Hay crisis

Eso es innegable. Se nota en todas partes. Sobre todo en cuanto vas a comprar. Si os fijáis en los carritos de los supermercados los productos que predominan son las marcas blancas, algo que anterior mente seleccionabas de refilón y con cierto recelo. Ahora no. Los compras con la misma compulsividad que cuando adquirías un producto de marca.

Pero no sólo eso. También hay crisis en otros campos. La gente lee menos revistas. Lo digo porque han bajado las ventas y encarecido el precio del papel, la tinta y la distribución. A consecuencia de eso no hay pasta para pagar a los colaboradores y nos vamos a la puta calle. No es el caso de Fotogramas (de momento) ya que pertenece a un grupo editorial, pero si en otras revistas de pequeña magnitud. En todo caso uno siempre, cuando hay confinaza y amistad se negocia la situación y se llega a un acuerdo. No cobro pero saco otro tipo de beneficios. Aunque tampoco es eso. Me hace falta dinero. También se que no soy el único. Pero últimamente el tema me obsesiona.

Llevo días fijándome que hay menos coches en las calles, no es que sea verano, esto lo vengo observando desde hace la tira. La gasolina Super no sube tanto (no hay tantos coches con este tipo de combustible) pero el Diesel… Cuando ahora uno va a cargar el depósito se mira de reojo el marcador y no puede evitar dejar caer la gotita de sudor por la frente cuando la cifra en euros sube a pasos agigantados y la de litros se mueve lentamente a paso de tortuga. Es desesperante.

La televisión no hace más que anunciar la subida del gas, del petróleo, de la harina, del agua y de la electricidad. A mí lo que más me sorprende de todo esto es la gente de la calle traguemos que no nos organicemos e invadiéramos las calles del sonido de caceroladas. Me extraña que no haya tantas huelgas públicas (un día sin teléfono móvil, sin gasolina, sin gas…) o nos manifestemos en las calles. Esa pasividad es algo que muchas veces se me escapa de las manos.

El tema de los pisos es otra cosa. Se entiende que hay gente que no quiera manifestarse por el tema del precio de la vivienda. Hay demasiados intereses y muchos especulan y han especulado con sus viviendas. Yo recuerdo cuando la vivienda no era un lujo o un elemento de inversión. La gente de clase media como máximo solía tener dos viviendas: la principal y/o el apartamento de verano (podían ser las dos de alquiler o bien una comprada y la otra de alquiler) ya fuese en la costa o en el campo, o bien el terreno donde si se podía se construía una casa o si no se hacían fogatas para comerse las sardinas o las longanizas en compañía de la familia o amigos. Recuerdo que el bien más preciado eran los coches. Tener más de un coche era un lujo y si el coche era último modelo aunque de gama turista aquello ya era la repanocha. Ahora un coche ya no es un lujo, es más un engorro, los coches valiosos son coches ya intocables para la mayoría de nosotros, objetos de coleccionismo algunos de ellos impensables para tristes mortales.

Muchos dicen que esto aun no ha terminado. Que como decía super ratón: “¡No se vayan todavía aun hay más!” Igual hasta es necesaria una crisis. Necesaria en el sentido de hacernos recapacitar en algo que insisto mucho: Hay suficiente para todos, la cuestión es no ser avariciosos y repartirlo bien, sobre todo los bienes necesarios como son la comida y vivienda. Que no son lujos por más que otros nos lo hagan ver así.