viernes, julio 11, 2008

El Sótano del Terror Vol. 6

Nota del autor: Antes de todo el texto siguiente se cuentan tramas de los cuentos. Leedlo al final si no quereis que se estropee la sorpresa.

Aquí os traigo tres nuevos cuentos de terror. El primero El Regalo está basado en una pesadilla que tuvo mi hermana cuando era niña y que nos contó a mis padres y a mí una noche mientras cenábamos. Yo debería tener por aquel entonces unos seis o siete años. Por mucho que pasase el tiempo nunca se me olvidó. Ahora lo he rescatado de la memoria transformado en cuento. El segundo La Maldición Escarlata lo he rescatado de la web Erase una sola vez. Es un cuento que me gusta. Muy corto y muy a lo David Lynch o Roger Corman. Le tengo especial cariño porque sale una de las palabras que más mal rollo me dan Escarlata. Ignoro la causa. El tercer episodio El Hijo Pródigo es una larva literaria. Otro proyecto de novela o relato largo que se ha quedado al final en cuento. Siempre me han gustado las historias de vampiros y sobre todo lo que le puede pasar a un ser humano cuando entra en contacto con dichos seres. Como se transforman. Me fascina.

Estos cuentos están dedicados a Astrágalo y Pedro Pablo. Espero que los disfrutéis.

El Regalo

-¡Feliz cumpleaños Cristina!- le corearon todas las niñas allí presentes.
- Espero que te guste tu regalo. - Comentó Isabel, la mas mayor - Lo hemos elegido todas especialmente para ti.
Todas las niñas se miraron nerviosas y sonrieron en silencio.
- ¡Gracias! Pero lo abriré después del pastel. Inquirió Cristina mientras agarraba la caja de forma cúbica perfectamente adornada y con lazo incluido donde se escondía su regalo.
- ¡No! ¡Tiene que ser ahora!. -Casi le espetó Isabel.
- Si ¿por qué no lo abres ahora? - Le sugirieron las gemelas Ana y Rosario Martínez al unísono.
- Mejor desp...
- ¡No! ¡Ábrelo ahora! Si te va a gustar... - Le sugirió magdalena con una extraña entonación.
- Venga qué más da Cris. - Le animó su madre. - Si les hace ilusión a tus amigas ábrelo ahora mientras yo voy a la cocina y acabo de preparar la tarta.
- De acuerdo mamá.- Contestó la niña con muy pocas ganas.
Depositó la caja sobre la mesa. Pesaba un poco. Y había algo suelto dentro de ella. Si la agitaba, como ya había hecho, emitía un extraño y molesto zumbido.
-"¿Qué clase de juguete era aquel que hacia ese ruido tan extraño?" - Pensó.
- Ábrela con cuidado. No se romperá. Pero es algo que has de tratar con cuidado. - Le sugirió Patricia, su amiga de toda la vida.
Cristina le hizo caso. Retiró la cinta lila decorada con destellos de purpurina. Un lazo precioso. Comenzó a retirar el papel de colorines por la zona donde habían enganchado cinta adhesiva. Su madre siempre le había dicho que era de muy buena educación abrir los regalos de esa forma y no rompiendo el papel de forma brusca y salvaje.
Descubrió una caja de cartón tosca. Con algunos agujeros a modo de estrías en los lados de la misma. Cristina se la miró. No era un regalo comprado en una juguetería. No había letras impresas, ni dibujos del contenido ni nada que se pareciera.
-Ábrelo. - Le estimularon sus amigas con un extraño susurro.
A Cristina ya no le hacía mucha gracia ver lo que había dentro. Algo en su interior le decía que ese regalo no le iba a gustar.
-!Ábrelo¡ - Le ordenó Patricia con un cierto tono de impaciencia y severidad que a Cristina no le agradó en absoluto.
La niña retiró el adhesivo de las tapas de cartón. Lo que había dentro de la caja se agitó. Ella retiró la mano y justo cuando iba a llamar a su madre, Isabel le agarró de la cabeza con fuerza y le tapó la boca. Ésta hizo una señal y las gemelas se acercaron a la silla y le agarraron el cuerpo y las piernas sin que tuviera tiempo a escapar. Patricia agarró la mano de su mejor amiga y la colocó sobre la mesa, a unos centímetros de la caja. Retiró el adhesivo que quedaba por despegar y, tras golpear rápidamente las pestañas de la caja, de su interior surgió una especie de insecto repulsivo, del tamaño del puño de un adulto. Parecía una especie de escarabajo ya que su cuerpo estaba protegido por una coraza brillante negro azulada y disponía de una especie de alas atrofiadas a ambos lados de las patas traseras que sacudía muy seguido y nerviosamente. Pero eso no era un escarabajo. Aquello no era un animal. “El regalo“ avanzó por la mesa torpemente, moviendo lentamente sus doce patas, derribando en su caminata algún vaso de plástico vacio o pisoteando la bandeja de bocadillos que la madre de Cristina había preparado aquella mañana con mucho tesón.
Se detuvo delante de la mano de la niña. Que no hacía más que tratar de deszafarse del acoso de sus amigas. Lloraba de miedo y sintió que se estaba haciendo pis encima. El extraño ser escudriñó la mano con una especie de antenas largas llenas de diminutos pelos. Cristina descubrió que eran urticantes. Trato de gritar por el picor pero sobretodo porque estaba muy aterrada. Pero no pudo. Y eso que lo intentó hasta el final...
El animal emitió una especie de aullido muy fino, parecido al maullido de un gato. Estaba satisfecho con lo que había encontrado. Sacudió su cuerpo alzo la cabeza y enseño a los allí presentes una boca redonda, rojiza, llena de dientes afilados como agujas.
Empezó a devorar la mano de la niña sin pausas pero sin prisas, con una mezcla de ira y glotonería. Lo que más le gustó fue comerse sus tiernos y rechonchos dedos.
-¡Feliz Cumpleaños Cristina!- Corearon sus amigas entre risitas.- Te lo deseamos de todo corazón.




La Maldición Escarlata

-¡Se lo advertí! ¡Se lo dije unas mil veces! ¡¡Nunca intente descubrir que se encuentra detrás de la cortina!!



El hijo prodigo

-¿Mamá?... ¿Papá?... Os traigo la cena.
Se escuchó un fuerte siseo en alguna parte del techo del granero. Como todo aquel lugar estaba oscuro, y no sólo porque fuese de noche, aquello era otro tipo de oscuridad. Julien dirigió el haz de luz hacia lo alto. Una mancha rosada membranosa, casi trasparente agitándose. Miles de venas y capilares reflejándose al luz de la linterna. Un grito desgarrador hizo que cesase de alumbrarlos.
-¡Lo siento! ¡Lo siento mucho!¡No volveré hacerlo! So… sólo quería saber si estabais bien.
- Djjea la cnnna en l ssssulooo . – Escuchó en lo alto. – Y luggggo vteee.
Por el tono de la voz supuso que se trataba de padre. Peor estaba tan cambiada… Por si acaso que no quiso averiguarlo.
Abrió la puerta del granero y dejó que la luz de la luna entrase en el interior. De nuevo el extraño revoleteo y ese viento tan gélido, pestilente que lo producía. Tiró de las cadena y una figura llegó arrastrándose de entre las penumbras. Era un hombre, corpulento, vestido con un uniforme del sheriff del condado. Pese a la sangre de su rostro aun conservaba las gafas de sol puestas.
- Nasss nchess Shriff O´Hra… dijo alguien de forma irónica desde lo alto.
El hombre alzo la mirada. Su labio se abrió para emitir un grito. Estaba tan hinchado que apenas pudo abrir la boca. Dolía horrores. Tenía restos de coágulos en lo que antes era su bigote. Procedían de su nariz. Las manos estaban atrapadas con unas esposas y parecían desgastadas, rotas, como las de una vieja muñeca de porcelana. Los dos seres descendieron magistralmente desde la viga de madera central del granero. Tenían una especie de alas cartilaginosas donde antes había brazos. Ya apenas eran humanos. Restos de ropa cubría sus cuerpos, rosados y en algunas zonas incluso brillantes. Julien supo quien era madre por el broche que aun pendía de la raída blusa que llevaba hecha girones sobre su nuevo cuerpo. Sus rostros angulosos carecían casi de pelo, su nariz era semejante a la de un felino y sus orejas a las de un roedor. Sus ojos de un rojo intenso aparecían rotos por una línea recta de intenso color azabache. Su boca era inmensa Casi sin dientes. Solo un par de muelas, restos de lo que había sido antes. Ya casi no las utilizaban. Sus incisivos eran poderos, alargados y afilados. Su lengua era una larga tira acabada en punta. Cuando abrían la boca hedían peor que una manada de cerdos. Sus piernas acababan en garras perfectas para asirse a las vigas a cualquier otro saliente de consideración.
- Ssss acbo persguinsss – Dijo uno de ellos. Mientras avanzaba golpeando secamente sus patas sobre el suelo de madera. Julien estaba aterrado, aun a sabiendas que esos dos seres no le iban a hacer daño. – Sss acbo mlestrr a nstro pdbrre hjo. Sss acbo maass acsossss.
El Sheriff se arrodilló. Estaba aterrado, temblando como un niño. Comprendió que ya no tenía salvación y rompió a llorar.
-Ahraaaa amdoooo hjoooo dejnosss cnaar en paz .- Dijo el ser que anteriormente había sido su madre.
Julien se retiró. De espaldas. No quería darle la oportunidad a sus padres de atacarlo como ya hicieron con el pobre Jim Bo, semanas atrás. Y eso que aun eran humanos. Pero dudo que lo hicieran. Jim Bo se había negado en varias ocasiones y nunca había sido su favorito.
Se colocó bajo el marco de la puerta y la cerró lentamente antes de cerrarla definitivamente vio como los dos seres rodeaban al sheriff, siseaban como culebras mientras desplegaban sus ala formando un extraño circulo a su alrededor. Julien pudo ver al sheriff acurrucarse como un niño por entre las membranas de las alas. Acto seguido los seres se abalanzaron sobre el cuerpo recio de aquel hombre. De forma voraz fulminantemente. Sólo se escuchó un alarido de boca del Sheriff O´Hara. El resto eran ruidos producido por la boca de sus padres.
Julien cerró la puerta de golpe y se quedo tras ella apretando los dientes. Aquel alarido no lo olvidaría jamás en la vida. Y así fue, durante el largo y tedioso tiempo en el que que estuvo alimentando a sus padres.


© Richard Archer - 2008 (Todos los derechos reservados)


8 comentarios:

Anónimo dijo...

¿No tendrás alguna fijación con la película "Lo que el viento se llevó"?

Por si no habías caído, que lo dudo, Escarlata O'Hara es la protagonista.

foscardo dijo...

jaajjaja
homenaje?

KAMELUCHA,.,.,.,.,., dijo...

jajjaj Manaña como a mi chico le gustan las cosas de terror,,,,
puer cierto es que a esta horas ,,puedes creer que no me atrevo a leerlo,,jajajjpor si acaso..mañana prometo paso a mi chico...tambien el gustan los de obnis jajjaa,,,yo lo de gallina,,,cierto que lo llevo ufffff,,,a raja tabla,,jjjjjj
un abrazo amigo...

sue dijo...

Aunque sea tarde, gracias por tu relato...la mirada, la mejor forma de comunicarse.
Gracias...
Un abrazo
sue

Astrágalo dijo...

Me ha hecho mucha ilusión que me dedicaras estos cuentos, es la primera vez que me dedican algo asi, me quedo sin palabras, como si me subieran al palco para darme un premio y aplaudieran miles de personas, gracias de corazón.

MUCHOS BESOS, PERILLOSOS..

Anónimo dijo...

Muy chulos sí señor, esto va cada vez mejor, jejejeje ;P

Byrnes

Anónimo dijo...

Foscardo gracias por la dedicatoria. Mañana pispo los imprimo y los leo, porque no sirvo para leer cuentos en la pantalla. Ya te iré diciendo. Mil veces más: gracias!

Nuestro cine de accion dijo...

Muy buenos los cuentos, es la primera vez que visito tu blog foscardo, muy bueno, enhorabuena!!!