Esta mañana he hablado con mi hermana. Esta aun acojonada pero algo más tranquila. Me ha comentado que tiene el teléfono móvil cargadito con llamadas y mensajes del capullo. Le he dicho que hable con la asistenta social y que le enseñe los mensajes y le comente el tema de las amenazas. Sobre este tema me ha dicho que él le dijo que no volvería a verlo más ( a ver si eso es cierto y desaparece de una puta vez) y tampoco vería jamás a los niños (eso es lo peor). Le ha dicho que se va a presentar en el hospital y le va a llevar la cartilla de su pensión (que cosa curiosa maneja él como le sale de los cojones desde hace tiempo) aunque eso no me lo creo porque necesita el dinero de mi herman más que la un vampiro la sangre. También le ha preguntado qué coño había ido a hacer ella con su puto hermano en el colegio. Como si él tubiese toda la potestad y fuese un delito ir de paseo a ver a los niños. El lunes mi hermana tiene cita con la asistenta social del hospital. Me pasare a ver que sucede.
Pero eso no es todo.
Esta mañana he llamado a las asistentas sociales del distrito. He hablado con una de ellas y le he contado la historia de ayer y la mujer ha flipado y se ha indignado. Entre otras cosas he descubierto que ellas no sabían nada que mi cuñado se había mudado y vivía solo con los niños. Tampoco sabía que los niños iban solos al colegio (después de que su padre los dejase en casa a las 6:00AM de la mañana etc etc… También se ha quedado de piedra con el tema de la higiene y sobre todo con la nueva la idea del capullo de quitar a los niños de comer en el colegio y comprarles un microondas para que se hiciesen la comida (imaginaos ellos dos solitos a base de dietas de lata de fabada y chorizo a la riojana) ¿Y por qué las asistentas no tenían idea? Primero porque el caso ya estaba en manos de EAIA y ellas ya no tenían contacto con el caso. Segundo (y aun así) ellas todavía le habían brindado la posibilidad que, en cuanto se emancipase, mover todos los cables necesarios para asignarle una persona que pudiese atender a los niños. Lo curioso de todo es que el capullo, en su tiempo, le había dicho a mi hermana que ya había avisado a la asistenta social del cambio de domicilio y que ya le había pedido la ayuda de una trabajadora social pero que estas le habían dicho que no había disponibles en ese momento y patatín que patatán bla, bla, bla y mil veces bla… La asistenta social me ha asegurado por enésima vez que él ni nadie de la familia Munster se había presentado allí para solicitar o informar nada y automáticamente me ha pasado el teléfono del EAIA y de la persona que lo lleva para que me ponga en contacto lo antes posible y en calidad de urgencia. Me ha dicho que ella también va a hacer lo mismo y que si, juntábamos las suficientes fuerzas (contando con la ayuda de la directora del colegio y la asistenta social del hospital) las cosas podrían ir mucho más rápido de lo normal. He llamado al EAIA y la persona con la que tenía que hablar no se encontraba presente. Así pues he de ponerme en contacto con ellos el lunes.
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