martes, mayo 22, 2007

La verdad por delante

Esta mañana he tenido el día libre por cuestiones de arreglar asuntos personales. He ido a mover papeles como mi renovación de mi permiso de residencia y la búsqueda de la partida de nacimiento de mis sobrinos y la partida de matrimonio de mi hermana con el capullo. He ido a Sant Cugat del Valles porque mi sobrino nació allí y su partida de nacimiento se encuentra en el registro civil de esa población. Bueno… cuando bajaba por la carretera de la Arrabassada, que bordea ese muro natural de la sierra del Collcerola lleno de bosques y jabalíes y que separa Barcelona del interior, me he acordado mucho del niño. Es más llevaba todo el día acordándome de él porque esta misma noche había soñado que se caía de un muro y se abría la cabeza, en el sueño mi sobrino se levantaba y se tocaba la cabeza ensangrentada y se miraba la sangre como perplejo en estado de shock. Yo desde arriba del muro le decía que no se durmiera que podría no despertarse. En el sueño mi sobrina me abrazaba asustada. No me ha gustado mucho ese sueño. También había mucho agua, y aparecían seres fallecidos como mis padres y mucho barro. Me he presentado en el colegio. Mi sobrino acababa de comer. Se ha alegrado de verme. Yo mucho más. Estaba muy moreno y alto. Al principio hemos hablado de las colonias que estuvo hacia una semana, justo al lado de los Pirineos. Le he comentado que he visto las fotos, que estaba muy guapo montado en caballo (él me ha corregido que era una yegua que se llamaba Troya) Le he preguntado si quería venirse de viaje con nosotros a Francia este verano. Me ha dicho que sí, al principio no muy de forma convincente. Le he vuelto a insistir y me ha dicho que si, pero que su padre y su tía no lo consentía. Yo le he recordado que quien si quería que fuese era su madre y que su tía no pintaba nada en ello (le he dicho que su tía se podría meter la lengua en el culo, así de claro) Ahora, al parecer , su tía ejerce de madre y mi hermana no pinta nada. Le he aclarado varias cosas. Una que si él quería venir (me ha dicho que su hermana no quiere a lo que yo le he dicho que también estaba invitada pero que si no venía ella se lo perdía) que se lo dijese al EAIA y que ellos harían lo posible por conseguir que fuese realidad. El niño me ha vuelto a insistir que su padre se negaba a ir, es más me ha dicho que si le decía algo al EAIA le iba a pegar una paliza. Aquí he hecho un parón.¿ Me estaba hablando de maltratos si decía algo? Entonces he cambiado de tercio. Le he comentado lo que leí en el juzgado, la declaración que él hizo ante el forense, de cómo había vivido de mal en mi casa y lo mal que había comido. Él me ha mirado triste y me ha dicho “es que si decía la verdad mi padre y mi tía me pegaban”. No es que me haya pillado por sorpresa. En absoluto. Pero al parecer el niño estaba siendo sincero y eso era lo que yo esperaba. Un niño sin tapujos y que comentase toda la verdad. Le he preguntado porque no se lo decía al juez o al EAIA, él me ha contestado “Es que si se lo digo al EAIA ellos se lo dirán a mi padre lo que he dicho y mi padre se enfadara y me insultará y me pegará.” Vamos que los tienen bien atemorizados y por lo que he visto a quien tienen más atemorizado de los dos es a él. Le he dicho tranquilamente que hablase, que contase la verdad, al juez y al EAIA, que era importante porque eso le ayudaría a él y a su hermana y sobre todo a su madre. El niño estaba tenso. De repente me ha entrado una cólera encima que no podía soportar. ¿Cómo era posible que ese hijo de puta pudiera seguir maltratando a sus hijos? La respuesta es amplia. Está mal de la cabeza o es un soberano cabrón (sorry Dani por lo de los insultos pero es que no hay otro calificativo aunque éste se quede muy corto con lo que realmente debería representar su persona) Tiene a los niños atemorizados, controlados todo el día por el padre, la sargento de hierro e incluso su primo. Todo lo que reciben son amenazas y, cuando quieren ganárselos les hacen regalos, me ha dicho que su padre les compra ropa de marca y a su hermana una Nintendo DS, (curioso porque yo le regalé una Nintendo Game Boy Advance con un montón de juegos hace tiempo) luego me dice el niño que su padre va diciendo que yo me los quiero ganar con regalos… Le he vuelto a pedir ayuda. Le he dicho que sea valiente y que debe hablar que es por su bien y por el de su hermana que no puede vivir en una casa donde todo son maltratos y gritos. El niño me ha dicho que su padre le insulta. Siempre ha tenido predilección por humillarlo (os recuerdo que hasta pensó una vez en hacerse una prueba de paternidad porque pensaba que el niño no era suyo…) y ser quien más palizas recibía (detrás de su madre) le he insistido que hable y se lo cuente al EAIA, se lo he dicho con lágrimas en los ojos, no podía consentir lo que estaba oyendo. Entonces ha sucedido algo. Una cosa que me ha dejado más hundido pero que me ha dado fuerzas. Mi sobrino ha roto a llorar. Con desespero y terror. Se ha levantado y me ha abrazado. Me ha agarrado con fuerza y lo he tranquilizado. Le he dicho que no tuviese miedo, que yo estaba allí para ayudarle, que confiara en mí y en el EAIA que hablase y que todo se arreglaría. Él entre lagrimas me ha dicho que tenía mucho miedo, que estaba aterrorizado. Le he abrazado más fuerte. Para que supiera que yo le apoyaba. Que pasase lo que pasase yo estaría allí. Que si me había enfadado con él era precisamente porque sabía que no decía la verdad. El me ha insistido que le pegaban si sabían que hablaba conmigo, que su padre y su tía lo vigilaban y que no le dejaba salir de casa para ir a jugar o venir a verme. Por un momento he pensado en llevármelo. En protegerlo de semejantes bestias,. No me importaba nada si me venían a buscar. No era justo lo que estaba pasando. Lo peor de todo es que de cara al prójimo el capullo y su familia estaban haciendo el papel de buenos y de bondadosos pero tanta mierda sale a flote y un niño no puede soportar tanta presión. Ira, rabia, asco. Nada bueno para mi mente. He tratado de calmarme mientras me limpiaba las lágrimas. También he calmado al niño. Le he insistido de nuevo en que diga la verdad. Él me ha mirado como diciéndome que si pero en el fondo había aun mucho terror. Me ha dicho que no se siente a gusto pero pese a los palos aun quiere a su padre. Yo no se lo he negado pero le he dicho que no es nada buena la violencia hacia otras personas. Me ha confesado que vio como su padre pegaba a mi hermana y que cada vez que ve en la tele algo de violencia doméstica se siente aterrado porque eso lo ha vivido. Me ha dicho que varios amigos de su padre maltratan a sus mujeres (Dios los cría y ellos se juntan) incluso uno de ellos violó a su hija. Yo le he preguntado qué clase de amigos tiene su padre. Él me ha contestado encogiéndose de hombros con aire de repugnancia. Me ha dicho que sabía que su tío me había amenazado de muerte, como también lo había hecho su padre. Le he preguntado si eso era bonito. Me ha dicho que no. Eso si a su tío lo habían detenido en el Metro hacía unos días. Le he preguntado si le gustaría volver a vivir con nosotros. Me ha dicho que si. Está harto de amenazas y de gritos. De prohibiciones. Toda su infancia ha sido eso prohibiciones. Me he levantado para buscar algo en la chaqueta y me ha dicho que no me fuera, que aún era pronto. Estaba seguro y muy feliz de estar a mi lado. Le he hablado de las vacaciones, de Paris, de Normandía y de Eurodisney. Le he dado mil y un detalles. Le he comentado que hay pista de tenis en la casa que hemos alquilado y se le han puesto los ojos como platos. Me ha preguntado si había tele. Le he dicho que si y que si se venía me llevaría la PlayStation 2 para jugar un rato. Me ha dicho que le gustan los juegos de lucha libre, me ha preguntado por las videoconsolas y los nuevos juegos que me han llegado. Le he dicho que venga un día a casa a jugar como hacía cuando estaba viviendo conmigo. Otra vez ha salido su padre y las palizas. Le he comentado de los tristes que estuvimos en Nochevieja. Él me ha dicho que nos echó de menos pero que le pasó una cosa muy rara. Celebró las campanadas de fin de año en casa del gilipollas del ex carcelario y que cuando se tomó el cava (champan) se quedó de repente dormido. Me ha extrañado. Él me dijo que era muy raro. Yo le he preguntado si le habían dado alguna pastilla. Él me dijo que no recuerda pero que no se fiaba de su tío. Se me han puesto los pelos como escarpias. Me ha dicho que su hermana no me quiere. No se lo he tenido en cuenta. Yo le he dicho que yo sí y mucho y que si se lo quería decir que se lo dijese. Le he comentado que los únicos que me importan son ellos y su madre (bueno y Miguel también jajaja) que su familia se podría ir a la mierda, morirse o perderse en la cara oculta de la luna. Le he preguntado por la “Culebrilla” de su tía, le he interrogado por si le había salido en el cuello o en la lengua, me ha dicho que no, en la barriga (y al parecer le duele horrores) le he dicho que no es la única culebrilla que le saldría, sino que le han de llegar hasta pitones y anacondas de todo lo mal bicho que era. Me ha dicho que su padre está enfermo. Tiene los pulmones jodidos y la garganta hecha puré. Dice que es por culpa del tabaco (o del mal fario o Karma que lleva encima). En un momento, mucho más adelante le he dicho que nunca haría las paces con su padre y por mi se podría operar de la garganta. Mi sobrino se ha quedado boquiabierto. Pero no por la ofensa. Me ha dicho “¿Cómo lo sabes?” yo le he preguntado “¿El qué?”, el me ha dicho ”¡Que a mi padre igual le han de operar de la garganta!… “ Yo he sonreído con picardía. O se ha pensado que por lo menos yo era la versión adulta de “Harry Potter” o que era un Jedi (la versión obesa de Obi Wan Kenobi) ya que me ha comentado que le gustaría tener un sable láser como el maestro Yoda… Le he comentado que fui a verlo el viernes cuando actuó en el colegio (bueno no exactamente fui a verlo pero estuve en el colegio) Me ha preguntado donde estaba y si vi a su padre y sus tías (por cierto fueron muy elegantes, aseados y educados a verlos). Lo que hace tener el culito prieto de cara al exterior. Le he dicho que sí. Ha flipado. Me ha vuelto a ver como Harry “Obi Wan Potter Kenobi” Se ha imaginado por un momento que estaba escondido en algún lado de la sala de actos con la capa mágica regalo de Dumbeldore o como un Jedi colgado de alguna tubería de GAS ZETON de las cuevas de Geonosis… Me ha dicho que su padre solo me perdonaría si yo le pidiera perdón (de rodillas) y le pagase lo que supuestamente he robado y yo me he reído de lo lindo. Luego le he dicho que si no hubiese pagado las clases de conducir del ultramimado y megarepelente y envidioso de su primo (el hijo de la Sargento de Hierro) podría haber pagado su comida y las clases que dejó a deber. El niño ha flipado. Le he preguntado si le parecía bien que su amada tía agrediese a su madre en el Hospital. El niño se ha molestado y no conmigo precisamente. Le he dicho que había testigos y que el juez sabía de ello. Me da que su padre se va a enterar de todo aunque el temor a una paliza igual lo hace callarse. Esta todo en el aire. A las 15:00 PM lo he dejado. Se ha ido contento y descansado. Por lo menos se ha desahogado y la mierda que tenía dentro ha sido expulsada. He pensado en llamar al EQAIA desde ahí. Ahora que las cosas estaban calentitas. Pero lo he hecho en casa. La asistenta no estaba. Por cierto ayer había hablado con ella. No me había quedado muy buen sabor de boca con lo que me dijo (apoyaban más la padre ya que estaba esforzándose por luchar por sus hijos y a mi hermana y a mí se nos medio acusaba de entorpecer su trabajo con el tema justicia por en medio). No estaba la asistente social. Pero después de mi aviso no ha tardado en llamar. Le he comentado lo sucedido. Le he dicho que estoy intranquilo ya que de cara al exterior son todo un paripé y de puertas a dentro no sabemos nada, salvo lo que cuenta el niño. Les he metido un poco de prisa para que se muevan ya que veía un poco de lentitud en el tema. Me ha dicho que toma nota que el tema es grave y que mañana se pone en movimiento con una posible entrevista con los niños y el padre. He ido a ver a Paloma y se ha puesto de los nervios con el tema. Mañana iba a presionar al EAIA con el asunto. Me ha dado varias soluciones y veremos cual tomamos. Estoy enfurecido pero por otro lado esperanzado de que al mover el pozo los muertos y la verdad salgan ya a flote.

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