viernes, enero 04, 2008

Cambio de tercio.

Lo que son las cosas. Hace un año mi situación respecto a mis sobrinos era asoladora, que os voy a contar que no sepáis ya a estas alturas... Yo no tenía acceso a los niños bajo ningún modo y los pobres estaban sufriendo el acoso constante de la familia de su padre, entre gritos, amenazas y mala publicidad respecto a mi persona. Ha pasado un año. Ahora las cosas han cambiado. Los niños no quieren saber nada de sus tías, concretamente de La Sargento de Hierro que lleva una campaña de acoso telefónico incansable, anónima (aunque los niños me han confesado que es ella ya que lo ha hecho en otras ocasiones) y sin precedentes. He bloqueado las llamadas sin numeración de mi teléfono fijo, pero en el móvil no me es posible, suelo dejarlo apagado durante varias horas ya que la tiparraca tiene la santa paciencia de llamar casi puntualmente cada hora y colgar. Suelo contraatacar, sin enfadarme, todo lo contrario. Los niños participan conmigo. Se han quitado las pulgas de su nefasta influencia y ahora le hacen frente. Saben que no hay bofetadas ni insultos de su parte aunque la vez que han ido a casa de su padre a buscar sus enseres personales estaba acojonados esperando que la presencia de alguna de la hienas de la familia estuviera agazapada entre las sombras. También huyen o temen la figura de su padre. Hace unos días que íbamos de camino la cena de año nuevo en casa de “La Cuñá” cuando nos dirigíamos al coche vieron en el bar a un tipo de espaldas muy parecido a mi cuñado. La niña lo miró con miedo y echó a correr como asustada. Le pregunte por qué corría y me dijo que se pensaba que aquel hombre era su padre. La situación en estos momentos es de que al recuperar a los niños la familia de él sólo tiene acceso a ellos (si es que les interesa tenerlos) en el momento que el padre les vea. Como el padre no tiene el más mínimo interés dudo que los vena en tiempo. También se que ello les importa una mierda los niños, así se lo ha comunicado el padre el día de Nochebuena. Sus tías pasan de hacerse cargo de los niños porque no quieren responsabilidades y mucho menos monetarias. Para eso ya estoy yo. Más cosas… El día de navidad el capullo llamó a mi hermana por teléfono para desearle buenas fiestas. En apariencia debería ser un gesto grato, algo forzado pero nada desagradable. Excepto para mi sobrina. A ella no le gustó nada que su padre le felicitase las navidades a su madre. No lo ve justo ya que según la niña “ Mi madre está en un hospital encerrada de por vida y mi padre se encuentra viviendo fuera con un nuevo romance y disfrutando de ellos esa noche, además después de lo que le ha estado haciendo (y diciendo de su madre) lo ha encontrado de muy mal gusto. Yo no se lo discuto. Es su opinión y hay que respetársela. El capullo no firmó los papeles el día establecido (24 de Diciembre) por varios motivos. El primero porque era el día de su cumpleaños (se puede aceptar como excusa) y el segundo porque la incompetente del EAIA le había llamado pidiéndole que no fuese a firmar a su abogado ni el divorcio, ni la guardia y custodia de los niños para mí (añadiendo que yo ere un sinvergüenza , eso me lo dijo el niño flipando en colores). He hablado con Paloma sobre el tema EAIA y ya tenemos una solución. Cuando pueda os la comento. Solo decir que la tipa se ha pasado 20 pueblos conmigo , aparte de haber metido soberanamente la pata por interponerse ante un asunto legal de mutuo acuerdo. El abogado de mi cuñado también anda mosqueado con el tema y Paloma y él han hablado largo y tendido de las repercusiones que este personaje puede encontrase en un futuro próximo. Al final firmó el día 28. La fecha de la firma (el día de los Inocentes o Fool´s Day en otros lares ) tenía su tinte de guasa. A punto estuve de no creérmelo cuando me lo comunicaron. Pensé que había cierta mala baba en el asunto. Pero no, era más cierto como que el sol brilla cada mañana. Respiramos tranquilos en casa. De momento no había posibilidad de que nadie viniera a arrebatárnoslos de forma violenta. Los niños también respiraron tranquilos. Nos abrazaron emocionados. Esa misma noche mi sobrino se fue a dormir a casa del vecino de abajo. Se lo pasó bomba jugando con él y su hermano con la Wii y los muñecos de Samckdown que le habíamos regalado días antes. La niña se paso la tarde viendo una película en el sofá. Cada día le enchufamos cine por la venas. Ayer por ejemplo se vieron Los 400 Golpes de Truffaut y Sonrisas y Lágrimas. Hace unos días les puse Mi Tío Jaques Tatti y se lo pasaron muy bien. Mi sobrina ha descubierto la serie Fama y la mítica Embrujada. Han hecho los deberes y les he enseñado a consultar datos de su interés por internet. También hemos visto video divertidos por youtube o acicalado la casa entre todos. Mi cuñado ha cumplido con uno de sus propósitos del divorcio y custodia. Me ha ingresado 200 euros por los niños. Una mierda ya que se supone que debemos mantenerlos con 100 euros por cabeza. Pero era uno de los acuerdos establecidos con tal de que los niños regresaran a casa. Por lo menos ha cumplido. Ya nos ocuparemos del resto más tarde (Como dice Scarlett O´Hara en lo que el Viento se Llevó). De mi sobrina he recuperado su cariño. Ya no se muestra tan arisca conmigo y me abraza y se apoya mucho en mí. Tanto Miguel como yo tratamos de que se vista más femenina y deje esa imagen de niña feota que su padre quería imponerle. Cuesta pero lo estamos consiguiendo. También que hagan los deberes con cierto control y el tema limpieza personal. No creo en los finales de cuentos de hadas, esos de vivieron felices y comieron perdices. Creo en los cuentos reales con sus fallos y virtudes, sus días endiablados y sus días de absoluta (aunque con breves segundos de) felicidad. Que no, que la vida no es un como un cuento de hadas. Que me lo digan a mí…

No hay comentarios: