Son las 2:32 de la madrugada. Acabo de levantarme de la cama tras un ataque violento de acidez de estómago. Hace tiempo que los suelo padecer y se incrementan con estados de tensión elevada y nerviosismo. Suele subirme como una quemazón horrenda por todo el esófago e incluso se suele colar a través del las vías respiratorias causándome asfixia. A veces me pasa durmiendo lo que es tremendo porque de repente me encuentro en mitad de un sueño en el que me estoy ahogando. Una mierda, el día que fui a comprar estómagos me llevé el de todo a 60 céntimos de euro. Cuando me sucede me levanto corriendo, trato de recuperar la calma mientras no me muero y voy a por litros y litros de agua. También tomo antiácidos. El "Omeprazol" es mi fiel compañero, pero a veces falla. Supongo que debe haber muchos factores como haberme ido a acostar muy temprano, los nervios acumulados o muchas otras cosas más.
Hacía tiempo que quería escribir. Es decir, hacerlo siendo yo mismo, sin estar pendiente de una fecha de entrega o a cambio de un talón. Creo que ya va siendo hora de armarme de valor, de entrar en el caserón, de abrir ventanas y puertas y permitir que la luz invada su interior. Necesito dar forma a los fantasmas, atraparlos, enfrentarme a ellos y asumir que, en el fondo, también forman parte de mi vida.
jueves, febrero 28, 2008
Acidez
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