jueves, junio 05, 2008

Un ejemplo a tener muy en cuenta.

Aquí os presento a un luchador nato. Tiene apenas dos meses de vida y ha vivido una infancia repleta de calamidades por lo que respecta con su salud. Llegó a casa de pura chiripa. Había cupo para dos gatos y él hizo meritos para ser el tercero, que no estaba planeado. Ya vino tocado, con una cojera leve debido a un golpe o por una patada o una caída poco antes de llegar al refugio. Llegó a nosotros con mucha vitalidad y esta, al paso de los días se fue apangando, vio morir a Ñasis, su compañero de jaula y que había sido elegido como él (y la terremoto de color negro Ñiñi) a que formase parte de nuestras vidas. Hace un par de días no hubiéramos dado un duro por él. Estaba tan flaco que casi se trasparentaba. No comía, no bebía, parecía que el mismo virus que se había llevado la vida de su “hermano” estaba haciendo mella en él. A base de luchar, obligándolo a comer, a que recupere el apetito (ha puesto mucho de su parte el pobre) administrándole antibiótico a base de untarle el cuerpo de mantequilla, por lo que se ha ganado el sobre nombre de “Glondis Mantequilla” (por el olor que desprende su pelaje a tal producto lácteo). Hemos batallado juntos, hemos hecho un pacto los dos, vamos luchar juntos, voy a dar todo por sacarlo a flote, se lo merece. De momento se está consiguiendo, por lo menos se nota el esfuerzo. Aun estamos en ello. Poco a poco. Ya he logrado que consiga comer y beber por sí solo, ahora salta y juega un poco con la otra loca de la casa (Laura es la primera) bautizada como “Ñiñi Carbonilla” debido al intenso color negro de su pelaje. El pobre se siente tan vinculado a mí que no me deja a sol y asombra. Se me sube y duerme encima mío, me sigue a todas partes, se ha convertido en una especia de prolongación mía. Está agradecido. Se nota en su mirada, en esos ojillos miel aun debiluchos. Si todo va bien este fin de semana iremos a por el tercero en discordia. Parece mentira pero notamos la ausencia de otro gato en casa y eso que Ñasis no llegó a estar una semana con nosotros.

Desde aquí me gustaría que el ejemplo que Glondris nos está dando sirviera para haceros ver y de paso reflexionar hasta qué punto el ser más diminuto e insignificante, el que aparenta tener menos experiencia, lucha a brazo partido por su vida. Glondris es todo un ejemplo no solo para sus congéneres, sino para aquellos seres, supuestamente racionales, que la vida les da la oportunidad de sobrevivir (con o sin ayuda médica) y prefieren que los demás sientan pena y compasión de ellos, incluso responsables de su destino, dejandose morir lentamente debido a su estupidez, su egoismo, su inmadurez, su falta de responsabilidad y su poco aprecio a la vida.

2 comentarios:

mari carmen dijo...

hola, hace muchísimo tiempo que no escribía ni comentaba nada, pero si que he leído todo lo que has escrito, te aseguro que lloré con el relato de la muerte de Chuskete, que me emocione con la llegada de los nuevos gatitos y que volvi a llorar con la perdida del pequeñín.ojalá que Glondis salga adelante.
No se cuando volveré a tener un rato para escribir, porque me ha salido un curro para cuatro meses y ando de cabeza,es muy difícil compaginar el trabajo con dos críos pequeños y sin nadie que te eche una mano, suerte que mi marido es muy "apañado" y nos las vamos arreglando.
Un abrazo, es curioso pero sin conocerte físicamente, tengo la sensación de que te conociera a ti y a toda tu familia de toda la vida,¡¡ ay que cosas tiene el "interness"!!.

KAMELUCHA,.,.,.,.,., dijo...

Pues es de lo mas lindo tambien huyy jajja...asi los niños uff no extrañan tanto, y espero que Laura este preparando su cumple toda contenta y hojalà todo le salga de lo mejor...seria genial ,me encantaria que asi fuera..

un abrazooo...