martes, marzo 18, 2008

God Bless America Episode 1. Prologo: Mi aventura americana.

Hay ciudades bonitas, ciudades feas, ciudades grandes, ciudades pequeñas, ciudades ordenadas, ciudades desordenadas, ciudades limpias, ciudades sucias y luego está Los Ángeles. ¿Qué porque lo sé? Porque la tengo frente a mí. Porque la estoy viviendo, sintiendo, oliendo, oyendo y saboreando. Porque la contemplo desde la octava planta, desde una lujosa ventana de una lujosa habitación de un lujoso hotel situado en Berverly Hills. Estoy en la meca del cine, en la ciudad de los sueños, también de las pesadillas, el mismísimo mundo de Oz, un parque de atracciones de dimensiones descomunales y lleno de personajes salidos de una pesadilla. Los Ángeles, una ciudad puzle sin epicentro, sin personalidad única, una gran manta hecha de retales de miles de colores extendida bajo mis pies.



Una oferta irrechazable.


Justo cuando estoy a punto de iniciar mi viaje a Manchester suena el teléfono y me ofrecen la posibilidad de una nueva aventura. Tras el teléfono está José de SEGA. Me pregunta si me interesaría viajar con él y un grupo reducido de periodistas españoles a Estados Unidos, concretamente a la ciudad de Los Ángeles para cubrir un evento relacionado con MARVEL (cuna de los comics de superhéroes como Spiderman, Xmen o Los 4 Fantásticos). De repente se hace un silencio. Yo estoy como perplejo. Vamos no porque se hayan acordado de mí, cosa que agradezco de mil formas diferentes, sino porque de golpe y porrazo tengo la posibilidad de hacer uno de esos grandes viajes que uno siempre tiene en mente, y encima gratis. Yo por supuesto accedo, faltaría más, pero faltaba el visto bueno de Fotogramas. La confirmación me llega en la terminal 44 del aeropuerto del Prat, desde mi teléfono móvil, mientras espero sentado el avión que me lleve hacia Ámsterdam para luego, cual saltimbanqui aéreo, dar un segundo salto hacia el aeropuerto de Manchester. Después del visto bueno aviso a José comunicándole que me uno a la expedición. Tengo menos de una semana para asimilarlo y aun me queda disfrutar de Manchester. Me siento saturado pero a la vez como un niño con zapatos nuevos. Apago el móvil. Entro en el avión. Demasiadas cosas para asimilar en un mismo mes. Pero da igual tengo tiempo. De momento Manchester me está esperando.

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