jueves, enero 25, 2007

Mirándome a los ojos

Cuando me decidí a poner en marcha este blog no pensaba en las utilidades que tal herramienta podría ofrecerme. Nunca he sido de escribir un diario. No es que lo encuentre cursi o inútil, hay cosas que son más atractivas para uno mismo. Aunque siempre me ha gustado escribir (o por lo menos expresarme con palabras, que ya es mucho) la idea de hacer un día a día de mis aventuras y desventuras no había entrado nunca en mi cabeza. Confieso que siempre que me he enfrentado a un texto (de ficción se entiende) nunca me ha gustado escribir sobre mi mismo, sobre mis experiencias, ni hacer referencia a mi familia y a sus propias experiencias. Ni siquiera para esconderlas en un relato, cuento o lo que se me ocurriese en ese momento. Ha de quedar claro que si no lo he hecho es porque me avergüence, en absoluto. Simplemente escribir sobre mí mismo y mi entorno no me atraía. Lo encontraba aburrido o sin interés. Pero ¡aja!, la vida, mucho más sabia y vieja te enseña a veces lo equivocado que está uno a veces.

Hace poco Jonsey en uno de mis post comentaba al respecto de mis últimos acontecimientos familiares:

“Estoy alucinando... si fuera el blog de otra persona (alguien como bus, pensaría que se ha pasado con la ficción, que se le ha ido la mano y que no es creíble.) Por desgracia la realidad generalmente supera la ficción. De verdad que me he quedado helado.”

Si te pones a pensar. La vida es mil veces mejor que la ficción. Y cuando hablo de ficción no hago referencia a escribir un relato con leves pinceladas autobiográficas, sino a inventar por inventar o para demostrar a todo el mundo lo bien que escribe. Porque hay textos que están escritos como para enmarcarlos pero si los lees no transmiten vida ni calor. También es cierto que escribir una historia completamente inventada (y que sea realmente buena) no es moco de pavo. Inventar acontecimientos es sencillo, que sean tangibles para la mente del lector es otra cosa. La televisión ultimamente con la oleada de nuevas series como "Los Soprano" Sexo en Nueva York", "Huff" o especialmente "A Dos Metros Bajo Tierra" son buenos ejemplos de ello. Reconozco muchas veces al escribir haber pecado de sosería narrativa. De hacer personajes y situaciones tan fragiles y cristalinas como una pompa de jabón. Y, mira tu por dónde ,curiosamente, la vida vuelve a hacer acto de presencia para recordarme que los sucesos que nos rodean son lo suficientemente interesantes comno para tomarlos en cuenta.

Sobre mi propia experiencia existencial... No es que siempre esta haya sido algo fuera de lo común. Ha habido buenos y malos momentos. Situaciones tensas como episodios tan aburridos que sacarían de quicio al mismísimo Job. Si bien ahora están sucediendo una serie de cosas que la hacen extraordinaria y, a menudo aterradora, mi historia es una más de cientos de millones que pululan sobre este planeta. Algunas serán mejores otras inferiores. Lo que enriquece la propia historia es que esta se añade y entremezcla con historias de otras personas que nos rodean. En su conjunto crean una extraña sinfonía lo suficiente atractiva como para enseñar, entretener, desagradar o sentirse incluso identificado con ella.

Si algo bueno he aprendido de todo esto y de este blog es que me está enseñando a descubrirme. Que escribir sobre uno mismo o su entorno, sea malo o bueno te hace sentir escuchado. Que incluso puedes ayudar a alguien, en cualquier parte del mundo y que está viviendo una experiencia semejante a la tuya, a no sentirse solo o un bicho raro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cierto. No estas solo. Somos muchos los que leemos y esperamos y deseamos que todo se arregle pronto para bien. Si podemos hacer algo más que leer (y no se me ocurre) sólo tienes que silbar (bueno mejor prueba con llamar ;-) Si queréis olvidaros un fin de semana y venir a Zaragoza aquí tenéis los dos un sitio. Abrazos