiosamente en el cuartelillo de la Guardia Civil y no por ser malos malosos, sino porque es allí donde vive y trabaja David. Del paisaje desde el coche vimos poco, debido a que anochecía y porque había algo de niebla. Lo que sí conseguimos vislumbrar eran campos y más campos. Tras una hora de viaje y atravesando un cachito de Huelva llegamos a casa de David. Después de dejar los bártulos y descansar un poco nos dirigimos a La Hoya de Santa María para degustar en el restaurante "El Tinahon" una opípara cena de Ibericos (ojo no confundirlos con los primeros pobladores de nuestra península, sino con los embutidos y carnes típicas de la zona y todo gracias a la alimentacióncon las mejores bellotas del mundo) Cabe decir que nos pusimos como el "Quico" y disfrutamos de lo lindo con todos los manjares que nos pusieron frente a los ojos (Miguel no apartaba la vista de un sabroso queso curado) y la boca. Después de eso nos fuimos a dormir. Al día siguiente nos esperaba un día muy ajetreado.