miércoles, abril 11, 2007

Pasa la procesión.

Se acabó la Semana Santa. Una Semana Santa más larga que un día sin pan. Por lo menos para mí. Este año no ha habido viaje alguno. No había mucha pasta y la situación, como ya sabéis, no estaba para darse muchos garbeos. He de decir que este año no hemos hecho mucha cosa. Ociosidad, esa sería la palabra mágica. Tanto Miguel como yo nos hemos dedicado a tumbarnos en el sofá, dormir siestas, visitar a mi hermana al hospital (cosa que no han hecho los niños en toda una semana de vacaciones aunque ya sabemos que si su padre no los lleva ellos no pueden desplazarse…) jugar con Martín, Oscar y Roger al Ticket to Ride (un estupendo juego de tablero que desde aquí os recomiendo con los ojos cerrados, vamos un pecado no haberlo jugado nunca), ir a la piscina y ver alguna que otra película. Un día antes de fiestas (el miércoles 4 creo) acudí al Hospital de la Vall d´Hebron concretamente al departamento de Medicina Legal para buscar los informes de hospitalización de mi hermana. Cuando salí del edificio no pude aguantar más. Me senté en un banco, junto al edificio del banco de sangre y abrí el enorme sobre que contenían los susodichos informes. Me costó un poco pero la búsqueda mereció la pena. En el informe de la asistencia social estaba plasmado el tema maltratos. Constaba que mi hermana llegó al hospital en un estado lamentable de salud. Completamente deshidratada, sucia (fue el día de la paliza donde el capullo le agarró del cuello y le echaba alcohol a la cara y ojos y le golpeó con un leño. Para más referencia leed el post donde mi hermana narra los maltratos) y en estado critico (se supone que el capullo al ver que se le estaba yendo la mano y que la estaba matando pues le dio un momentáneo lapsus de razón (algo improbable pero posible) y la llevó corriendo al hospital no fuese que se le muriera de un nuevo zurriagazo. En el informe se habla de los maltratos, aunque aún no he conseguido ver si se refleja en algún informe médico (y eso que la miraron dos doctores, enfermeras y asistentes sociales…) En todo caso seguiremos buscando entre tanto papel y garabato médico. Después de un intento fallido con el EAIA (no por mi culpa precisamente) he vuelto a quedar con ellos para el jueves de la semana que viene. Sé que el capullo ha hablado ya con ellos. De momento le han recomendado no regalarles a los niños un horno microondas en vez de una dieta equilibrada en el colegio (algo es algo) He podido hablar un poco del tema (sobre todo porque lo hacía desde la distancia de un teléfono) pero me ha permitido hacerles ver la preocupación que sentimos tanto mi hermana como nosotros acerca de la nefasta influencia que está ejerciendo la Familia Munster con esos niños (como enviarlos a firmar papeles o no dejarles estar más de cinco minutos con su madre y sólo una vez por semana aunque, insisto, esta ultima por ejemplo ni eso …) En un momento de la conversación me han preguntado porque mi hermana está preocupada que los niños vivan con su padre. A parte de tema maltratos les he comentado cuales son las intenciones (drásticas y trágicas) de mi cuñado si alguna vez se puede sentir acorralado o incluso tratan de quitarle los niños. ¿Acaso no es suficiente motivo para estarlo? Yo pienso que sí. También me han preguntado si yo creía que su padre no se hacía el suficiente cargo de los niños, les he dicho que no y les he expuesto un amplio muestrario de ejemplos (que muchos de vosotros ya conocéis.) En definitiva, hasta la semana que viene no pondremos las cosas en su sitio. A saber que moto les ha vendido el capullo...

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