martes, abril 24, 2007

Lo que sucedió en el juzgado.

Hay días que desearías saltártelos del calendario. Os aseguro que el pasado viernes era uno de esos días. Por la mañana temprano Miguel y yo fuimos al colegio a buscar los informes de la directora. Cuando llegamos estaba reunida, les dije que no podía esperar y después de que hablasen con ella por teléfono salió un momento a atendernos. La primera mala noticia es que aun no tenía terminado el informe, es más aun no había llegado ni a la mitad. Para arreglarlo un poco me comentó que si era necesario iría ella misma al juzgado. Me dijo que llevase el móvil encendido por si acaso. Menos mal que me dio por confirmarlo porque me descubrí que me había dejado el teléfono en casa. Me fui corriendo a buscarlo mientras Miguel iba a la banco a sacar pasta. Llegué a casa corriendo y justo cuando me iba me encontré con Paloma. Le comenté lo del informe medio a hacer (cosa que le dejó perpleja) pero le comuniqué que la directora me había dicho que podría acudir al juzgado si se la necesitaba. También había quedado con mi primo (él fue testigo junto con el resto de mis familiares de cómo llegó mi hermana la hospital después de la gran paliza) en la puerta del juzgado después de buscar a mi hermana en el hospital. Llevé a Miguel al trabajo y fui en busca de mi hermana. Cuando llegué la enfermera jefe me dio su medicación y un par de tranquilizantes para que se relajase pudiera hablar, como ya había sucedido el día que fui con ella al despacho de Paloma. Se tomó un Diazepam y nos fuimos para el juzgado. Las enfermeras y el médico nos desearon mucha suerte y yo les di las gracias. Fuimos los primeros en llegar al juzgado. Nos esperábamos un rato sentados en una banqueta de madera al lado de los despachos de los jueces. A nuestro lado había dos mujeres hablando. Una de ellas era una víctima de maltratos como mi hermana, salvo que ella estaba físicamente sana. Ambas hablaban de cómo el marido de la victima la acosaba telefónicamente y ella había guardado los mensajes y tal y cual, que si su hija pequeña estaba con los abuelos paternos que ella había decidido que si había decidido que la niña los viera pese al malestar con el padre etc , etc…
Llegó Paloma. Después de entrar a preguntar por el juez nos acomodaron en la misma sala que estuve el día que fui a declarar(y que sirvió para aislarme de la presencia de mi cuñado y del resto de sus secuaces). Mi hermana reconoció a la forense que la atendió y que dio buenos informes sobre su estado de salud. Yo reconocí a la doble de Chloe O´Brian que nos miró con cierta compasión, sobre todo al ver a mi hermana. Diez minutos más tarde llegó mi primo. Mi hermana al verlo se echó a llorar. Se abrazaron y mi primo le dio un cálido beso en la frente. Paloma habló con él recordó varias cosas y una de ellas los morados en forma de dedos en uno de los brazos, en forma de tirón, marca inconfundible “made in” mi cuñado. Mi primo llamó a mi prima (se hermana) por si hacía falta su testimonio, ella duchó a mi hermana tras la paliza final y en su día comentó lo amoratada que estaba. La llamó y se la pasó a Paloma, en un momento de la conversación ella se me acerca y me comunica que mi prima ¡no recuerda nada de golpes ni de magulladuras! ¡Al parecer sufre un momentáneo ataque de amnesia! Paloma le quita hierro comentándole que con la confesión de su hermano es más que suficiente. Y lo dejamos ahí. Entra mi primo a testificar y yo me quedo con mi hermana en la sala esperando que el tranquilizante le haga efecto. Parece tardar más de lo normal. Cuando Paloma y mi primo vuelven comentamos el testimonio. Por lo menos es algo. Me comunica Paloma que el texto del testimonio de mi hermana no va a poder ser comparado con el audio porque el secretario del juez (por cierto un juez nuevo ya el que me toco testificar era su sustituto) no estaba porque repentinamente se había puesto enfermo. ¡De todos los días había que enfermar en este! El testimonio podría oírse y leerse por el juez pero de momento no serviría como prueba hasta que el secretario no lo diese por valido. De repente llama de nuevo mi prima. Ha recuperado la memoria. Paloma le dice que no se preocupe de momento, que si hace falta ya llamará. Esperamos un largo rato. Paloma se acuerda que puede acceder a los testimonios de los niños y de las asistentas sociales. Va a por ellos. Trae una carpeta gruesa con muchos papeles. En ella podemos ver mi testimonio, el del capullo y a continuación está el de los niños y por último el de las Asistente Sociales. Leemos primero el del niño. Me arrepiento de ello tras leer el primer párrafo. Nos pone a caldo. En mi casa ha vivido pero que Oliver Twist en el orfanato. Ha comido muy mal y los hemos tratado peor que a perros. Dice que su padre es muy bueno con él y que los quiere mucho, que los trata de maravilla y que nunca le ha pegado a él ni a su hermana ni a su madre. Dice que en el cole va muy bien (ha suspendido cuatro asignaturas esta segunda evaluación cosa que mientras estuvo en casa no suspendió ninguna) Que se llevaba muy bien con sus tías a las que quiere mucho pero conmigo no. Que nunca había sido agredido ni nunca la había vendado el brazo en el colegio. Vamos que ahora todo el citado colegio y un menda hemos sufrido de espejismos y alucinaciones) Vamos todo lo contrario de los que me decía a mi cuando me veía (“Tito quiero ir a tu casa, que bien comía en tu casa, te quiero mucho muchísimo etc, etc…) El informe de la niña pensábamos que era mucho peor, sobre todo después de sus desplantes hacia mi persona. Pero a pesar de ser tan nefasto como el de su hermano no era tan despectiva conmigo. Eso si, el episodio del golpe en el pié en casa de su tía no existió nunca (pese que en el colegio iba con muletas, precisamente prestadas por el centro, y no podía salir al patio porque iba coja) Paloma y yo nos quedamos desolados y a la vez perplejos. O habían mentido como bellacos, o por lo menos lo había hecho las veces que me había visto a mí. Pero el colmo de los colmos fueron los testimonios de las Asistentes Sociales. En ellos sufren varios ataques de amnesia (como los de mi prima) en los que no recordaban el día que fui yo con Miguel y mi hermana a verlas para hablarles de los maltratos. Si los mencionan como algo pasajero y como una paranoia mía más que una realidad. Afirman que los niños habían hablado con ellas (cosa que cuando se lo pregunté tras un año visitándolas me dijeron que no) y que no recomendaban alejarlos de cuidado paterno porque no veían indicios de violencia en el capullo, eso sí suciedad y guarrería era lo único relevante, pero no malos tratos. Ah, por cierto ellas hacen hincapié de que fue su padre quién escolarizó a los niños y no un servidor. Aquello era insultante. Lo esencial no lo recordaban y si lo hacían con cosas más ambiguas o de poca importancia. ¡Y eso que eran dos! Llamó Silvia, la directora del colegio, no tenía el informe aun pero si hacía falta se acercaría al juzgado. De momento Paloma la aplazó para otro día. Por lo menos hasta que el informe estuviese acabado. De repente nos llaman para entregar los pasaportes para que los números de constaran en acta. En la sala de declaraciones Paloma y yo pudimos conocer al nuevo juez. Se veía un tipo muy majo, y bastante accesible. Muy paciente, sobre todo con mi hermana a la que saludó personalmente y le dio bastantes ánimos. Le dijo que para que estuviese más tranquila le tomarían testimonio no en esa sala sino en su despacho. El problema: De momento no podía acceder a su ordenador porque no consigue aceptarle el pasword. Pasa el tiempo y a mi hermana no parece hacerle efecto la pastilla y no puede hablar por mucho que lo intente. Mi primo se marcha y nos quedamos un rato más, esperando. Viene el juez y le pregunta a mi hermana si quiere testificar, aunque sea tecleando o escribiendo, ella le dice si con mucho esfuerzo. Yo no puedo entrar en el despacho y mi hermana se va con Paloma. Yo espero un rato. Al cabo de unos veinte minutos llega la doble de Chloe y me pide las pastillas e mi hermana. Le entrego la dosis que le corresponde. Le pregunto cómo va todo y ella me dice que se está esforzando pero que está muy nerviosa. Vuelvo a esperar. Al cabo de un rato aparece Paloma muy nerviosa. A mi hermana le ha dado un ataque y han tenido que parar con su testimonio. Me piden que vaya. De las prisas no me acuerdo que he cerrado la maleta del ordenador y se de golpe y porrazo se abre la maleta y se cae al suelo. Lo pongo en marcha y veo que funciona. Nos vamos corriendo al despacho. El panorama es triste y desolador. Mi hermana está siendo sujetada por la forense. Se mueve de forma violenta y convulsiva sobre la silla. Respira de forma entrecortada y tiene el rostro desencajado y sudoroso. El juez trata de consolarla. Le dice que no se preocupe, que se tranquilice que ya continuarán más tarde. En la sala también se encuentra Chloe que la mira con compasión. Paloma, antes de llegar me comenta que iba todo muy bien ya que el juez había utilizado el texto de su declaración grabada como base para preguntarle sobre los maltratos y que justo cuando estaba en el momento más importante, el que hacía referencia a los maltratos y amenazas con armas blancas mi hermana se ha puesto muy mal. Me acerco a ella. Trato de clamarla. Ella me agarra del brazo. No puede controlar las convulsiones, se está hiperventilando y suda a mares. Entre la forense y yo la tratamos de calmar. El juez afirma que debería haber hecho la declaración en el hospital pero al ser aquel un juzgado de guardia no puede moverse de su sitio. Comenta que visto lo aconteciso ya está estudiando o por lo menos ve claro tener que hacer en un futuro la declaración en el hospital, sobre todo porque para mi hermana porque aquel lugar es mucho más familiar para ella y mucho menos agresivo que un despacho en un juzgado. Nos deja quedarnos en su despacho todo el tiempo que sea necesario. Las convulsiones no cesan, es más se suceden con más violencia. Hablo con mi hermana y la tranquilizo. Paloma habla con el juez y le comenta que de momento la cosa con los niños está muy curda, sin mover un dedo mi cuñado tiene todas las de ganar, necesita el informe de EAIA y un estudio mucho más elaborado por parte de los psicólogos respecto a los niños. Sobre la protección de ella también está la cosa difícil. Hacían falta más pruebas pese a que él ve a mi hermana desamparada y sin ninguna oscura intención hacia mi cuñado. Pasan los minutos como si fuesen horas. Estoy tentando en solicitar una ambulancia. Mi hermana trata de ponerse en pie pero no puede. Lo intenta varias veces más, pero está muy mal. Esperamos más. Hablamos un poco con el juez, hasta el momento el tipo se nota que está hecho de muy buena pasta. Él se marcha. El juzgado está a punto de cerrar y mi hermana no mejora. Chloe y Paloma van a buscar el testimonio escrito para que mi hermana intente firmarlo, cosa que lo consiguen con un poco de paciencia. Me quedo a solas con ella. Trata entonces de levantarse, le comento que intente andar que volveremos al hospital donde podrá descansar. Parece ser que eso la hace reaccionar. Se pone de pié. Apenas se aguanta. La agarro y la abrazo. Suda a mares. Trato de calmarla. Tiene el rostro desencajado. Manotea al aire como ahuyentando demonios. Legiones de demonios. Susurra frases al aire que me cuesta entender. No sé si son palabras sueltas o frases concretas. Creo que nunca lo sabré. Avanzamos un poco, ella trata de reaccionar, avanzamos unos cuantos pasos. Salimos del despacho. En el pasillo nos encontramos con Paloma. Nos ayuda a avanzar. Me pregunta si conseguiremos llegar al coche. Yo le respondo que lo intentaremos aunque lo veo difícil. Salimos a la entrada principal. Paloma es solicitada por Chloe para que firmemos un último papel, en el que dejamos la grabación (la de mi hermana y la de mi sobrino) y el texto como pruebas. Avanzo como puedo por el Hall del juzgado. La gente que nos ve pasar nos mira con mezcla de curiosidad y tristeza. Mi hermana y yo parecemos unos bailarines que han quedado como finalistas en una maratón de ochenta horas. Mi hermana me agarra con tanta fuerza que me clava las uñas en el brazo y en el vientre. Pero yo no la suelto. La abrazo y la voy tranquilizando. Llega Paloma. Salimos a la calle y entre los dos llevamos a mi hermana hasta el coche. La sentamos y le ponemos el cinturón. Me despido de Paloma y me marcho hacia el Hospital (preguntándome cómo voy a lograr subirla a la habitación). Entonces me acuerdo de la música. Le pregunto si quiere escuchar música y ella me dice entre convulsiones que si. Busco en el reproductor y elijo la ELO. A mi hermana y a mí nos gustaban mucho. Le pongo "Xanadu" cantada por Olivia Newton John. A ella, de joven, le gustaba mucho esa canción. Parece calmarse. Elijo más música. Ahora le toca el turno a Supertramp. Suela "My Kind of Lady", La voz de Rick Davis parece ser mano de Santo. Mi hermana se va calmando. Llegamos al Hospital. Mi hermana no tiene tantas convulsiones y podemos avanzar hasta la habitación. La dejo sentada en su silla. Le han dejado la bandeja de la comida a mano. Le compro una botella de agua. Se la abro y dejo a mi hermana descansando. Llego a casa después de comprarme unos bocadillos y un zumo de naranja en el Hipercor de Cornellà. Me siento en el sofá y me quedo agotado y disgustado, no con mi hermana, ella no tiene la culpa, en todo caso la tiene el puto Parkinson. Me siento cansado y cabreado con los informes de los niños y de las asistentas, por la amnesia de mi prima, por la impotencia de mi hermana para poder hablar, porque al juez le hacen falta más pruebas por muchas cosas más… Me quedo dormido un rato. Por la noche teníamos un cumpleaños de Montse la mujer de Marc, director de Edición Limitada DVD, Salir un rato y despejarme me sentaría bien. Y hasta que el EAIA no hablase con nosotros (cosa que acabamos de hacer con mejores resultados que el día en el juzgado) la cosa no se decantaría hacia algún lado o a otro.

3 comentarios:

roser_pen dijo...

Joder! tengo un nudo en la garganta... Puedo comprender el testimonio de los niños manipulados por esa familia, pero lo de tu prima y las asistentas... no tiene nombre. Qué pasa? que la familia capulla las tiene amenazadas?
Cómo se puede animar desde los medios y desde la "justicia" a otras mujeres en situaciones parecidas a que denuncien?? para qué, si es así cómo van las cosas?? estoy alucinando. No me extraña que tu hermana se alterara tantísimo. No sé qué decir que puede darte ánimos, me gustaría tener una palabra mágica que pudiera ayudaros, o aliviaros. Os envío un abrazo.

foscardo dijo...

Supongo que lo de las asistencias es un puro caso de incompetencia. Durante su trayectoria en el caso han demostrado ser completamente ineptas o desisnterasadas por lo menos en algunos aspectos. Por ejemplo en un año no se habian interesado n conocer a mi hermana, tube que llevarla yo a verlas, cosa que los del EAIA por lo menos se han interesado y se han presentado en el hospital para la entrevista que hemos tenido esta mañana y que contare en un proximo post. Cuando en us momneto les pregunte si habaían hablado con los niños ellas me comentaron que ya que como estaban con su padre no hacia falta!!!! Les informamos de los maltratos (segun el juez ellas en ese momento tendrían que haber denunciado el caso inmediatamente porque la ley les obliga y no movieron un dedo. Cuando se enteraron que mi sobrina estaba de urgencias y que el niño no estaba en el colegio por una supuesta sinusitis(otitis dijeron ellos más tarde)No les pareció urgente presentarse en el hospital a ver que sucedia depués de comentarle lo de los maltratos. Es más me dijeron que el medico ya les enviaria el informe. Asi de impasibles.

Con el abrazo es mas que suficiente selo trasnmitieé a mi hermana de tu parte. Y si un día quieres conocerla en persona quedamos con amparo y vamos a visitar al hospital, seguro que te lo agradecera mucho. De momento ya sabe de vuestro apoyo y la emociona y le da muchas fuerzas.

judith serra estrela dijo...

LEE MI BLOG DE LA COCTELERA
http://www.lacoctelera.com/judith-serra-estrela Tambien puedes encontrarlo escribiendo mi nombre en el buscador.
Somos unos padres víctimas de las incompetencias de toda una institucion (bienestar socialy familia)que funciona por llamarlo de algun modo por intereses economicos y politicos.
Asi sabras lo que la EAIA NOS ESTA HACIENDO.
INTENTAMOS FORMAR UNA PLATAFORMA DE "VICTIMAS DE BIENESTAR SOCIAL" PORQUE ES LA ÚNICA MANERA DE VENCER A ESTA MAFIA.