miércoles, mayo 14, 2008

¡Llamadme McGyver!

Si no fuera porque se en que día vivo diría que me encontraba en pleno martes y 13. Esta mañana sin quererlo me he convertido en McGyver tras quedarme encerrado en la habitación del dormitorio debido a un golpe infortuito de viento o debido a los influjos del poderosísimo Gafe Man (personaje real del que quizas un día deje constancia en este blog). Estaba yo hablando con un amigo por teléfono cuando de repente he oído un portazo a mi espalda. Me he quedado mudo.

En casos normales hubiera pasado de todo. Solo con darle un tirón hacia abajo en el picaporte y habría abierto automáticamente la puerta. Pero claro nosotros tenemos una puerta del dormitorio un tanto trapera. Ésta hace años que espera ser arreglada (como muchas cosas más en casa) y el picaporte, por ambos lados, ha desaparecido. Cutres que somos. Bueno, somos pobres como ratas, que se le va a hacer… Al menos somos honrados.

Pues bien... ¿Qué sucede cuando te encuentras encerrado en una habitación y quieres salir? Pues que va a ser: tratar de huir. Normalmente cuando se nos cierra la puerta o bien se queda la habitación aislada o le toca pringar al gato. Cuando esto sucede asomo un ojo por el agujero y lo llamo o le hablo para tranquilizarlo. A veces puedo verle mirándome (porque el tío me ve, os lo aseguro) con una expresión entre asustado y con mala hostia, eso sí, sin mover uno de sus pelos de la comodidad de la cama.

Miguel, que es más mañoso que yo, es un genio abriendo puertas atascadas. Suele hacerse valer de una tijera de cocina para hacer de palanca introduciéndola en el agujero donde se encuentra el picaporte y tras un leve movimiento y empujoncito la puerta cede y se abre sin problemas. A mí, que quieres que os diga, ese paso me costó mucho descubrirlo. Yo usaba un destornillador demasiado estrecho que siempre bailaba por el agujero como medio milímetro. Y claro tras horas de intentonas o pasaba de la puerta, o por cabezonería conseguía abrirla sobre todo para rescatar al gato (al borde de la locura y la inanicón). Y que queréis que os vuelva a decir: Miguel es el hombre de ciencias yo soy de letras… Él usa la lógica y yo la inspiración. La lógica ya la agoté cuando tuve que aprobar las matemáticas, que por cierto las odio con avaricia.

Pues bien, ahí estaba yo con el teléfono en la mano y condenado al encierro. Tenía varias opciones: Una era tratar de abrir la puerta con calma, otra de forma histérica. Elegí la primera opción. También había otra opción que era apartar una enorme estantería llena de películas en Betamax y VHS (sí, aun tengo de eso en casa ¿qué pasa?) apartar también media tonelada de ropa, abrir la puerta de la terraza y salir coriiendo hacia la puerta que da al comedor. Lo hice una vez (sí lo confieso, ya me quedé encerrado en otra ocasión…) y acabé hasta los huevos de desmontar muebles y complementos varios.

En eso suena el teléfono, es Eva, está en IKEA. Le comento lo que me sucede. Me sugiere llamar a Miguel para que me rescate. Pero Miguel nunca está en el despacho y no tengo el teléfono del laboratorio. Le digo que no se preocupe, que tengo las llaves de casa encima (jajaja) y que en un caso desesperado se las lanzo a un vecino (desde la novena planta) y si llegan enteras que abra la puerta y fin del problema. ¡Joder, que listo que soy! No sé porque no me dan el premio Nobel. De repente recuerdo que no tengo llaves, que están en el bolsillo de la chaqueta. No hay posibilidad de pedir ayuda exterior. Bueno, que se le va a hacer por lo menos me alegro de no tener nada en el fuego. El poder de Gafe Man no es tan poderoso. Me despido de Eva, tengo que pensar cómo salir de ahí por mí mismo. Cuelgo el teléfono.

Busco por la habitación. Debe haber algo que me sirva para abrir la puta puerta. Encuentro en una cajita una antigua lima de uñas de mi madre. Trato de hacer palanca introduciéndola en el borde de la puerta, a la altura del cierre. Un fracaso, la lima es tan vieja y está tan raída que se parte en varios trozos. Busco de nuevo. Encuentro un puntero de la Nintendo DS. Casi funciona pero me pasa como con el destornillador, le falta un pelo para que haga presión y ceda. Encuentro un clip. Lo lio alrededor del palito. En eso suena el teléfono de nuevo. Es Alex, redactor de Fotogramas. Me comenta que le urge que revise el texto sobre el reportaje de IRON MAN (el que hice en Los Ángeles) Es demasiado largo y he de ajustarlo. Le digo que en cuanto logre escapar de la habitación (tengo la sensación de estar en un episodio de Twilight Zone o en una versión casera de Cube) se lo corrijo y lo envió. No entiende lo que le digo. Le explico la situación. Me dice que si necesito ayuda, que llamaran a los bomberos o a un cerrajero desde la redacción. Le digo que no hace falta que ya conseguiré escapar, de alguna forma que ahora no se me ocurre, pero lo conseguiré.

Trato de usar el palito con el clip enrollado. Falla. No hace una mierda. Busco más cosas. Encuentro un ratón inalámbrico. A su lado su transmisor a modo de adaptador USB. Intento meter la conexión USB por el agujero. Demasiado grande. Comienzo a cansarme. Por lo menos tengo la cama. Me puedo meter una buena siesta. Lástima de haberme dejado el ordenador fuera.

Asomo el ojo por la cerradura. Veo al gato sentado en el suelo, frente a mí, mirándome. Parece sonreír como diciendo:”Ahora te jodes”. Me lo dice con un maullido. Paso de él.

Sigo la búsqueda. Encuentro una pinza de la ropa, de esas de plástico. No sé que hace eso en nuestro dormitorio pero no le voy a hacer ascos. La desmonto. Introduzco una de las puntas. No entra. Le doy la vuelta. Introduzco la parte más plana. Esta parece ceder y encima entra con un poco de dificultad por lo que la palanca es perfecta. Hago un giro hacia la izquierda. No funciona. Me acuerdo que estoy al otro lado de la puerta. Giro hacia la derecha. Parece funcionar. El problema que tengo ahora es que hay que tirar de la puerta hacia mí. No puedo hacerlo por la pinza porque ésta puede deszafarse y joder el invento. Agarro un pestillo situado en la parte alta de la puerta, a la altura de mis ojos. Era el que mis padres usaban cuando querían tener intimidad o para que mi hermana o yo no entrásemos en la habitación en determinados momentos intimos y no sufriéramos un trauma al verles plantar semillitas a empujones…

La puerta cede. Se abre. Respiro tranquilo. Estoy que no me lo creo. Me voy corriendo a la habitación. Le envío un mail a Alex. "He conseguido escapar de Prision Break”. Le firmo como McGyver. Un minuto más tarde me contesta: “Ets un Crack” (Eres un Crack).

8 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que hoy me he reido mucho con la historia ( no te enfades por ello ) pero el quedarte encerrado sin saber como salir debe ser un poco angustiante.
Eres un fenomeno y tienes recursos para todo ahora ya que te pongan lo bailao.
Un beso muy fuerte
HISTORIA

foscardo dijo...

Jajaja pues si yo tambien me rei y me sigo riendo.
A veces la vida te pone en aprietos tan absurdos como éste para ver como reaccionas.

Anónimo dijo...

Jajaja te faltó usar un chicle!!

Ya me contarás quien ese hombreeee gafe!

Besos
Soydemar

foscardo dijo...

Jajaj si que hay historia para rato.

KAMELUCHA,.,.,.,.,., dijo...

jajajja me rio amigo, primero si me veo en esas, seria gritar por la ventana, ya vendrian los bombero sjajaja,,,tengo claustrofica en varias series jjajaa...asique te felicito por su tranquilidadd ufff...pero harà como 14 dias uno de esos que vinieron soleados, baje iva donde mi madrecilla y oigo...señoraaa,,señoraa,,aqui arriba,, jajaj era dos señores mayorcitos qu nada se les trancò el balcon y no querian romper el cristar por si se lastimaban ademas era grandotota,,,ahi nos ves ,hubo que llamar ,cerrajero,bombero y demas ,,pero alli estuvieron los dos como dos horitas bien, mientras no llegaba su Mcguyver de turno,,uf

Anónimo dijo...

!Ahora mismo!coge la pinza o cualquier otro artilugio de eficacia probada y guardala dentro de la habitaci�n(cajita, cofre, caj�n)en un sitio seguro, y rotula con la palabra S.O.S.
Esto o llamas al amigo habilidosillo para que te arregle la puerta....los bomberos son mucho mas carossss!!!!

foscardo dijo...

Eso lo he hecho ya jajajajajaja

ademas como masocas que somos hemos hecho pruebas para ver si funcionada una segunda y una tercera vez y funcionan. jajjaja

Anónimo dijo...

jajaja, que buenooooooooo
Foscardo no sabes lo que me he reido imaginándote en acción.
Genial, eres genial. Inmejorable la descripción.
Como dice atropina, haz un "KIT DE SUPERVIVENCIA" y mételo en la mesilla de noche, porque parece que te gusta repetir, jajaja...
Un besote
Begus