jueves, mayo 31, 2007

Primeras noticias.

Acabo de hablar por teléfono con mi sobrino. Me ha llamado desde el colegio. Quería que supiéramos que ya les había contado todo al EAIA. El corazón me ha dado un vuelco. Le he preguntado como estaba. Me ha dicho que muy bien, que no le había dicho nada ni a su padre ni a su hermana ni a sus tías. Me he emocionado mucho y casi llorando le he dicho que era un valiente y que todo iba a salir bien a partir de ahora. Que su madre y yo (y todos los que le apoyábamos) estábamos muy contentos y que estábamos orgullosos de él. Le ha dado las gracias y le he dicho que estuviese tranquilo que todo se iba a arreglar. El niño estaba contento, como si se hubiese sacado un gran peso de encima. Se sentía a gusto, nada forzado ni apenado. He hablado con Silvia, la directora del colegio, le he dado las gracias por dejar que el niño llamase. Que queríamos que el niño y su hermana siguieran en el colegio y que ahora todo dependía del EAIA del que no tenemos noticias desde hace dos días. Creo que tiene que tener en cuenta lo que ha contado el niño y obrar en consecuencia. He llamado a mi hermana. Ha habido un silencio tras contarle la noticia. Estaba llorando de alegría y de descanso. Ahora marcho a verla. Quiero darle un abrazo y mucho cariño. En cuanto sepa más sobre el tema os lo comunico. Por lo menos es un paso gigante en la historia. Y todo efectuado por un niño de tan sólo diez años pero con un corazón del tamaño del universo. Os agradezco vuestro apoyo y vuestros ánimos. Aun no ha acabado todo. Por mi parte me temo represalias de la parte contraria…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por fin algo de luz en todo esto. No sabes cómo me alegro!!!!!!!!!!!

Un abrazo enorme

vtr2

Anónimo dijo...

Hay que seguir esperando y manteniendo la esperanza y sobre todo con la atención bien alta...

¡¡ mucho animo Richard !!

Jon

Reita dijo...

Quiero contarte mi historia. En el 2008 me quedé embarazada y el chico con el que estaba me dejó por ello. Mi familia tampoco me apoyaba. Yo tenía 18 años y fui a dar el niño en adopción. Pero mi madre se opuso y le dieron la custodia a ella. Entonces me dijeron que nunca me dejarían tener hijos.

A principios de este año volví a quedarme embarazada con mi nueva pareja. Cuando se enteraron las asistentas sociales me pidieron hora con el médico. No querían que tuviese al niño. Por eso durante la visita me dijeron: "o abortas o cuando nazca el niño te lo quitaremos". Yo me opuse a abortar. Aún así, llamaron al centro pidiéndome cita.

Finalmente dejaron de presionarme con este tema, para pasar a decirme que me quitarían al niño al nacer. Cuando acudí a los servicios de atención a la infancia y adolescencia (E.A.I.A.) con mi pareja les conté que los médicos no dejaban de repetirme que nos quitarían el niño. Ellos les dieron un toque y pararon.

El 4 de agosto nació el niño. No me dejaron verlo hasta dos días después.

Al dia siguiente me dieron el alta y me entregaron la carta de retirada del E.A.I.A. Me preguntaron si quería despedirme del niño: cuando me fuese ya no lo vería más.