lunes, abril 14, 2008

¿Cuándo os casáis?

Esa es una frase que llevamos escuchando Miguel y yo desde mucho. Sobre todo desde que se valió en matrimonio entre personas del mismo sexo. Ganas hay, os lo aseguro. Por ambas partes y más aun después de llevar 11 años juntos. Pero de momento hemos tenido que postergar el evento hasta que la situación económica en casa se vaya resolviendo. Por ejemplo aun he de acabar de pagar el divorcio de mi hermana (quedan en estos momentos 936 euros pendientes y mi sueldo como “Freelance” es de ir a mear y no echar gota en algunas, muchas ocasiones) Gracias a Miguel nos mantenemos a flote. La familia suele hacer odios sordos, por lo menos una gran parte de ella. Por otro lado suerte que Paloma, la abogada de mi hermana, es muy paciente, comprensiva y no nos mete muchas prisas. Por otro lado tenemos a los dos niños en casa que desde que han llegado han incrementado los gastos hasta límites insospechados. Dichos gastos van desde comprar muebles para la habitación, hasta pagar material escolar (batas, chándales, libretas y libros ya que su padre se había negado a desembolsar ni un duro por ellos) a todo esto suma comida y gastos extra de manutención (su padre nos pasa sólo 200 euros mensuales por los dos niños que comen como limas). Por lo menos en lo que respecta a la ropa tenemos mucha suerte. Al menos la niña ya que gracias a los amigos y algún familiar les van llegado ropa nueva o prendas apenas sin usar. Toneladas de ellas. Mi sobrino tiene menos suerte pero poco a poco lo vamos resolviendo.

Si, ya sé que hoy en día casarse no cuesta nada si quieres. Ojo que tampoco estamos deseando hacer una boda por todo lo alto con trajes caros, comilona y cualquier cosa típica que se le parezca. No nos llega para eso y lo vemos innecesario. Hemos decidido que si llega ese momento podemos hacer algo mucho más campechano. María, la madre de Sonia, una amiga de Miguel de toda la vida, nos ha invitado a utilizar su jardín para celebrar el evento. Hemos pensado en hacer una ceremonia intima, en la que todo el mundo participe por ejemplo llevando algo de comer tal como sucede en las "Potsluck" o fiestas caseras americanas.

Pero el principal problema que tenemos ahora y que por ello hemos aparcado un poco el tema de la boda (para resolver otras preferencias) es por culpa de un puñetero papel que he de solicitar en el consulado Británico y que el Gobierno Civil Español me piden para tirar adelante con la ceremonia. Es un papel que ha de ir traducido y que previamente debe colgarse de un panel en el mismo consulado durante 21 días, a la espera que alguien, durante esos días lo reclame debido a la supuesta existencia de otro matrimonio (cosa prácticamente imposible) que impida llevar a cabo el casamiento. Pues bien el puto papel cuesta 217 euros. No 60 ó 90 ni 25. Nada más y nada menos que 217 euros. Vamos ni que estuviese escrito en tinta de oro o adornado con piedras preciosas. A veces me resulta curioso que un simple papel pese tanto como una enorme piedra en el camino. De momento y a nuestro pesar el bodorrio puede esperar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jolinesssss!!! Yo k ya habia desempolvado (jiji) la pamela....
Tendrá k esperar.....
Kisses...

foscardo dijo...

A este paso te la pones con un pareo y hacemos una boda hawaiana jiijji